Profesionales alemanes piden que Andalucía «no diluya su esencia en la globalización»

El sector turístico alemán lo tiene claro: la ventaja de Málaga, la Costa del Sol y Andalucía en particular, y de España en general es ... su forma de ser, su forma de entender la vida, y ese es el «mejor agente propagandístico de su destino», como repite una y otra vez en todos los foros el presidente de TSS Group, el malagueño Manuel Molina. «Para un alemán, la forma de vida de un malagueño, de un andaluz es algo que le trastoca todos su planes, pero ese es el gran atractivo de nuestra tierra (a Molina le 'traiciona' toda una vida en Dresde y muchas veces dice «su tierra», aunque siempre rectifica). De la misma manera opina Jurgen Doit, de una agencia de viajes alemana, que domina el español por una larga estancia en Baleares: «A los alemanes lo que más nos gusta de España son los españoles, en el sentido de la forma de vida que tienen ustedes. Eso de la fiesta, del flamenco, de la hora de las comidas, de utilizar el aceite de oliva... Todo eso aquí 'engancha'». Por eso ambos advierten que si «Andalucía y Málaga, si España en una palabra, pierde sus signos de identidad, su forma de ser y se diluye en una globalización que se lo 'come todo', entonces el alemán dejará en un amplio número de elegir su destino como punto vacacional». Molina apunta que «playas y sol hay en muchos lados; buena gastronomía, también, igual que grandes atractivos culturales, lo que nadie tiene es la forma de vida, la forma de entender la vida, la cultura española, y eso se ha convertido en el mayor reclamo de nuestro país en este mercado. Hay que incidir en la necesidad de que las raíces y la esencia no se pierdan. Un alemán va a España porque hay personas que son como son los españoles o los andaluces o los malagueños, pero si van a España y les atiende alguien que es lo mismo que él, o en la playa o en el restaurante todos reaccionan como él, o en la playa, entonces se quedará en su casa o elegirá un destino que esté más cerca, que los hay».