Operación de la UCO en Puerta Blanca: una veintena de detenidos entre Málaga y Barcelona

Por el momento, según han precisado desde el Cuerpo del Instituto Armado, las actuaciones permanecen secretas. La intervención, que ha cogido por sorpresa a los vecinos de la zona, se integraría en una nueva fase de la investigación que persigue a los presuntos integrantes de una importante banda criminal investigada por introducir sustancias estupefacientes en España.

En furgones camuflados, sin distintivos que los identificara como vehículos de la Guardia Civil, aparcaban en fila en la Avenida de Gregorio Diego a primerísima hora de este martes. Los más madrugadores no daban crédito al ver que se apeaba de los mismos una veintena de efectivos armados con metralletas, equipados con chalecos antibalas y con los rostros cubiertos por pasamontañas.

Los agentes estuvieron inspeccionando la zona, donde se ubica el edificio objeto de intervención, aunque desde aquella vía lo que se veía era la parte trasera del inmueble. Apenas unos minutos después volvían a subir a las furgonetas para avanzar unos pocos metros hasta llegar a la calle Camino del Pato.

Así, con máximo sigilo, se han adentrado en el portal en el que se encontraba la vivienda sospechosa. Sin que los residentes del bloque se percatasen, colocaron pegatinas en las mirillas de la planta en la que se situaba este domicilio. Hasta ahí, nadie del edificio había escuchado nada. Pero luego vino el estruendo.

«Yo me he llevado el susto de mi vida», indicaba uno de los vecinos. Como él, la mayoría estaba todavía en la cama cuando comenzó el alboroto. Al parecer, los agentes echaron la puerta de la casa abajo -el marco se encontraba desencajado y la entrada semiabierta-. A continuación, empezaron los gritos: «Les oímos perfectamente gritando: ¡Alto, Guardia Civil!».

Lo sucedido se ha convertido durante todo el día en la comidilla del barrio, que está acostumbrado a la habitual calma que se respira en la zona. «Yo llevo aquí más de 40 años y nunca ha pasado nada; todavía tengo el cuerpo cortado», aseguraba un matrimonio.

Incluso los residentes de los portales colindantes se despertaron del sobresalto. Desde las ventanas, según el testimonio de varias personas, observaron a los guardias civiles saliendo del citado bloque con bolsas y cajas que rápidamente guardaron en los furgones. «No tenemos ni idea de lo que ha pasado, pero debe ser por alguna investigación gorda», apuntaban.

Según las fuentes consultadas, una veintena de personas ya han sido arrestadas en el marco de esta operación, que todavía continúa abierta y que ha despertado total curiosidad entre los ciudadanos de Puerta Blanca. Al parecer, a finales del pasado año ya se practicaron varios registros en viviendas y locales ante la sospecha de que los mismos estuvieran siendo usados como tapaderas para blanquear dinero cuyo origen sería el narcotráfico.