Un helipuerto oculto en Casares: cae una banda que introducía hachís en España sobrevolando el Mediterráneo

El grupo empleaba distintos métodos para mover la droga desde la península hacia el resto del continente, como camiones de transporte de aceite de oliva y varias empresas pantalla ubicadas en Málaga y otros puntos del país. Fue precisamente en la provincia de Málaga donde se dio con la primera pista del grupo y se abrió la investigación, que ahora ha finalizado con once detenidos y más de mil kilogramos de hachís intervenidos.

La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba). Sus orígenes se encuentran en las averiguaciones iniciales del Equipo Contra el Crimen Organizado perteneciente a la Unidad Central Operativa de la Benemérita con base en Málaga, quienes tuvieron conocimiento de los movimientos de esta incipiente organización, apoyados por el Órgano de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico (OCON-SUR) y el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN). Los agentes detectaron movimientos que apuntaban a que la banda, compuesta por individuos de diferentes nacionalidades, estaba abriendo contactos en Marruecos para introducir en España grandes cantidades de droga.

A mediados de 2020 tuvo lugar la primera intervención contra la banda. En esta fase se intervino un camión con destino a Francia cargado con 750 kilos de hachís oculto entre un cargamento de aceite de oliva.

Las autoridades volvieron a tener noticias de la red el 28 de julio de 2020, día en el que se registró un accidente de helicóptero en Pedrera (Sevilla) en el que fallecieron dos personas. Según la investigación, las víctimas eran transportistas de la banda, que sufrió otros contratiempos (además del alijo intervenido), ya que ese mismo verano otro miembro de la red desapareció mientras navegaba a cuarenta millas de Granada.

Los investigadores consiguieron detectar el funcionamiento de la ruta aérea por la que introducían el hachís desde Marruecos a España. El punto de aterrizaje y mantenimiento de las aeronaves estaba en una zona apartada del municipio malagueño de Casares.

A raíz de estos golpes, el grupo tuvo que reorganizarse y trasladar su centro de operaciones a Jerez de la Frontera (Cádiz), donde los agentes localizaron e intervinieron un nuevo camión cargado de droga –esta vez con 330 kilogramos de hachís–.

En la última fase de la operación, que ha asestado el golpe final para la banda, la Guardia Civil se ha incautado de dos narcolanchas con motores de 900 caballos de potencia, habilitadas para transportar fardos entre el norte de África y el sur de España. Estaban ocultas en naves industriales vinculadas a las empresas pantalla de la organización.