Dos bomberos de Málaga pedalean más de 2.000 kilómetros para conseguir fondos solidarios
Están recaudando ingresos para dos asociaciones que trabajan mano a mano con niños enfermos de cáncer y otras patologías
Llevan treinta años de experiencia y ya son considerados veteranos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, pero su afán por ayudar a los demás ... ha hecho que el sillín de la bici se convierta en su hogar. