Los parados en el turismo crecen un 60% en 2020 en la provincia de Málaga, sin contar a los que están en ERTE
El Barómetro de Empleo de este sector, realizado por Turismo Costa del Sol, advierte de que se han perdido casi 32.000 empleos el pasado año
Menos de un 20% de hoteles abiertos, similar porcentaje de agencias de viajes activas, un aeropuerto en mínimos, la llegada de turistas extranjeros con caídas ... del 77% y unas restricciones continuas que han limitado como nunca la movilidad han llevado al turismo a su peor crisis y eso se traduce en más paro, menos ocupados y un descenso sin precedentes en la afiliación a la Seguridad Social. Los datos del Barómetro de Empleo Turístico del cuarto trimestre, realizado por Turismo Costa del Sol, muestran un escenario desolador, teniendo en cuenta que esta industria es el motor económico de la provincia tanto en generación de riqueza como de puestos de trabajo. El dato más escalofriante es que el volumen de parados en el sector turístico malagueño ha crecido un 60,2% durante el pasado año, sin computar a quienes están en ERTE y que se cuentan como ocupados y dados de alta en la Seguridad Social, en tanto que las empresas siguen cotizando por ellos. Los datos señalan que de cada cien desempleados de la provincia 22 son profesionales del turismo que han perdido su trabajo. Nada que ver con la situación de un año antes en el que los empresarios advertían de las dificultades para encontrar empleados con cualificación para atender las mesas en un restaurante o chiringuito o para prestar servicio en un negocio de alojamiento.
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Y eso que el paraguas de los ERTE ha amortiguado el duro revés que está sufriendo el turismo. Este informe apunta un desplome del 24,3% del volumen de ocupados en turismo al finalizar 2020 respecto al mismo periodo del año anterior. El dato supone la pérdida de 31.913 empleos, una cifra que no refleja del todo la realidad porque la estadística computa como ocupados a los profesionales que están en ERTE, elevando a 99.176 los trabajadores que desempañan sus tareas en esta actividad al final del pasado año. De ellos, el 71,8% trabajan en la hostelería, el 76,7% son españoles y casi un 80% son asalariados. Más de la mitad, el 56%, tienen un contrato indefinido y el 65,8% están a jornada completa.
La pandemia ha provocado que el turismo pierda cuota en el mercado laboral de la provincia, en el que en 2019 concentraba a más del 20% de ocupados, para pasar en 2020 a representar el 15,2%. En el último trimestre del año se registraban 90.789 personas afiliadas a la Seguridad Social en el sector turístico, lo que supone un 18% menos, es decir, casi 20.000 menos que en el mismo periodo del año anterior.
El informe evidencia que es el sector del transporte en el que más ha impactado a nivel de empleo esta crisis del Covid-19, con un descenso del 45% de puestos de trabajo, seguidos de la hostelería, con una caída de casi un 26%. En cuanto al perfil del profesional más vulnerable a las consecuencias de esta pandemia, el estudio señala que los trabajadores extranjeros han sido los que más han acusado los ceses de actividad, así como los salariados y los que tienen un contrato temporal. Sólo hay en todo el informe un indicador con signo positivo: el crecimiento en un 47% de los empleados que trabajan a tiempo parcial, frente al desplome en casi un 40% de los que lo hacen a jornada completa.
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