Vivir con un pie en el aeropuerto: uno de cada ocho pasajeros viaja ya por trabajo
En torno al 12% de los pasajeros son usuarios que han elegido la Costa del Sol para trabajar y que viajan hasta veinte veces al año por motivos profesionales
El tirón de la Málaga tecnológica, el alza imparable del teletrabajo desde la pandemia y el auge de los bautizados como nómadas digitales han aupado ... al aeropuerto como puente aéreo con Europa que permite a ejecutivos y profesionales vivir en la Costa del Sol y desplazarse de forma periódica, en algunos casos incluso en el mismo día, a las ciudades en las que tiene su sede la empresa para la que trabajan. Unos usuarios que se dejan notar en las estadísticas de esta infraestructura y en la actividad de importantes aerolíneas. El director del aeropuerto malagueño, Pedro Bendala, asegura que «estas instalaciones tienen ahora mismo entre un 11 y un 12% de sus pasajeros que viajan por motivos profesionales.
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Más del 80% de nuestros viajeros son internacionales y ya no hay tanto visitante de una semana, sino que hay muchos profesionales extranjeros que residen en Málaga aunque trabajan en empresas londinenses o en otros países». Un porcentaje clave para que esta infraestructura mantenga un ritmo imparable de crecimiento muy superior al que experimenta el sector turístico y consolidando el saldo positivo en meses en los que las estadísticas de llegada de viajeros a hoteles y viviendas turísticas iban acompañados del signo negativo. Basta recordar que es la primera vez en los 106 años de vida del aeropuerto que alcanza los 20 millones de turistas en los nueve primeros meses del año, en los que acumula un crecimiento del 7,5% en pasajeros y movimientos hasta registrar 20.750.257 usuarios y 144.190 aterrizajes y despegues hasta septiembre. Sin olvidar que por esta infraestructura transitaron 24.923.774 de viajeros y en las pistas aterrizaron y despegaron 174.915 vuelos durante 2024. Las cifras supusieron un crecimiento del 11,5% y del 8,2%, respectivamente.
Hanneke Kézér, ejecutiva de TGW Consultancy y de Málaga2Taste: «Viajo a Holanda una vez cada tres semanas»
Esta ejecutiva holandesa ha elegido Málaga para residir por su cultura, su ambiente y su clima y por estar a sólo dos horas y media de Holanda, considerando un lujo hacer negocio en chanclas.
Bendala describe a este nuevo perfil de viajeros, que ya supone un volumen significativo, como el de «pasajeros frecuentes» y advierte de que «no es que hagan uno, dos, tres viajes al año, sino que hacen 10, 15 y 20 en un ejercicio. Hay gente que está trabajando cuatro días fuera y el resto en la Costa del Sol, y viceversa». El director del aeropuerto insiste en que «eso no lo veíamos antes» y recalca, además, que «es una novedad y no sólo ocurre en conexiones con las grandes capitales, sino que está sucediendo con ciudades mucho más pequeñas por esa conectividad que tenemos de frecuencias diarias con urbes europeas a las que puedes ir por la mañana un lunes y volverte un jueves. Y, además, son ciudades que lejos de tener una única frecuencia al día, tenemos una en la mañana y otra en la tarde. Esa versatilidad lo que está haciendo no es sólo atraer nómadas digitales, sino a gente que reside en Málaga con su familia y tiene su trabajo a lo mejor en Hamburgo o en Berlín, por poner unos ejemplos». A ellos se suman españoles que se asientan en la Costa del Sol al ser contratados por empresas con sede en ciudades europeas por esta facilidad para desplazarse cuando se les requiere. Bendala concreta que «esos perfiles son casi todos tecnológicos. Es evidente que eso tiene un valor añadido muy grande y una renta muy alta».
En verano hay hasta 906 vuelos, de salidas y llegadas a la semana, con Reino Unido y en invierno 456 con días de 80 operaciones
Es el caso de Oliver, profesional de una empresa de consultoría estratégica americana que trabaja con grandes empresas y fondos de inversión, que decidió hace cinco meses dejar la ciudad francesa de Toulouse para asentarse en Torremolinos y desempañar desde este municipio las mismas tareas con desplazamientos frecuentes a Francia y a los países a los que precisa viajar por motivos de trabajo. Asegura que este año prevé acabar con unos cuarenta viajes y afirma que la alta conectividad del aeropuerto, la hospitalidad de la gente y el clima han sido los elementos claves para tomar esta decisión. De padres holandeses, que ahora residen en Estados Unidos, pero nacido en Venezuela, Oliver explica: «paso aquí la mitad del tiempo. Esta semana he estado hasta el martes en Toulouse. La conexión aérea es fantástica. Volotea vuela cuatro veces a la semana y los precios son muy interesantes». Cuenta que eligió Torremolinos porque desde hace cinco o seis años es el lugar de encuentro en Navidad de un grupo de amigos expatriados de Venezuela. «La gente es muy agradable, muy hospitalaria, el tiempo es muy bueno y hay una gran facilidad para volar a cualquier parte del mundo. Mis padres también han comprado una casa aquí para venirse de EEUU al jubilarse».
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Esta alta conectividad sobre todo con Europa se traduce en que en esta temporada de verano, que para las aerolíneas acabará a final de este mes, de las 259 rutas disponibles, 210 conectan Málaga con países europeos. Un puente aéreo para el que las compañías elevaron su apuesta con una creciente oferta de vuelos y plazas con destinos al Viejo Continente, con más de 16,3 millones de asientos, de los 20,9 millones globales.
