El Melillero niega que quisiera matar a su exnovia con ácido: «Solo iba a darle un susto»
El acusado sostiene que no hubo plan preconcebido para acabar con la vida de su expareja en Cártama
«No quería asesinarla ni nada de eso; solo quería darle un susto». Así lo ha asegurado este lunes 'El Melillero' en el juicio que ha dado comienzo en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga por el ataque con ácido sulfúrico a su expareja y una amiga de ésta ... , ocurrido en el municipio malagueño de Cártama. Los hechos sucedieron pasadas las 14.00 horas del 12 de enero de 2021 y las dos víctimas tuvieron que ser trasladadas de urgencia a un hospital para salvar sus vidas, además de sufrir severísimas lesiones.
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Según ha declarado el principal acusado, que comparte banquillo con otros cinco procesados, su intención era la de asustar a su exnovia vertiendo «encima» de su coche «aguafuerte». Y todo porque, según ha dicho, ella no accedía a hablar con él tras la ruptura. Con este fin, de acuerdo con su versión, pidió a otro investigado apodado 'Poti' que adquiriera dicha sustancia, pero desconocía que, en realidad, lo que había comprado era ácido sulfúrico, así como los efectos que podría provocar.
En este sentido, 'El Melillero' ha asegurado que cuando se produjo el ataque él estaba sentado en el asiento del conductor y que fue 'Poti', que iba en el mismo vehículo de copiloto, la persona que arrojó la sustancia dentro del coche en el que se encontraban las dos víctimas. «Yo iba conduciendo, no me fijé en si (las perjudicadas) tenían la ventanilla bajada o no», ha apuntado al respecto. Tras la agresión, según ha incidido, se marchó «inmediatamente» del lugar. Al contrario de lo que sostienen las Fiscalías, ha negado que permaneciera allí viendo cómo las dos mujeres sufrían quemaduras y riendo.
El procesado, que únicamente ha accedido a responder a las preguntas del Ministerio Fiscal y de su letrado, Marcos García-Montes, ha hecho hincapié en que «jamás» ejerció violencia de género sobre quien fue su pareja. También ha negado que el día anterior al ataque con ácido la hubiera amenazado de muerte, le hubiera dicho que le iba a destrozar la cara o a hundir la vida, aunque sí admitió que se encontraron en Cártama y que ella no quiso hablar con él.
'El Melillero' tampoco ha reconocido que, como mantiene la Fiscalía, hubiese vigilado los días anteriores o acosado a su exnovia como parte de un plan diseñado para terminar ejecutando el ataque. Según ha dicho, tanto ella como su amiga sabían que él había colocado en sus coches balizas de geolocalización porque, de acuerdo con su versión, su expareja recibía amenazas de personas vinculadas al narcotráfico.
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Al ser preguntado sobre las amenazas que él habría realizado a quien fue su compañera sentimental, ha señalado que «puede que la amenazara, pero no de matarla porque nunca hubo esa intención», tras lo que ha vuelto a incidir en que todo iba a ser «un susto para que accediera a hablar» con él, sin que pudiera imaginar que todo iba «a terminar así». En este sentido, 'El Melillero' ha afirmado que es mentira que estuviera obsesionado con su exnovia, pero que sí quería hablar con ella «para aclarar cosas de la relación».
En cuanto a su supuesto rol como jefe de una banda criminal, el procesado ha respondido que no sabe a qué organización se refiere la acusación y ha negado que alguna vez hubiera pertenecido a una o actuado como líder de un entramado delincuencial. En este sentido, ha subrayado que no se puso de acuerdo con el resto de procesados porque no había un plan preconcebido para matar a su expareja. De hecho, ha indicado que únicamente conocía a dos de los otros acusados: al que según él arrojó el ácido y otro a quien consideraba su amigo.
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Sobre este último investigado, 'El Melillero' ha explicado que fue la persona que le prestó el vehículo en el que iba en el momento de la agresión y que se lo dejó de forma voluntaria el día anterior porque habían estado juntos y no tenía medio para desplazarse. De acuerdo con su versión, tras lo sucedido el día 12 de enero de 2021 en Cártama, aparcó ese coche en una urbanización y pidió que lo llevasen a un parking de Cruz de Humilladero, en Málaga capital, porque tenía que devolverlo. No obstante, ha rechazado que diera indicación u orden alguna para que limpiaran dicho automóvil ni en relación al resto de hechos por los que se sienta en el banquillo.
El principal acusado en esta causa se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 51 años y medio de cárcel como supuesto autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa (17 años por cada uno); pertenencia a organización criminal (solicitud de siete años); dos amenazas graves (dos por cada delito); dos de acoso (24 meses por cada uno) y un delito de maltrato habitual (30 meses de cárcel).
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De acuerdo con la versión de la acusación, 'El Melillero' planificó el ataque con ácido -con una pureza del 98 por ciento- con la intención de asesinar a su expareja porque no aceptaba la ruptura y estaba obsesionado con la víctima. Con este fin, según se expone en el escrito del Ministerio Fiscal, al que SUR ha tenido acceso, aprovechó que era «jefe» de una organización criminal para idear «un plan preconcebido» en el que se habría puesto de acuerdo con los otros cinco acusados. El fiscal sostiene que actuó «con la finalidad de atentar contra su vida, causándole el dolor más extremo y con expreso desprecio a su género femenino».
Apuntan a 'El Melillero'
El investigado que, de acuerdo con la acusación y con 'El Melillero', arrojó el ácido sulfúrico a las dos mujeres, 'Poti', ha sostenido en la vista que este extremo no es cierto. Según su versión, en su momento se declaró culpable «porque estaba amenazado» y porque el principal acusado le dijo «que tenía que comerse el marrón». No obstante, en el juicio ha declarado que fue éste quien realmente lanzó la sustancia dentro del coche en el que se encontraban las dos víctimas.
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De acuerdo con su versión, 'El Melillero' le acusó de haber sido «un chivato» respecto a una información y, por ese motivo, le entregó una bolsa dentro de la cual iba la sustancia y le dio la orden de que la vertiera sobre su exnovia. Según ha mantenido, el 11 de enero de 2021, un día antes de la agresión, lo recogió en un coche y le llevó a Cártama, donde, tras enseñarle una foto de su expareja, le indicó que tenía que arrojarle el contenido de la botella.
Según 'Poti', él desconocía lo que había en el interior del frasco pero se negó a seguir su orden porque sabía que sería «algo peligroso». Aquel día vieron a las dos víctimas y, de acuerdo con el procesado, 'El Melillero' amenazó a quien había sido su pareja diciéndole «que la tenía que matar». Respecto a él, en contra de lo que apuntan las acusaciones, ha sostenido que no le hizo ninguna señal de que fuera a rajarle el cuello.
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En cuanto al día del ataque, el encausado ha asegurado que 'El Melillero' le pegó con una pistola en la cabeza y le obligó a subir a su vehículo, tras lo que fueron de nuevo a Cártama. De acuerdo con su versión, el encausado principal detuvo la marcha en el momento en que su coche quedó en paralelo con el vehículo en el que iban las dos mujeres y les echó ácido sulfúrico. «Yo agaché la cabeza y no vi si tenían la ventana abierta», ha dicho.
A continuación, según ha declarado, 'El Melillero' se quedó mirando a las perjudicadas mientras se reía, aunque solo unos segundos. Luego arrancó la marcha y se dieron a la fuga. Por su parte, 'Poti' también ha señalado que durante meses permaneció oculto por miedo al acusado y que no conocía a las víctimas, por lo que no tenía ningún motivo por el que quisiera hacerles daño.
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No es el único que ha señalado directamente al principal acusado. El investigado que adquirió por Internet el ácido sulfúrico ha asegurado en el juicio que realizó la compra para hacer un favor a 'El Melillero', sin imaginar que fuese a ser empleado para atentar contra la vida de su exnovia ni de la amiga de ella. Según ha manifestado, él le pidió que consiguiera un litro de esta sustancia «con el porcentaje más alto de pureza» posible.
Asimismo, este investigado ha hecho hincapié en que entregó el paquete una vez que lo recibió, el día 8 de enero, siendo esa la última vez que habló con 'El Melillero', y que en su momento pensó que sería empleado para borrar alguna huella o algo por el estilo, pero no para cometer un crimen.
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Todos los acusados han negado su pertenencia a una organización criminal. Según ha sostenido el encausado que le prestó el coche, lo hizo para que 'El Melillero' se desplazase de Marbella a Málaga porque eran amigos y sabía que él no tenía vehículo, pero no imaginaba que el automóvil se vería envuelto en un suceso como el turismo.
Asimismo, el procesado que recogió el vehículo tras la agresión y que lo condujo hasta dejarlo en un parking en Málaga capital ha señalado que desconocía lo que había sucedido y que se limitó a trasladar el turismo para hacer un favor al principal encausado. Según ha manifestado, no percibió ningún olor ni nada extraño en el interior del coche.
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Por último, el sexto encausado, quien presuntamente se llevó el vehículo del aparcamiento y que es tío del investigado que prestó a 'El Melillero' el automóvil, indicó que sacó el turismo de allí porque se lo había pedido su sobrino y porque él lo iba a usar para un viaje rápido. Según ha asegurado, un día después decidió lavar el turismo porque no estaba bien cuidado, pero no porque siguiera ninguna orden.
El juicio continuará el próximo lunes, día 20 de noviembre, cuando está previsto que declaren las dos víctimas del ataque con ácido. Ambas sufrieron lesiones graves y tuvieron que ser trasladadas urgentemente a un hospital para salvar sus vidas. De hecho, la exnovia resultó con un 45% de superficie corporal quemada, precisó 12 operaciones y presenta secuelas psíquicas y perjuicio estético y pérdida de calidad de vida, así como incapacidad para desempeñar su profesión.
Su amiga resultó con un 20% de la superficie total corporal quemada y tuvo que someterse a dos intervenciones, considerándose que sus lesiones están estabilizadas en este momento. Ambas sufren trastorno por estrés postraumático grave y otras secuelas psicológicas.
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