Sucesos Málaga

Condenada por obligar a su sobrina a prostituirse tras engañarla con un falso empleo de niñera

La víctima se desplazó desde Bolivia tras recibir la oferta de su familiar; la procesada le retiró el pasaporte en cuanto aterrizó en el aeropuerto

Martes, 5 de julio 2022, 17:16

La víctima se aferró con esperanza a una promesa que, en realidad, no era más que una trampa. Confió en su tía cuando le ofreció ... un trabajo como cuidadora de niños en España. En su país, Bolivia, tenía una situación económica muy precaria y ese empleo suponía una alternativa. Pero nada más aterrizar en el aeropuerto descubrió que todo era un engaño. Su familiar le retiró el pasaporte y la condujo a una vivienda de Marbella, donde la obligó a prostituirse en contra de su voluntad durante meses. Hasta que la joven, pese a no tener medios ni documentación, decidió escapar.

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Así se recoge en la resolución dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), a la que Diario SUR ha tenido acceso, y en la viene a confirmar el fallo dictado por la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga.

De esta forma, el órgano jurisdiccional andaluz desestima las alegaciones presentadas por la parte de la defensa y mantiene la condena que se impuso a la condenada de nueve años de cárcel por los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva y contra la salud pública.

La denunciante tenía 24 años cuando aterrizó en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Según se describe en la sentencia, fue su tía quien le costeó el pago del vuelo, circunstancia que aprovecharía en cuanto llegó a España para forzarla a prostituirse con el pretexto de la deuda contraída.

La misma se fue haciendo cada vez más grande, ya que la encausada también le descontaba el dinero de la comida que le proporcionaba y de la cocaína que su familiar adquiría para que ella la consumiera con sus clientes.

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La procesada había publicado anuncios en los que ofertaba los servicios de prostitución como «fiestecitas blancas», lo que el tribunal señala que tenía «un significado inequívoco alusivo al suministro de cocaína para su consumo intercalado con los actos sexuales», de acuerdo con lo expresado en el documento judicial.

Junto a lo manifestado por la denunciante, esta prueba tenía la consistencia suficiente para el TSJA como para acreditar que la víctima fue coaccionada para que tomara este tipo de drogas y las suministrara a los clientes cuando tenía servicios sexuales.

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La propia acusada describía a su sobrina en Bolivia como «una mujer maltratada por su pareja, carente de recursos y de posibilidades de salir de su situación de seguir en su país», según recogen los magistrados en la resolución. De ahí que concluyan que, tal y como ya determinó anteriormente el titular de la Audiencia Provincial, la tía había colocado a la víctima en una tesitura de no tener otra alternativa que aceptar la oferta que ella le hizo bajo engaño, a sabiendas de su situación de vulnerabilidad.

De acuerdo con el apartado de hechos probados, la joven realizaba todos los servicios que le proponía la acusada porque, de lo contrario, está la amenazaba con dejarla en la calle sin ningún tipo de recurso económico, social ni familiar y sin su documentación.

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Sin embargo, después de diez meses en aquella casa de Marbella, la víctima decidió escapar. Solo cogió una maleta y un dinero del que se apropió, yéndose de la casa sin el pasaporte que su tía le había incautado. A los meses de fugarse decidió denunciar el infierno que vivió junto a su tía.

Por todo ello, el TSJA mantiene la condena que se le impuso hace un año: seis años de prisión por un delito de trata de seres humanos y explotación lucrativa de la prostitución y otros seis años de cárcel como responsable de un delito contra la salud pública.

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La sobrina ha declinado obtener ningún tipo de indemnización por los daños morales ocasionados, como se señala en el fallo.

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