Condenado por dejar sin un euro a una anciana a la que fingía cuidar

Los hechos ahora enjuiciados se remontan al año 2018. El procesado, que tiene antecedentes penales cancelables y que no serían computables a efectos de reincidencia, se acercó a la víctima con la intención de «enriquecerse a su costa» aprovechando la situación de vulnerabilidad de la mujer.

Corría el mes de mayo de 2018. Según la sentencia, el hombre se ofreció a ayudarla en sus tareas diarias y en la administración de su medicación, motivos por los que empezó a visitarla a diario. Apenas un mes después, el 18 de junio, el procesado le hizo firmar un contrato de tarjeta asociado a la cuenta de la mujer con la «completa ignorancia» de ésta.

Desde ese día, comenzó a realizar numerosas transferencias y extracciones de efectivo por un total de 11.392 euros, «llegando a dejar la cuenta a cero», remarca la resolución judicial. «El 28 de mayo de 2018, la perjudicada tenía un saldo positivo de 13.602,27 euros, y el 25 de septiembre de 2018 el saldo era negativo», detalla la sentencia, que recuerda la situación «totalmente precaria» en que quedó la mujer.

El procedimiento, que se inició en 2018, sufrió unas dilaciones «injustificadas» hasta llegar a su enjuiciamiento, que se demoró nada menos que seis años. Además de aplicarle ese atenuante, el procesado se benefició de una reducción de la pena tras reconocer los hechos y dictarse una sentencia de conformidad.

Finalmente, el hombre ha sido condenado a dos años de cárcel -es firme-, con una orden de alejamiento hacia la víctima, a la que tendrá que indemnizar con la suma de 11.392 euros (la cantidad estafada). El tribunal, no obstante, accedió a que la abonara a plazos.