Dibujo de Santa Cruz para Gibralfaro. Archivo Díaz de Escovar-Fundación Unicaja
A la sombra de la historia

El Castillo de Gibralfaro, cien años de uso municipal

Víctor Heredia

Viernes, 18 de julio 2025, 00:24

El Castillo de Gibralfaro es uno de los emblemas de la ciudad. Su silueta domina el caserío del centro y aparece en el escudo que ... concedieron los Reyes Católicos al municipio en 1494. También lo podemos ver representado en el techo del Teatro Cervantes y en la gran vidriera del Mercado de Atarazanas.

Publicidad

El castillo fue construido a mediados del siglo XIV, aunque sin duda hubo algún tipo de edificación anterior, que pudo tener también carácter militar o servir como faro –o ambas cosas a la vez–. Esto último habría dado la particular etimología del topónimo, generalmente interpretada como «monte del faro». El castillo completaba la estructura defensiva de la ciudad medieval, al proteger la ya existente Alcazaba, situada a menor altura, cuando ya se había extendido el uso de la artillería. El perímetro de la fortaleza se adapta a las características del terreno, ocupando un recinto de más de 12.600 metros cuadrados. La muralla que rodea el castillo mide 733 metros de longitud y está jalonada por ocho torres. La más importante es la Torre Blanca, una torre albarrana que se separa de la muralla para asegurar ese flanco.

Gibralfaro fue el núcleo de la resistencia de los nazaríes, comandados por Hamet el Zegrí, durante el asedio castellano de 1487. Considerada una de las fortificaciones más inexpugnables de la península, con los cristianos mantuvo su uso militar, contando con una guarnición permanente y sirviendo de prisión y de residencia del gobernador militar.

Después del Desastre de Annual, en 1921, el Ejército reorganizó las instalaciones militares destinadas a servir de apoyo a las operaciones en Marruecos. El Castillo de Gibralfaro presentaba un estado de abandono y su ubicación no era especialmente útil para las unidades que allí se alojaban. En febrero de 1924 el dictador Primo de Rivera anunció que se iba a destinar a Málaga una brigada de reserva preparada para ir a África, formada por unos 6.000 soldados. Para albergarla se iba a construir un campamento en las inmediaciones de Torremolinos. El lugar elegido fue el Cortijo de Velarde, donde comenzaron las obras de adecuación bajo la dirección del comandante de Ingenieros Tomás Moreno Lázaro. El 11 de marzo de 1925 las tropas acudieron ala ubicación del futuro campamento, donde se les ofreció un rancho extraordinario. Ese mismo día se supo que el alcalde, el doctor Gálvez Ginachero, se había entrevistado con el ministro de la Guerra, presentándole la solicitud de que Gibralfaro fuera cedido a la ciudad.

Publicidad

En los meses siguientes los trámites avanzaron de forma paralela. En mayo el Ayuntamiento cedió al Ejército los terrenos del futuro Campamento Benítez, que no sería inaugurado hasta octubre de 1928. Por su parte, el presidente interino del Directorio Militar, Antonio Magaz, firmó el 6 de septiembre una real orden por la que se autorizaba al Ayuntamiento de Málaga «para establecer un parque y otros elementos de embellecimiento en la atalaya y monte de Gibralfaro». La medida aclaraba que se trataba de una autorización, y no de una donación, por lo que el Ramo de Guerra mantenía todos sus derechos posesorios sobre la fortaleza.

Toma del castillo

El 5 de noviembre de 1925 se produjo «la toma del Castillo de Gibralfaro por los elementos civiles de la ciudad», como escribió el diario 'La Unión Mercantil'. A las diez de la mañana las autoridades militares formalizaron la entrega del recinto. Acudieron el alcalde accidental, Eduardo Heredia Guerrero, y José Bores Romero y Fernando Guerrero Strachan como ingeniero y arquitecto municipales. Se levantó la correspondiente acta, se hizo la última guardia y se retiró el destacamento que había permanecido allí hasta ese día.

Publicidad

El deseo municipal para hacerse con Gibralfaro se debía a que en el Plan de Grandes Reformas aprobado en 1924 se había incluido la vieja aspiración de construir un paseo de altura alrededor de la fortaleza, así como obras de embellecimiento del entorno que permitieran reforzar su atractivo turístico. Hubo proyectos, pero el paseo no se hizo y el castillo entró en una situación de prolongado abandono, a pesar de que en 1931 fue declarado monumento histórico-artístico. En los años cuarenta se realizó la repoblación forestal del monte y se construyó la hostería, elevada a la categoría de parador en 1965. En junio de este año el Ejército aprobó la cesión del dominio del Castillo de Gibralfaro a la ciudad. En 1977 se derribaron las edificaciones militares para ajardinar el interior del recinto, que fue sometido a una restauración en diversas fases a partir de 1989. En julio de 1998 se inauguró el centro de interpretación en el antiguo polvorín, una joya de la arquitectura militar del siglo XVIII.

El proyecto monumental de Ramón Santa Cruz

El arquitecto Ramón Santa Cruz presentó en 1928 un grandioso proyecto para el monte Gibralfaro. Proponía la realización de caminos con explanadas, glorietas, balcones volados, pérgolas y fuentes que ofrecieran atractivas vistas panorámicas del mar y de la ciudad. Esta actuación implicaba la plantación de una abundante arboleda para crear un bosque semejante al de la Alhambra y la creación de jardines en lo que todavía era el barrio de la Alcazaba. Proponía instalar un museo en el Castillo y una biblioteca en la Alcazaba, además de un restaurante y un espacio deportivo y de atracciones.Defendía un proyecto original, «algo que no se parezca a lo realizado en otros países, algo inconfundible y que surja de Málaga como espontáneo y típico». Santa Cruz publicó unos bocetos en los que se ven amplias escalinatas, templetes de estilo hindú, jardines, estanques, estatuas de animales, miradores y una esbelta torre. El conjunto monumental se completaba con unos edificios de inspiración oriental con un encantador aire 'kitsch', que recordaban los decorados de las películas de Hollywood.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad