El muro de los franceses tuvo 1400 metros de longitud aproximadamente.

El muro de los franceses: Así intentaron en Alpandeire parar al ejército de Napoleón

En 1810 en este pueblo del Alto Genal se construyó una barrera de casi un kilómetro y medio de longitud para evitar el paso de las tropas invasoras

Sábado, 6 de febrero 2021, 15:32

Las tropas de Napoleón ya habían pasado con virulencia por otros pueblos de la Serranía de Ronda. Era el año 1810 y se libraba ... la Guerra de la Independencia. La posible llegada del ejército francés provocaba el miedo en los habitantes del pueblo de Alpandeire. Para disuadir a las huestes invasoras de que entraran en la villa incluso intentaron poner un gran obstáculo en su camino.

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En concreto, el general Francisco Javier de Abadía pidió al por entonces alcalde de este municipio, Antonio Tomás Cortés, que construyera una gran trinchera con piedras que sirviera para cortar el paso a la caballería francesa. Y así lo hicieron los vecinos, en lo que hoy, más de dos siglos después, se conoce todavía como el 'muro de los franceses'. Llegó a medir 1680 varas, es decir, unos 1400 metros de longitud.

Pero esta gran barricada de piedra seca no fue suficiente para detener el avance de las huestes enemigas ni al pueblo ni hacia el Campo de Gibraltar. La caballería invasora consiguió eludir esta barrera que pudo tener un metro de altura aproximadamente. Lo hicieron por el conocido como camino de los Infiernillos, que les permitió llegar al cerro del Cuervo, situado justo frente al casco urbano de Alpandeire. Así lo explica el vecino Gaspar Mena, profesor jubilado que ha estudiado con detenimiento esta parte de la historia del pueblo.

Esta trinchera se construyó sólo con piedras.

El muro de los franceses, que aún se conserva casi en su totalidad en terreno privado, se encuentra en la zona denominada hoy como Puente de las Albarradas. A simple vista hoy puede parecer una linde tradicional entre terrenos, pero es uno de los símbolos de la Guerra de la Independencia que aún se conservan en este pueblo del Alto Genal. Eso sí, su ineficacia como modo de contención propició que hoy esté más bien olvidado.

Al ver que la caballería de Napoleón pudo eludir el obstáculo del muro, «el alcalde de Alpandeire para evitar una masacre decidió rendirse y agasajar a los invasores», explica Mena. Pero esa claudicación provocó el enfado del general Abadía, quien calificó a Antonio Tomás Cortés de afrancesado e incluso le llegó a imponer una dura sanción.

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Esta barrera de piedras aún se conserva parcialmente en la zona conocida como Puente las Albarradas.

Sin embargo, según explica Gaspar Mena, el alcalde pandito, en realidad, con su actitud impidió la destrucción del pueblo y muchas muertes. Además, este historiador recuerda que esta localidad de la Serranía de Ronda fue una fiel aliada de la resistencia española. Además de muchos vecinos que se alistaron a la Junta de Defensa Nacional, se hicieron importantes donaciones a la causa. En concreto, Mena detalla que fueron 12.024 reales y 593 fanegas de trigo. Por todo ello, cuatro años después el propio rey Fernando VII decidió otorgar a Alpandeire el título de Noble y Fidelísima Villa. Este último calificativo se hizo incorporar en su escudo.

Tal y como explica Mena, éste y otros episodios de aquella época han llegado hasta nuestros días gracias a las publicaciones de Diego Vázquez Otero, un político e historiador, nacido en el pueblo, que tuvo acceso a los archivos municipales de la villa, antes de que éstos fueran destruidos durante la Guerra Civil.

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