Mes negro en Málaga: dos muertos y 22 heridos en enfrentamientos armados

El primer suceso mortal ocurrió sobre las dos y media de la madrugada del jueves 30 de mayo, cuando un varón de 37 años recibió al menos cuatro disparos por la espalda. Sucedió en el barrio malagueño de García Grana, en uno de los recintos de la calle Virgen del Pilar. Su estado era crítico.

El tiroteo obligó a la Policía Nacional y a la Local a establecer un fuerte dispositivo de seguridad tras las detonaciones porque el ambiente se caldeó. Se temían nuevos enfrentamientos. La víctima murió esa misma tarde en el Hospital Regional Universitario. Los hechos continúan bajo investigación policial.

La segunda muerte violenta se produjo dos días después, la noche del sábado 1 de junio, junto a la Sala París 15, donde se celebraba una fiesta de música electrónica. La víctima era un joven de 23 años de la localidad jiennense de Porcuna. Se llamaba Luis. Murió a consecuencia de una puñalada en la espalda.

Los presuntos autores, de 19 y 21 años, se entregaron el lunes en distintas comisarías de Córdoba. Ambos son naturales de Jaén, del municipio de Andújar. Al parecer, la policía constató que eran conocidos de la víctima y la existencia de rencillas previas entre ambas partes. También se habían desplazado a Málaga para asistir al mismo evento.

Los arrestados, que han ingresado en prisión provisional, coincidieron con el joven de 23 años en las proximidades de la discoteca, donde se inició una reyerta que terminó de la peor manera posible. El chico falleció casi en el acto tras recibir una cuchillada en la espalda. A la mañana siguiente, los operarios de limpieza hallaron un cuchillo en unos setos de la misma calle en que ocurrió el suceso.

Se da la circunstancia, además, de que esa misma noche se produjo un segundo ataque con arma blanca en Málaga capital. Apenas un par de horas después del crimen en el polígono de San Luis, sobre las una y media de la madrugada del 2 de junio, un hombre de 40 años y origen extranjero fue acuchillado en El Palo.

Un vecino dio la voz de alarma al encontrar al herido en la plaza del Padre Ciganda. Fue hospitalizado con un corte en el abdomen.

No han sido los únicos sucesos con armas que han traído de cabeza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia en las últimas semanas. Mayo fue un mes en el que se notó una espiral de violencia, con cuatro tiroteos –uno de ellos, el que resultó mortal– y, al menos, media docena de apuñalamientos de los que SUR ha tenido constancia.

El balance, de acuerdo con las informaciones recabadas por este periódico, dejaría un balance de 22 heridos, la mayoría de ellos hospitalizados, a causa de estos ataques. En al menos tres casos se llegó a temer por la vida de las víctimas. Uno de los perjudicados, un hombre de 38 años, quedó en estado tetrapléjico tras recibir un navajazo en la nuca en Torremolinos. Todo por una pelea en las inmediaciones de un bar de copas en la zona de La Nogalera. El autor fue arrestado.

Los hechos ocurridos el pasado mes han dado lugar, de momento, a una docena de detenciones por la supuesta implicación de los sospechosos en lesiones graves e intentos de homicidio, a los que se suman los dos arrestados por el crimen del joven de 23 años la primera noche de junio. Los investigadores continúan con las pesquisas para esclarecer el resto de casos y poner nombre y apellido a los autores.

Un hombre de 32 años ha sido detenido este jueves, 6 de junio, en Marbella tras atrincherarse dentro de su casa con su compañero de piso, de 52, al que tomó como rehén a punta de cuchillo y lo mantuvo secuestrado durante horas. Los hechos dieron lugar a un enorme dispositivo de la Policía Nacional, que contó con un negociador y unidades como la UPR o medios aéreos. Los efectivos del GOES accedieron al domicilio al cabo de tres horas, al cortarse toda comunicación.

Este suceso se produjo apenas una semana después de que otro hombre de 37 años, apodado 'El Chumbo', tuviera en jaque a la Guardia Civil tras atrincherarse con una escopeta en su casa en Campillos, de la que consiguió escapar, pese al cerco policial, a través de un pequeño agujero que daba acceso al falso techo de la vivienda contigua. Fue detenido 48 horas después escondido dentro del maletero de un coche.