Los policías que salvaron a un hombre que saltó al vacío en Vélez: «Lo hemos sujetado como si fuera la última cosa en la Tierra»

José Miguel y Claudio, subinspector y oficial, respectivamente, reconocen sentirse doloridos y satisfechos a partes iguales tras sostenerlo durante 20 minutos que se les hicieron «eternos»

Sábado, 18 de octubre 2025, 00:22

Era su primer servicio tras regresar de Gaza, donde ha estado de misión con la Unión Europea durante seis meses. La llamada entró sobre las ... siete de la mañana para prestar apoyo a los servicios sanitarios, que trataban de asistir a un hombre de unos 30 años muy «agitado» y, previsiblemente, bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente. Pero, José Miguel Postigo, subinspector de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Policía Nacional de Vélez-Málaga, escuchó voces de fondo y el instinto no le falló: movilizó a tres patrullas y, junto con su oficial, terminó salvándole la vida al vecino de Torre del Mar, quien, «totalmente fuera de sí», saltó de espaldas al vacío.

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Apostado en el balcón y diciendo frases inconexas. Así encontraron los agentes al ciudadano que, con esfuerzo y con ayuda de los vecinos, consiguieron rescatar. «No entraba en razón», pero decidieron no separarse de él más de un metro y medio; la altura del piso rondaba los diez. «No penséis que voy a saltar», fueron las últimas palabras que dijo, recuerda el subinspector. Acto seguido, saltó, de espaldas y ayudándose de una especie de banco.

«Me lancé lo más rápido que pude, lo conseguí coger del tobillo y junto con Claudio lo sujeté como si fuera la última cosa en la Tierra». Aunque trataron de subirlo y ponerlo a salvo, comenzó a moverse de manera «muy violenta», lo que hacía imposible la maniobra. Con más de medio cuerpo en el vacío y con la cabeza hacia abajo, el oficial de policía Claudio Silva explica que la única alternativa era movilizar a los vecinos: «Les pedí que tiraran colchones, almohadas o cualquier objeto que pudiera amortiguar la caída».

20 fueron los minutos -«eternos» para José Miguel y Claudio- que tardó el barrio en coordinarse para levantar una especie de pirámide acolchada. Después, lo descolgaron cuanto pudieron para que la caída fuera menor. El paciente no solo logró salvar su vida, sino que no ha tiene ningún traumatismo. «Es muy satisfactorio porque esta persona no estaba en unas circunstancias normales y haberle podido dar una segunda oportunidad para reconducir su vida...es una alegría», reconoce Claudio.

Ambos han sufrido lesiones. José Miguel se ha fracturado un hueso de la mano y Claudio, una neuropatía compresiva, es decir, se ha dañado un nervio del antebrazo. Pero, podría haber sido peor, porque se han jugado también su vida: «Nos hemos arriesgado porque la barandilla podía haber cedido al ser un edificio con una estructura bastante antigua», apunta el oficial.

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Sin embargo, se llevan la gratificación de un servicio heroico y una lección tras muchos años de trayectoria en el cuerpo: la importancia de la cooperación. «Ni mi altura ni mi fuerza han conseguido que pudiera subirlo al balcón, así que sin la colaboración de mis compañeros y de los vecinos, que estaban recién levantados y se han activado súper rápido, habría sido imposible».

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