«Me dieron la soltura necesaria para estar frente al público»

Le encanta la cocina, se define «cocinero frustrado», pero lo suyo es organizar y atender al público. Y en esta labor de cuidado y mimo ... hacia el cliente, la escuela le dio la soltura necesaria y la profesionalidad que requiere el oficio siempre delicado de la adecuada atención personal. Nació en Ceuta y allí empezó a trabajar en bares y pizzerías. Su padre, militar, fue destinado a Málaga, y le hablaron de La Cónsula como el centro en el que podía formarse de la manera más adecuada. Para él fue como una gran familia, ya que pasaban mañana y tarde en la escuela de Churriana y luego los fines de semana trabajaban en hoteles y cátering. «Nos enseñaron que el cliente debe disfrutar del servicio, lo que supone un escalón más en la atención que se le presta». Al terminar los estudios trabajó en el Café de París, Los Monteros y Montesancha, entre otros. Ya en la cadena NH ha abierto distintos hoteles. Ahora, desde su puesto de responsabilidad tiene a chicos y chicas en prácticas y también a personal fijo que se ha formado en la escuela.