Prisión para el hombre que dejó inconsciente de un puñetazo a un cura de Málaga al grito de «masones»

Prisión provisional, comunicada y sin fianza para el presunto autor de la agresión a un cura de Málaga, quien quedó inconsciente tras recibir un puñetazo en la cara al grito de «masones». Los hechos sucedieron a última hora del pasado 24 de marzo, aunque la detención no se ha producido hasta esta semana tras una intensa investigación policial.

Así, el sospechoso fue puesto este jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, que era el que se encontraba en funciones de guardia, cuya titular ha decretado el ingreso del hombre en un centro penitenciario. Según las fuentes, se sospecha que pueda padecer una enfermedad mental, aunque no está diagnosticado.

El suceso ocurrió sobre las once de la noche del pasado día 24, cuando la víctima, el sacerdote Salvador Gil, que es párroco de la Amargura, acompañaba a otro cura al ‘parking’ de la plaza San Juan de la Cruz. El supuesto agresor se abalanzó sobre ellos al grito de «masones» y golpeó al religioso, que quedó inconsciente.

Al cabo de un rato, el perjudicado recuperó la consciencia, aunque permaneció muy aturdido las siguientes unas horas. El hombre fue trasladado en ambulancia al Hospital Regional Universitario de Málaga con un traumatismo craneoencefálico.

La Policía Nacional asumió la investigación por el suceso, que ha quedado esclarecido esta semana con la detención del supuesto autor, un varón de 28 años. Las indagaciones se iniciaron con la visualización de las cámaras de seguridad de la zona, aunque las mismas captaron imágenes parciales del sospechoso, además de la declaración del acompañante de la víctima mientras el sacerdote permanecía ingresado.

Una vez que el perjudicado se recuperó y pudo testificar, los agentes realizaron una reconstrucción de los hechos que permitió obtener datos de interés. Entre otros detalles, tanto la víctima como su amigo destacaron la altura del agresor, de algo más de 1,90, según han concretado fuentes policiales.

Salvador Gil, sacerdote rondeño de 49 años, lleva más de una década ejerciendo su labor en la Parroquia de la Amargura, en su primera etapa como coadjutor del exdeán de la Catedral Antonio Aguilera y es muy querido por su feligresía por su carisma y cercanía. Durante casi toda la década anterior fue también el delegado de Infancia y Juventud de la diócesis de Málaga, y se formó unos años en Roma.

Es también el director espiritual de la cofradía de Zamarrilla, patrono de la Fundación Victoria y profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos y de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UMA.

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