Bernardo Quintero, de Virustotal, en su intervención.

Barcamp Málaga: lo que me dejan contar de la reunión secreta de las 'startups'

Nueve años después, los fundadores de Virustotal, Panoramio, Freepik, BeSoccer y Uptodown, entre otros destacados emprendedores, vuelven a reunirse para hablar a tumba abierta de sus negocios en pleno auge de Málaga como polo tecnológico

Nuria Triguero

MÁLAGA

Domingo, 15 de mayo 2022, 00:17

Una de las charlas apuntadas en la pizarra ilustra la evolución de Barcamp Málaga y sus protagonistas nueve años después: «De tieso a gestionar patrimonio». Aunque en honor a la verdad ya había algún millonario entre los participantes de las primeras Barcamp entre 2010 y 2013, el salto dado desde entonces por 'startups' como BeSoccer, Freepik, Smartick o Uptodown ha sido exponencial. Algunas eran 'startups' prometedoras y otras no llegaban ni a eso. Ahora facturan decenas de millones de euros y dan trabajo a cientos de empleados. Eso por no hablar de la escalada de Virustotal dentro de Google: en 2012, cuando fue comprada por el gigante de Mountain View, eran seis ingenieros incluyendo a Bernardo Quintero; ahora pasan de 50 y hay un centro de excelencia en ciberseguridad de alcance europeo construyéndose en el paseo de la Farola.

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Barcamp Málaga ha vuelto este fin de semana a reunir a la aristocracia emprendedora de Málaga nueve años después de su anterior edición y con el mismo espíritu: un encuentro privado e informal muy reducido –no más de 25 personas– en el que no hay más guión que una pizarra donde cada participante apunta de lo que quiere hablar. «Hay muchos encuentros de 'startups' y tecnología, pero Barcamp es única. Aquí se viene a hablar a tumba abierta, con datos y sin filtros. Nadie vende 'bullshit' y hay que estar dispuestos a que te pregunten y te cuestionen, porque así es como se aprende», resume Luis Hernández, cofundador de Uptodown, que ha prestado su nueva oficina en el Centro de Málaga para celebrar este reencuentro.

Quienes participan en esta especie de Club Bildelberg de 'startups' firman un acuerdo de confidencialidad tácito: todos revelan datos, 'tripas' del negocio e información sensible porque «lo que pasa en la Barcamp, se queda en la Barcamp», apunta José Florido. Él fue el ideólogo de la primera cita junto con Joaquín Cuenca (ambos fueron socios en Panoramio). Corría 2010; Florido vivía en San Francisco y venía a su ciudad natal en vacaciones y Cuenca se había mudado a Málaga recientemente; ambos estaban deseando conocer a emprendedores tecnológicos en una ciudad que carecía de ecosistema 'startup'. «No descubrimos nada nuevo, nos inspiramos en las barcamp que se hacían en Silicon Valley: reuniones intensivas y muy privadas donde no hay ponentes y oyentes, sino que todo el mundo aporta», explica. Aquellas primeras Barcamp fueron clave para poner en contacto a la generación de emprendedores que ha puesto a Málaga en el mapa 'tech'.

Para esta edición 2022, Florido ha tirado de nuevo del carro. Ahora trabaja para Meta (es decir, para Facebook, WhatsApp e Instagram) y, gracias al teletrabajo, vive a caballo entre Berkeley y Málaga. Entre el núcleo duro de la Barcamp hubo un debate previo a este reencuentro sobre si mantener los mismos participantes o buscar savia nueva. «En esta edición hemos decidido estar los mismos, aunque con algunas incorporaciones», explica Bernardo Quintero.

Entre nuevos y veteranos, lo cierto es que la conjunción de talento impresiona. Por las oficinas de Uptodown han pasado este fin de semana los fundadores de Panoramio, Freepik, Besoccer, Uptopdown, Smartick, Virustotal, SemSeoyMás, Weblogs y Gamepolis junto a algunos invitados de fuera de Málaga: Eduardo Manchón (cofundador de Panoramio), Andrés Torrubia (fundador de Fixr y experto en inteligencia artificial), los inversores Jon Uriarte y Tom Horsey o el abogado que más sabe de venta de 'startups' en España, Eduardo Coca. Entre las novedades, un panel para debatir sobre el papel de los medios en la construcción del ecosistema 'tech' malagueño con la participación de SUR y 'El Español'.

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Barcamp mantiene el mismo espíritu, pero las preocupaciones de aquellos jóvenes emprendedores han cambiado sustancialmente ahora que empiezan a peinar canas. Si hace diez años debatían cómo apurar los servidores para albergar más tráfico, ahora hablan sobre cómo digerir el crecimiento de sus negocios, la gestión del talento, los sueldos del sector, el riesgo de que la Málaga tecnológica muera de éxito o incluso la gentrificación de la ciudad. Ahora son empresarios conscientes de su capacidad de influencia -a más de uno los políticos les persiguen- y están dispuestos a ejercerla en pro del ecosistema. El 'catering', por cierto, también ha dado un salto de calidad, aunque haya quien eche de menos las pizzas y las latas de cerveza.

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