Interior contrata a jardineros para procesar las plantas del contrabando de marihuana

Antes, las plantas (todas) eran custodiadas en dependencias policiales y despalilladas por los propios agentes hasta obtener en el laboratorio el porcentaje de THC, lo que llegó a generar graves problemas de almacenaje e insalubridad en las comisarías y cuarteles de la provincia, además de un riesgo para la seguridad ante potenciales asaltos de los narcotraficantes.

De hecho, todavía sucede cuando se interviene un alijo de envergadura: las 10.000 plantas halladas en los invernaderos de la Axarquía se guardaron durante días en el garaje del cuartel de Algarrobo. En un informe al que ha tenido acceso SUR, los guardias civiles a cargo de la operación informaban a la jueza de que esa cantidad de cannabis «no se puede secar en ninguna de las dependencias de este Cuerpo, ya que se necesitaría una nave industrial».

En el oficio, que fue respondido por la instructora autorizando la destrucción de la plantación, aunque tomando una muestra para el proceso judicial, los agentes indicaban que las plantas del garaje producían un «fortísimo olor» que no solo afectó a las familias que viven en el acuartelamiento, sino a toda la barriada, «de la que se han recibido numerosas quejas, siendo uno de los temas estrella de los distintos foros locales».

No en vano, el aumento de los cultivos de marihuana obligó al Ministerio del Interior a poner en marcha el llamado 'plan verde', que vino acompañado de fondos que gestiona el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y que permiten, por ejemplo, contratar empresas de jardinería para procesar las plantas y obtener de ellas el cogollo y las hojas. También proporcionaron tanto a la Policía Nacional como a la Guardia Civil sus propios depósitos para almacenar marihuana, si bien, por dimensiones, no están pensados para plantaciones en latifundios.

Para la instrucción judicial, la clave está en la cantidad de tetrahidrocannabinol que se obtenga del tallo. «Si las plantas son pequeñitas es muy posible que no tenga THC y, por tanto, es muy probable que no se les pueda condenar». En consecuencia, en virtud de un acuerdo marco del año 2012, los jueces han agilizado la destrucción de las plantaciones y solo obligan a procesar una muestra de los tallos en sus distintos estados de crecimiento.