Otra pasajera frecuente en el aeropuerto de Málaga por motivos de trabajo pone en valor esta facilidad para volar desde Málaga. Es la holandesa Hanneke Kézer, que desde 2024 trabaja siempre que puede en remoto desde la Costa del Sol. «¡Negocios en chanclas! Justo por eso trabajo desde aquí para mis clientes holandeses», afirma. Kézer trabaja en dos empresas de Holanda: TGW Consultancy, una asesora en gestión hotelera y comercial que desarrolla conceptos de hospitalidad para grandes empresas holandesas, y en Malaga2Taste, una startup para turistas holandeses que ofrece inspiración, tours, eventos y workations para experimentar la mejor hospitalidad malagueña. «Es una forma de contribuir con este destino y compartir las mejores experiencias con la comunidad holandesa», asegura para apuntar que viaja una vez cada tres semanas a Holanda. «He elegido Málaga por su clima, pero sobre todo por su cultura, su ambiente, su gente amable, su comunidad inclusiva, su hermosa naturaleza, las posibilidades, la hospitalidad, la gastronomía, el patrimonio y su ambiente relajado. Y está a sólo dos horas y media de mi país. Viajo por toda España. Es una ciudad internacional que nunca duerme y porque cada vez más empresas internacionales encuentran su lugar aquí».
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Bendala afirma que «hay gente que está trabajando cuatro días fuera y el resto en la Costa del Sol, y viceversa»
La piedra angular de este fenómeno que va a más es el hecho de que el aeropuerto de Málaga es el cuarto de España con más conexiones directas. En plena temporada alta, esta infraestructura ha conseguido atraer el interés de 62 compañías que conectan la Costa del Sol con 157 ciudades del mundo. Una cifra que sólo es superada por los aeropuertos de Madrid y Barcelona, que empatan en conexiones con vuelos a 218 destinos, y Palma de Mallorca desde donde se puede viajar sin escalas a 194 ciudades.
José Mascaró, programador Senior de calidad del software: «Decidí residir en Málaga tras cuatro años en Dublín»
Este ingeniero Informático granadino asegura que desde Málaga ha trabajado en cuatro empresas durante seis años y, excepto en la primera, en todas ha realizado sus tareas laborales en remoto.
Esta conectividad aérea abre también oportunidades laborales a los jóvenes. Es el caso de Raúl Moreno y Juanjo Gámez, que no son malagueños aunque han estudiado en la Universidad de Málaga y han decidido hacer su vida en la capital de la Costa del Sol. Son dos jóvenes ingenieros que trabajan desde casa para empresas de Holanda y de Barcelona y que viajan a las sedes de las mismas de forma flexible cuando es necesario y en fechas de eventos fijos al año, para lo que contar con el aeropuerto de Málaga es todo un lujo. Raúl es ingeniero Cloud en la empresa Intercept que se dedica a proveer servicios y crear infraestructuras en la nube para otras empresas y que tiene su sede en la ciudad holandesa de Zwolle, a la que tarda unas cinco horas en llegar sumando el vuelo a Ámsterdam y el trayecto de una hora en tren. «Tenemos flexibilidad total para trabajar desde cualquier pueblo europeo que tenga una conexión con Internet. Hay fechas señaladas en Navidad y verano con reuniones durante varios días para conocer presencialmente a clientes. El resto va en función de las necesidades». Raúl valora de esta oportunidad que las retribuciones están muy por encima de la media de las que percibe un ingeniero trabajando en Málaga. En esta línea, Juanjo, ingeniero de Telecomunicaciones por la UMA, y como Raúl natural de la localidad jienense de Pozo Alcón, trabaja desde Málaga para una empresa con sede en Barcelona dedicada a la consultoría de software. Cuenta que hizo prácticas en el PTA y le ofrecieron renovar, pero asegura que el salario que le ofrecían no le daba para vivir en la capital de la Costa del Sol. Así que no dudó en buscar mejores condiciones fuera aprovechando la conectividad del aeropuerto. «El salario es más competitivo», detalla.
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210 Rutas en Europa
De las 259 rutas que ofrecen las aerolíneas en la actual temporada, 210 se concentran en ciudades del Viejo Continente.
El granadino José Mascaró, ingeniero Informático por la Universidad de Granada y con un año de estudios en USA, también ha elegido Málaga para vivir pese a que trabaja con una empresa con sede en París y en Barcelona como Programador Senior enfocado a la calidad del software. «En Málaga he estado en cuatro empresas durante seis años y excepto en la primera, en todas he trabajado en remoto», explica para detallar que tomó la decisión de residir en la Costa del Sol tras vivir en Dublín cuatro años.
También las aerolíneas aprecian el impacto de este nuevo perfil de viajero. Elena Cabrera, directora de Márketing y Ventas en España y Portugal de Ryanair, reconocía en una entrevista reciente a SUR que «se está notando. Ya no sólo es el tráfico de viajeros vacacionales, sino de pasajeros de Málaga que viajan a los destinos de nuestra red, muchos de ellos extranjeros que viven aquí porque trabajan en empresas tecnológicas. Este flujo está impulsando que podamos desestacionalizar y crecer más en invierno». Antonio de Toro, jefe de Ventas en España de United Airlines, confirma que «sí que se deja sentir. No solamente en el ámbito tecnológico, sino en otro tipo de industrias. De hecho, de ahí la buena ocupación en business».
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Desde Aena detallan que el aeropuerto tiene conexiones diarias con las capitales europeas y en una semana de verano cuenta con más de 905 vuelos de ida y vuelta con Reino Unido con hasta 56 diarios a Londres o 14 al día a Manchester; 148 semanales a París o 114 semanales a Bruselas.
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