Pasajeros afectados en el aeropuerto de Málaga aguardan su turno para ser atendidos por la aerolínea. SUR

Huelga en Ryanair: el primer fin de semana deja más de 30 cancelaciones en Málaga

Largas colas y mucha frustración entre los pasajeros: «Entendemos sus reivindicaciones, pero no que lo hagan fastidiando a los demás»

Domingo, 26 de junio 2022

A Dolores Merino se le nota el cansancio, pero mucho más la desilusión y la frustración. A las 1.30 horas de la pasada madrugada ... salía en coche desde Andújar (Jaén) en dirección al aeropuerto de Málaga para coger el vuelo que a las 7.00 horas debía llevarla hasta el aeropuerto inglés de East Midlands, el más cercano a la ciudad de Nottingham, que es donde desde hace un año trabajo su hijo. «Era la primera vez que iba a visitarle», se lamenta. Y sí, habla en pasado ya que el avión no llegó a despegar al ser cancelado por la huelga de los tripulantes de cabina (TCP) de la compañía Ryanair, que ayer vivió su tercera jornada provocando varias numerosas suspensiones y, sobre todo, retrasos generalizados en la mayoría de los vuelos que la aerolínea irlandesa tenía programados en Málaga. En total, en este primer fin de semana de paros que también se extendieron a Francia, Bélgica y Portugal fueron cancelados 36 vuelos.

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Según los datos facilitados por el sindicato convocante USO, a los 16 vuelos (salidas y llegadas) cancelados el sábado se suman otra veintena este domingo, siendo el aeródromo español más afectado por delante de los 14 de Barcelona. Entre ellos destacan las dos conexiones (salida y llegada) con Oslo (Noruega), Marsella (Francia), Estocolmo (Suecia), los aeropuertos ingleses de Exeter y East Midland o, a nivel nacional, las de Gran Canaria, Ibiza y Lanzarote. Ryanair tenía programadas 84 operaciones con salida o destino Málaga.

«Entendemos que la huelga es un derecho y que los trabajadores reivindiquen mejoras laborales, pero no que lo hagan fastidiándonos a los demás. Tenía cuatro días libres para poder visitar a mi hijo y ahora no podré», se queja mientras espera su turno para ser atendida en la oficina de atención al cliente de la compañía.

Y no era la única. Más de un centenar de afectados formaban una larga cola desde primera hora de la mañana en busca de explicaciones y, sobre todo, de soluciones. «Nos van a dar billete para el próximo martes. ¿Qué le vamos a hacer?», se pregunta con resignación y una alta dosis de paciencia Peter y su mujer, que se disponían a coger ese mismo vuelo y que, por sorpresa, se han visto obligados a prolongar sus «maravillosas vacaciones» en la Costa del Sol antes de regresar a Birmingham.

También se lo toman medianamente bien un grupo de jóvenes ingleses que se han quedado en tierra tras la cancelación a primera hora de la mañana del avión que iba a devolverles a casa a través del aeropuerto de Exeter. «Hemos pasado aquí seis días fantásticos. Málaga es una ciudad espectacular. Así que si tenemos que quedarnos un día más…», comenta Mike Johnson con una sonrisa pese a llevar seis horas en la cola. 

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Sentados en el suelo, apoyados en las maletas y procurando no perder el turno mientras buscan algo que comer han pasado buena parte de la mañana. Como Maja, que una vez suspendido su vuelo a Oslo (Noruega) no tiene muy claro qué hacer. «Mi marido tiene que trabajar mañana y no sabemos cuándo vamos a poder volver a casa», se lamenta.

Algo más atrás, y a punto de marcharse porque han conseguido un plan B están Bruno Tur y varios amigos más que a estas horas debían estar de regreso en Ibiza. Con la resaca de la boda de unos amigos que terminó bien tarde el sábado se han plantado en el aeropuerto en busca de una solución tras recibir un correo electrónico de Ryanair en el que les informaban que el avión previsto a las 13.35 horas no iba a salir. «No nos ofrecen nada hasta el miércoles, así que nos van a recoger unos amigos que vinieron en coche».

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Retrasos

Además de los vuelos cancelados (16 en la jornada del sábado y otros 18 este domingo, según los sindicatos convocantes USO y Sitcpla), los retrasos están siendo la nota predominante en todos los vuelos. A modo de referencia, el que iba a Milán a las 12.10 acabó despegando a las 13.43 horas, el de Barcelona de la 13.35 no lo hizo hasta las 15.14 horas y otro a Milán de las 14.05 partió tres horas después, según la información de Aena. Una demora que le hubiera venido bien a Fanny Visiedo, que ha perdido el vuelo a Palma de Mallorca de las 13.20 (despegó a las 13.37) porque se confundió de salida en la autovía. «Venimos de Almería de un congreso y nos hemos liado un poco para llegar hasta aquí, así que intentaremos coger el próximo vuelo», explica esta empresaria.

La huelga de los TCP de Ryanair en España comenzó el viernes casi sin impacto debido a que la compañía impuso unos servicios mínimos del 100%, por lo que operaron ese día los 438 vuelos que tenía programados, en tanto que el sábado los retrasos afectaron a más de un centenar de vuelos. La huelga ha sido convocada por los sindicatos USO y Sitcpla para los días 24, 25, 26 y 30 de junio, y 1 y 2 de julio, con el objetivo de obligar a Ryanair a cumplir con la aplicación de los derechos laborales básicos y las sentencias judiciales, y conseguir cerrar un convenio.

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El próximo fin de semana coinciden los paros en Ryanair y Easyjet

Los problemas que la huelga de los tripulantes de cabina de Ryanair ha provocado en los aeropuertos españoles durante todo el fin de semana se presenta como un anticipo de lo que puede llegar a ocurrir el próximo fin de semana coincidiendo con el arranque de la temporada alta. ¿Por qué? Pues porque a la continuación de los paros del personal de la aerolínea irlandesa previstos para el viernes 30 de junio, el sábado 1 de julio y el domingo 2 se unirán los convocados por los tripulantes de cabina de Easyjet, otra de las compañías con mayor presencia en España y la Costa del Sol. En este caso, la huelga está prevista en tres periodos del mes de julio: entre el 1 y el 3, el 15 y el 17, y el 29 y el 31 de julio en sus tres bases (Barcelona, Málaga y Palma). Todo ello hace presagiar un verano complicado en los aeropuertos no solo españoles, sino europeos. A las huelgas de trabajadores se suma la falta de plantilla de muchas aerolíneas, que despidieron a su personal durante la pandemia y ahora les es difícil recuperar sus capacidades ante el incremento de la demanda con el fin de las restricciones.

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