Una pelea entre mujeres en la que se hizo uso de un spray pimienta desató el tiroteo ocurrido la semana pasada, en la jornada del Jueves Santo, en la barriada malagueña de Portada Alta, según ha podido saber SUR. La reyerta, al parecer, se inició entre dos de ellas la tarde anterior al incidente con armas de fuego, aunque quedó disuelta tras movilizarse la Policía Nacional debido a los avisos.
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Aquella discusión comenzó entre dos integrantes de diferentes familias que ya tenían rencillas previas tras un divorcio. Al parecer, a la misma también se fueron sumando más personas afines a una de las mujeres y, en un momento dado, llegaron a las manos con la otra parte. En mitad de la pelea, según las fuentes, una de las involucradas acabó empleando un spray pimienta.
El Cuerpo Nacional de Policía recibió al menos tres llamadas, a las que se sumaron las que llegaron al Servicio de Emergencia 112-Andalucía por la trifulca. Varias dotaciones policiales se personaron de inmediato esa tarde de miércoles y disolvieron el enfrentamiento que estaba teniendo lugar en plena calle. Pero la tensión hizo que el mismo resurgiera al día siguiente.
Así, a mediodía de ese jueves, día 17 de abril, al parecer, un hombre de una de las familias recriminó lo sucedido a un varón de la otra parte tras cruzarse por la barriada, lo que dio lugar a un nuevo encontronazo. Rápidamente, más personas se sumaron al conflicto en el que, además, golpearon a uno de los involucrados -quien sería allegado al herido de bala- supuestamente con una barra extensible.
A continuación, los disparos. Fueron al menos tres, según señalaban los testigos, aunque solo uno de ellos alcanzó a la víctima en una pierna. El hombre fue evacuado de urgencia en el vehículo de un particular al Hospital Regional Universitario de Málaga. Al parecer, se temía que pudiera haber afectado a la arteria femoral, aunque esa misma tarde fuentes sanitarias informaban de que se encontraba estable.
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La investigación fue asumida por la Policía Nacional, que al día siguiente detuvo a cinco personas por su presunta implicación en el tiroteo. Según las fuentes, los sospechosos -cuatro hombres y una mujer de la misma familia- se entregaron como consecuencia de la fuerte presión policial, ya que se sabían identificados por los agentes.
La autoridad judicial decretó el sábado prisión provisional, comunicada y sin fianza para uno de los arrestados en relación al incidente con arma de fuego. Los otros cuatro han quedado en libertad con la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de los perjudicados o de comunicarse con ellos por cualquier medio.
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Por ahora, los hechos están siendo investigados como delitos de lesiones y tenencia ilícita de armas, aunque será el desarrollo de la investigación judicial la que determine los ilícitos penales.
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