Imagen de la puerta de cristal que destrozó el ladrón en Nerja. E. CABEZAS
Sucesos Málaga

Se enfrentan y reducen al ladrón que entró a robar en su tienda de Nerja

Dos hombres, de origen pakistaní, consiguieron inmovilizar al joven, vecino del municipio, tras reventar una puerta y tratar de llevarse la caja registradora

Jueves, 8 de febrero 2024, 12:52

Eran las 5.00 horas de la madrugada de este pasado miércoles. En la céntrica calle Chaparil de Nerja no se oía ni un ruido. ... De pronto, los empleados de un pequeño supermercado, que duermen en un apartamento anexo al negocio, empezaron a escuchar unos fuertes golpes en la puerta de entrada. Ambos trabajadores se despertaron sobresaltados y se acercaron a ver lo que ocurría. Agazapados detrás de las estantería del negocio, vieron como un joven de mediana edad trataba de echar abajo una de las puertas.

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«Se marchó, pero al poco tiempo volvió y ya consiguió tirar el cristal completo», cuenta Mohamed, el trabajador del negocio. «Entró para dentro y enganchó la caja registradora. En ese momento, no me lo pensé y me fui a por él, le di un puñetazo en la cara y lo cogí del cuello, forcejamos mucho, pero entre mi compañero y yo conseguimos retenerlo, estaba todo muy oscuro y nos cortamos en los pies con los cristales», confiesa este pakistaní de mediana edad, mostrando la herida, con ocho puntos de sutura, que sufrió.

Su compañero también se lesionó en otro pie y precisó de otros diez puntos de sutura. Sin embargo, la valentía de ambos permitió atrapar al ladrón, que resultó ser un joven vecino de la localidad costera más oriental de la Axarquía, de mediana edad, que cuenta con diversos antecedentes penales por robos y hurtos en establecimientos.

Tras conseguir reducirlo en el suelo, Mohamed acertó a marcar en su teléfono móvil el número de emergencias y dijo «necesitamos ayuda, ha entrado un ladrón en nuestra tienda». Rápidamente se personaron en el lugar agentes de la Guardia Civil, que procedieron a la detención del presunto ladrón. Los empleados fueron trasladados al centro de salud para que les curaran las heridas, que sangraban abundamentemente.

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