El turismo de lujo en vuelos privados vuelve a despegar en la Costa del Sol gracias al mercado árabe
La aviación ejecutiva compensa con creces la pérdida de los rusos por la mayor llegada desde el Golfo Pérsico, el norte de Europa y Estados Unidos
La aviación ejecutiva en la Costa del Sol no sólo ha vuelto a despegar tras la pandemia, sino que remonta el vuelo con una curva ... ascendente que no para de crecer. El turismo de lujo que llega a bordo de vuelos privados a la terminal de Aviación General del Aeropuerto de Málaga, la más importante y concurrida del sur de España, ha vivido un verano de récord, en el que la pérdida de los visitantes rusos –uno de los principales mercados de alto nivel, vetado ahora por la invasión de Ucrania– se ha visto compensada con creces por la mayor llegada de viajeros desde los emiratos del Golfo Pérsico, el norte de Europa y Estados Unidos.
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Así lo confirma Juan José Román, jefe de escala en Málaga de la compañía United Aviation, y que es además una de las gestoras de la terminal malagueña. El volumen de operaciones ha subido este verano entre un 30 y un 40% respecto al año pasado, aunque la tendencia comenzó ya en abril, cuando se duplicaron.
El día con más tráfico hasta finales de agosto fue el 31 de julio, con 110 movimientos, pero ya el 18 de abril hubo 105. En total, en el mes de julio se produjeron cerca de 700 aterrizajes y despegues. En agosto, destaca la jornada del 26, con unos 90 vuelos, y en total el mes ronda las 800 operaciones.
«Los pasajeros que antes pagaban billetes en clase 'business' ahora prefieren pagar un poco más y viajar en aviación ejecutiva; algunos comparten vuelos con otras familias, por seguridad sanitaria y para ahorrarse esperas y molestias», explica Román.
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Más clientes de Estados Unidos, Emiratos Árabes y Arabia Saudí
Las estadísticas de Uber, el principal operador de VTC en la Costa del Sol, también ponen de relieve el cambio de nacionalidad de los turistas. Entre los extranjeros, los procedentes de Reino Unido son el primer mercado; pero en segunda posición entran los de Estados Unidos. También destacan los visitantes procedentes de Emiratos Árabes y Arabia Saudí; junto a los de Suecia, Países Bajos, Portugal y Suiza, entre otros.
Esto ha hecho que compañías que estaban empezando a operar hayan tenido que aumentar sus flotas y buscar pilotos «debajo de las piedras». Muchas familias árabes no venían a sus mansiones desde 2018 y «lo han cogido con muchísimas ganas». Ello repercute de forma indirecta en otros sectores, sobre todo del transporte por carretera (servicios de chárter desde la terminal hasta sus residencias y hoteles) que se han visto desbordados y han tenido que contratar a más conductores, por la «avalancha» de clientes. Otro cliente habitual durante el verano es el que conforman las estrellas de la música, que vienen a actuar a los festivales del verano, como el Starlite.
Rafael Parodi es el responsable comercial de Aerodynamics Charter, la división de vuelos privados del grupo malagueño, conocido a nivel internacional por su escuela de pilotos, con más de 20 años de trayectoria. «El verano ha sido mejor que el anterior, estamos muy contentos con los resultados; si el año pasado fue un antes y un después de la pandemia, este se ha mantenido totalmente la tendencia al alza», explica el directivo. A su juicio, a raíz de la pandemia el sector ha crecido mucho, «porque los clientes utilizan más este servicio no sólo por la privacidad, la exclusividad y el lujo, sino porque vuelan solos, y es más seguro a nivel sanitario».
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La compañía tiene un avión en propiedad, pero también gestiona vuelos privados con otras compañías, con una base de datos de cientos de aviones en toda Europa. Parodi explica que su aeronave ha volado todos los días (salvo por cuestiones operativas), lo que se traduce en unas 150 horas de vuelo cada mes, «que son muchas para un solo avión». La mayoría de sus clientes son de Europa del norte (británicos y suecos) y estadounidenses, aunque también hay españoles.
Los puertos deportivos, al 95% de ocupación
Aunque en una esfera diferente, la demanda de los puertos deportivos de la Costa del sol también mantiene una tendencia clara al alza, como destino de los aficionados a la náutica. «El verano ha sido fantástico», admite Manuel Jiménez, presidente de Marinas de Andalucía, la asociación que agrupa al sector; y director gerente del puerto de Benalmádena. «Ya estamos por encima de los niveles anteriores al Covid», comenta.
La ocupación de los puertos de Málaga ha estado este verano al 95%, «prácticamente llenos». Ello supone entre un 5 y un 10% de aumento, en función de cada marina. El tránsito (los yates que hacen escala dentro de una ruta, generalmente, por el Mediterráneo) se ha mantenido con respecto al año anterior, con el turismo nacional como el principal motor y el que más aumenta. En el internacional destacan los británicos, seguidos por franceses y el alemanes.
«La náutica es el diamante en bruto del sector turístico de Andalucía, pero lo queremos poder decir con datos objetivos». Para ello, el programa Senda Azul está elaborando un informe sobre la demanda náutica de la Costa del Sol, que permitirá conocer realmente lo que mueve.
Jiménez también insiste en romper la idea de que la náutica deportiva es elitista: «No es así; todo el mundo piensa en el megayate, pero el 90% de las matriculaciones son de menos de ocho metros, que viene a costar como un coche. Son clases de familia media. Es verdad que en los puertos deportivos hay barcos de 30 metros de eslora, pero es una minoría».
La temporada alta en este sector se alarga más que la normal: a principios de septiembre ya tenían reservado la mitad de los días del mes, con datos similares a julio y agosto. Además, explica que en aviación ejecutiva todavía existe una segunda temporada alta en el año, que se produce en noviembre y diciembre, para los destinos invernales de nieve: Austria, Suiza y Francia.
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John Kay es el responsable de vuelos privados en España de la multinacional Aviapartner, que también forma parte del grupo de empresas que gestiona la terminal de aviación general. A su juicio, la temporada ha ido «muy bien»: «El año pasado ya batimos récord y este año otra vez». Aunque el viajero ruso ha desaparecido, se ha compensado por el aumento del árabe y del europeo: Reino Unido, Alemania, Bélgica y también españoles.
«Justo después de la pandemia muchos clientes se subieron a la aviación ejecutiva, y vemos que una parte de ellos se han quedado, una vez que han probado cómo funciona, para no mezclarse con otros pasajeros y evitar las mascarillas y las esperas».
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