El robo a la farmacia de Puerto de la Torre que acabó en tragedia: los ladrones huyeron sin botín

Las alarmas empezaron a sonar sobre las cinco menos cuarto de esta madrugada. El asalto a una farmacia de Puerto de la Torre que ha terminado en tragedia, con un policía y tres fugitivos fallecidos, se saldó sin botín para los ladrones, que accedieron al negocio tras manipular el sistema de seguridad, según ha podido saber SUR.

De acuerdo con las fuentes, los autores accedieron al interior de la botica, situada en la calle Lope de Rueda, sin necesidad de forzar la persiana. Una vez dentro, se dirigieron hacia el cajón monedero, situado junto al mostrador, e intentaron arrancarlo a mazazos.

No lo consiguieron, ya que la máquina con el dinero se encontraba bien anclada en el suelo. Lo máximo que lograron fue dejarle algunas marcas, fruto de los golpes. Finalmente, desistieron de su intento y se dieron a la fuga en un coche de gran cilindrada. A partir de ahí se inició una persecución a gran velocidad en la que participaron efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local.

Al cabo de unos minutos, sobre las 5.30 horas, se produjo el fatal siniestro en una salida de la A-7 hacia Torremolinos. Hay distintas versiones sobre el accidente, que aún está bajo investigación de la Guardia Civil de Tráfico. Lo que parece claro es que se produjo una colisión frontal entre dos coches y que, al parecer, el vehículo en el que huían los fugitivos circulaba en sentido contrario.

Son varios los asaltos a farmacias ocurridos en Málaga en lo que va de año, lo que se ha convertido en un motivo de preocupación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Uno de los más recientes tuvo lugar la madrugada del último sábado de abril, entre las 4.55 y las 5.00 horas.

Las cámaras de seguridad de la farmacia ubicada en el distrito de Puerto de la Torre capturaron a dos varones, con el rostro oculto, una maza y un hacha, fracturando el cristal del local para acceder al mismo. Ya en el interior, supuestamente, cortaron los cables de los cajones con el dinero en efectivo y se los llevaron.

Sobre las 5.30 del pasado jueves 1 de mayo, saltaron las alarmas de otra farmacia situada en el distrito de Carretera de Cádiz. Hasta el lugar acudió una dotación del Cuerpo Nacional de Policía, que encontró roto el cristal del escaparate, una pared de pladur y una estantería.

A su llegada, cuenta la titular del negocio, se percató de que habían sustraído la máquina de cobro de efectivo. Apenas media hora más tarde, una botica de San Pedro Alcántara (Marbella) fue asaltada empleando el mismo modus operandi.

Con los propietarios de la farmacia ya en vilo, la madrugada del pasado 29 de mayo, en Camino de Los Prados, en Málaga capital, cuatro individuos reventaron la cristalera a mazazos y, tras hacerse con el botín, se dieron a la fuga a bordo de un vehículo. Los autores, que iban con el rostro oculto, perpetraron el robo en apenas cinco minutos e iban en busca del dinero de la caja registradora.

Desde entonces, uno de los grupos de robos de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Málaga mantenía una investigación abierta para tratar de esclarecer los hechos y localizar a los sospechosos, a los que le seguían la pista de cerca. En estos momentos, los agentes tratan de averiguar si los fallecidos en el accidente de esta madrugada estarían implicados en los anteriores asaltos.

Por su parte, el Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga (ICOFMA) ha informado de que esta misma mañana ha solicitado a las administraciones públicas medidas urgentes que refuercen la seguridad de las farmacias en la provincia «tras los graves incidentes ocurridos en los últimos días». Por su parte, su presidente, Francisco Criado Martínez, ha manifestado que, además de los daños materiales causados en los asaltos, «genera una creciente sensación de inseguridad entre los profesionales farmacéuticos, especialmente en aquellas farmacias que desarrollan su labor en horario nocturno o en zonas vulnerables».

Asimismo, el colegio ha hecho hincapié en que las farmacias son «establecimientos sanitarios de primera necesidad» y «puntos de apoyo y referencia para la población, especialmente para los sectores más desfavorecidos». En este sentido, han insistido en «la necesidad de preservar la confianza de la ciudadanía y garantizar un entorno accesible, seguro y protegido».

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