Los orgullosos miembros de Málaga Basement Team, con Bernardo Quintero en el centro. Marilú Báez
Exclusiva SUR

En el sótano de Google en Málaga: Bernardo Quintero y un equipo de veinteañeros 'cocinan' el ChatGPT de la ciberseguridad

El fundador de VirusTotal deja las tareas directivas y vuelve a emprender, desde dentro de la multinacional, con Omnia: una plataforma de IA aplicada a la ciberseguridad que sirve tanto para expertos como para ciudadanos

Nuria Triguero

Málaga

Martes, 23 de septiembre 2025, 00:15

Nos recibe en el 'hall' de Google Málaga con cara de cansado. «No he dormido mucho... Es que ayer me quedé hasta la una de ... la mañana trabajando». ¿Algún ciberataque gordo del que no nos hayamos enterado? «No, estaba liado con mis cosas y se me van las horas», dice como disculpándose. Tampoco se ha ido de vacaciones este verano. Bernardo Quintero se siente «como un niño chico» de nuevo: vuelve a cacharrear, a experimentar, a crear y romper cosas... a emprender. No se ha ido de Google: lo está haciendo desde dentro. A finales de mayo anunció que dejaba la gestión de equipos para volver «al origen, a lo que me apasiona, a lo que me hace feliz»: o sea, la innovación. Una decisión que sorprendió dentro y fuera de la empresa, pero que para el ingeniero veleño tiene todo el sentido. «Me vuelvo a la cueva, al sótano… a ese sitio donde se cocinan las ideas», afirmó entonces.

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Lo del sótano es literal. Quintero trabaja desde hace meses (desde antes de hacer oficial su paso al lado) en la planta -1 del GSEC, al frente de un pequeño equipo de cinco personas -cuatro de las cuales están recién salidas de la Universidad- que juega a cocinar recetas experimentales con dos ingredientes: IA y ciberseguridad. Se han autobautizado como Málaga Basement Team y ya son un poco famosos dentro de Google: varios altos cargos vinieron a visitarles desde EE UU hace poco. Se han hecho hasta 'merchandising': gorras y camisetas donde se leen los lemas «Innovar para proteger» y «Stealth, Purpose, Impact [Sigilo, Propósito, Impacto]».

No están en el sótano por postureo, aunque hayan hecho de la necesidad virtud. Trabajan allí porque cuando Bernardo les reclutó, a principios de este año, ninguno era empleado de Google, así que por motivos de confidencialidad no tenían permitido el acceso a las plantas nobles del GSEC. «Yo ya llevaba tiempo experimentando con temas de IA y, junto a Javier López, el director de la Cátedra de Ciberseguridad de la UMA [que está financiada por Google], decidimos a principios de este año sacar unas plazas para que varios chavales vinieran a trabajar aquí conmigo en un proyecto de I+D», explica Quintero.

Mentes brillantes de la UMA

Respondieron a la convocatoria de la Cátedra algunas de las mentes más brillantes de las escuelas de ingeniería de la UMA. Arturo Aguilera, Álvaro Sánchez y Alejandro García tienen 22 ó 23 años: los dos primeros son del doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas y el tercero, de Ingeniería Informática. Y los tres hicieron el año pasado el curso de Ingeniería Inversa y Análisis de Malware que organiza la citada cátedra. El cuarto miembro del Málaga Basement Team es la excepción en cuanto a edad: Darío Guerrero tiene 46 años y acababa de dejar su plaza de funcionario en el Centro de Supercomputación de la UMA porque se aburría; estaba empezando a explorar otros caminos cuando Manolo Enciso, el director de la Escuela de Informática, se lo presentó a Quintero. Hubo 'match' y allí está, haciendo lo que le gusta hacer desde niño: cacharrear. Y la quinta pieza, Natalia, en realidad pasaba por allí: estaba trabajando en el sótano, pero en otro proyecto de su especialidad, la experiencia y la interfaz de usuario (UX/UI). De tanto oírles -porque hablan y discuten mucho-, empezó a implicarse en los desafíos que abordaban sus compañeros y acabó embarcada de lleno en la aventura.

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Omnia se llama la 'criatura' que están creando en el sótano de Google. El desafío inicial con el que andaba Bernardo obsesionado era automatizar mediante IA una ardua tarea que hasta ahora los analistas de ciberseguridad hacen 'a mano': analizar los ficheros para saber si son maliciosos. Para ello tienen que 'desensamblar' el fichero y ver el código. Ese reto está en vías de ser resuelto: hay muchos tipos de ficheros y tienen que entrenar a la inteligencia artificial en todos ellos, pero ya han comprobado que se puede hacer. Lo que ocurre es que el tema enseguida se les fue de las manos. Lo que han acabado construyendo va mucho más allá de esa tarea específica. Omnia significa en latín 'todo' y eso es lo que pretende ser: una plataforma capaz de ayudar en todo tipo de tareas relacionadas con la ciberseguridad.

¿Qué es Omnia?

Quintero da la versión larga de qué es Omnia: «Es una plataforma de IA aplicada a la ciberseguridad y pensada para la comunidad, tanto para expertos analistas como para la ciudadanía. Funciona como un chat especializado en análisis de virus y cualquier otro aspecto de la ciberseguridad, pudiendo hacer tareas muy técnicas o atender dudas a nivel de usuario. Omnia sabe manejar herramientas de seguridad para poder asistir mejor tanto en investigaciones como en cualquier necesidad que un usuario pueda tener. Además, permite a los usuarios crear y compartir recursos como preguntas avanzadas ('prompts'), flujos de trabajo, bases de conocimiento y agentes inteligentes, con la flexibilidad de utilizar diferentes modelos de IA. En definitiva, un espacio colaborativo basado en IA donde expertos y curiosos pueden aprender, experimentar y contribuir a hacer internet más seguro».

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La versión corta es cortesía de la propia Omnia: «Es una plataforma de inteligencia artificial en ciberseguridad, abierta a expertos y ciudadanos, que funciona como un chat especializado y colaborativo para aprender, investigar y protegerse en Internet».

Como buena 'startup' (aunque sea interna), el Málaga Basement Team trabaja mucho y rápido. «Si algo tenemos en común todos es que amamos lo que hacemos. Y cuando tú amas lo que haces no miras el reloj: en mitad de la noche te acuerdas de cómo podrías solucionar un problema y te pones... a la hora que sea, si ponemos un mensaje en el chat, alguien responde seguro», explica Alejandro. Y así, en tiempo récord tenían listo un prototipo que presentaron a nivel interno en Google y ahora está siendo probado por más de 800 analistas de la multinacional. Dentro de poco -puede que para finales de este mes- esperan lanzar una versión de la plataforma abierta para toda la comunidad. «La idea con la que hemos construido Omnia es que sea una herramienta para la comunidad; algo así como el VirusTotal de la inteligencia artificial», explican.

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Del sótano a la planta noble: fichados por Google

Este proyecto de I+D en las 'catacumbas' del GSEC ha servido ya de ascensor a dos de sus miembros hacia las plantas de arriba: Álvaro lleva un par de meses ya contratado en Google -compagina su trabajo 'normal' como programador 'frontend' con el del sótano- y Arturo ha superado la entrevista de trabajo y está a la espera de una vacante. Alejandro de momento no quiere hacer la entrevista, pese a la presión de la familia: «Antes quiero estar seguro de que es lo que quiero. Lo que hemos construido aquí está causando sensación dentro de Google. Trabajamos como queremos en algo que nos apasiona, nos movemos rápido... No sé si me hace falta llevar la etiqueta de 'googler'», explica. «¡Lo que quiere es presumir de haber dicho que no a Google!», exclama Quintero con fingido enfado. Así que de momento, son Álvaro y Bernardo los encargados de subir a las 'microkitchens' de las plantas de arriba a por provisiones cuando hay hambre en el sótano.

Las similitudes de esta cuadrilla con los inicios de VirusTotal son tan evidentes -un equipo de seis miembros, esa actitud de abrir puertas sin pedir permiso, el ambiente 100% informal, la falta de protocolo y jerarquía o la velocidad ultraacelerada- que surge una pregunta: ¿hay celos entre los miembros 'senior' de VirusTotal? «Hay cierta pelusilla arriba; creo que algo sí que me echan de menos», dice riendo el fundador, que está «feliz» de haber vuelto a hacer lo que de verdad le gusta... y haber dejado lo que no le gusta: las reuniones. Asegura que no le ha costado nada delegar. «Ya lo hacía antes de dar el paso al lado... En VirusTotal hay un equipazo y personas como Juan Antonio Infantes, Paloma Simón o Emiliano Martínez asumían ya muchas tareas de gestión; ahora tienen la oportunidad de que se visibilice más su liderazgo y de seguir ascendiendo», afirma.

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Aviso a navegantes: la Cátedra de Ciberseguridad de la UMA sacará próximamente una nueva plaza para ampliar este singular equipo.

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