El aeropuerto de Málaga estrena la temporada alta de las aerolíneas con apenas una decena de vuelos
En el aire queda toda la gran operativa del año, que en 2019 supuso la oferta de 16 millones de asientos para volar a la Costa
El cambio de hora en esta ocasión solo ha alargado más los días, una circunstancia que en situación de confinamiento hace mella. Pero ha dejado ... de lado la gran noticia para el turismo de la Costa. Y es que el adelanto de una hora marca también el inicio de la temporada alta de las aerolíneas, que este año ha tenido un estreno desolador con apenas una decena de vuelos de llegada y de salida en el aeropuerto de Málaga. Una infraestructura que en marzo del pasado año tuvo una actividad media de 315 aterrizajes y despegues y que en un día como hoy activaba el pasado año la gran operativa del ejercicio, para la que anunció una oferta de 16 millones de asientos, 7,1% más de asientos que en la misma temporada al de 2018. También anunciaba en dichas fechas un movimiento de casi 100.000 vuelos, al aumentar un 5,8% el volumen de vuelos programados para este periodo de 2019, comprendido entre finales de marzo hasta el cambio de hora de octubre.
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Sin embargo, esta mañana los paneles de información de vuelos del aeropuerto advertían de un escenario en el que no caben grandes anuncios porque la actividad en este inicio de la temporada alta de las aerolíneas se reduce a seis vuelos para traer a casa a españoles y a cuatro operaciones excepcionales para repatriar a los últimos turistas de la Costa del Sol. «No hay datos porque las operaciones que se están realizando ya en estos días son vuelos extraordinarios para repatriar a viajeros internacionales y a españoles que en ocasiones se programan sobre la marcha y que en otras se cancelan igualmente», señalan desde Aena.
Unos accesos al aeropuerto desiertos, unas cintas que sólo llegan hasta la T2, donde se ha concentrado la escasa actividad de estas instalaciones, unos restaurantes y puntos de información de las aerolíneas cerrados, complicando aún más las esperas, advierten de que el turismo en la Costa está en peligro de extinción. En las pistas se alinean los aviones parados de las principales compañías que operan en esta infraestructura y que no tienen planes de emprender vuelo hasta junio.
Un preocupante panorama que contrasta con el anuncio que se hacía en estas fechas del pasado año de que el aeropuerto malagueño contaba en la temporada de verano con medio centenar de compañías aéreas que conectaban con 133 destinos a través de 235 rutas, 22 de ellas nuevas.
Las pantallas resumían la actividad del día de hoy en conexiones con Ceuta, Barcelona, Malta, Arlanda, en Estocolmo, o la ciudad belga de Antwerp.
Y sobre el futuro más inmediato nada que avanzar. Sin datos sobre la actividad que tendrá este año el aeropuerto de Málaga en la temporada alta, entre otras cosas porque las grandes aerolíneas y las de bajo coste tienen a sus aviones parados al menos hasta el próximo mes de junio, incluida la flota de Ryanair, que es la aerolínea que más pasajeros movió en Málaga el pasado año superando los cinco millones de viajeros.
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También quedan en el aire las nuevas conexiones anunciadas antes de que estallara la crisis del coronavirus. Y eso que este verano Málaga consolidaba las nuevas rutas con los países del Golfo, con el avance de Qatar Airways de conectar la Costa todos los días en julio y agosto con la capital de Doha.
La operación de Qatar Airways estaba previsto que comenzara el próximo 24 de mayo y se desarrollara hasta el 28 de septiembre con un avión B777, que incluye su patentada 'Qsuite', que está considerada el 'Mejor Asiento de Clase Business del Mundo'. El vuelo contaría con 42 asientos en esta selecta clase y 316 asientos en la de 'Turista'. Sin embargo esta compañía, como el resto de la zona, están sufriendo el impacto de una crisis que les ha llevado a dejar a sus aviones en tierra, apuntando la IATA que «van a tener que acudir a las ayudas de Estado para sobrevivir, según los profesionales del sector y los analistas».
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Igualmente, quedan sin concretar los planes de Etihad Airways de estrenarse este verano en el aeropuerto de Málaga. La compañía había anunciado tres vuelos semanales, vía Rabat, que conectarían la Costa del Sol, desde el próximo 26 de junio hasta el 13 de septiembre, con Abu Dhabi. Los vuelos estaban previsto que fueran operados por un Boeing 787-9 Dreamliner.
Y en suspenso quedan las conexiones con Tel Aviv, un vuelo que se consolidaba y se ampliaba al sumarse a esta operativa Air Europa, que paralizó estas operaciones al inicio de la crisis al cerrar Israel las fronteras a los vuelos procedentes de España.
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Los datos hablan de la mayor crisis para las aerolíneas. El Covid-19 dejará en las compañías europeas pérdidas de 69.000 millones de euros, y España será uno de los países más afectados con 11.800 millones de euros menos, según ha advertido la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que añadió que además que la crisis del sector aéreo se podría extender a otras actividades económicas y causar en Europa un impacto de hasta 343.000 millones de euros en el PIB continental, de los que 44.400 millones corresponderían a España que señala como el país europeo más golpeado en cuanto a empleos y parte del PIB afectado. Sin embargo, precisa que sería Reino Unido, el principal mercado para la Costa del Sol, el que más pérdidas directas de ingresos sufriría, por valor de 19.700 millones de euros, afectando a 402.000 trabajadores y 29.600 millones de euros de su producto interior bruto.
Ante la situación actual ha quedado en anécdota la pérdida, tras once años operando en Málaga, del vuelo directo de Delta Air Lines con Nueva York. El sector confía en poder recuperar el pulso cuanto antes, conscientes de que la temporada alta está prácticamente perdida.
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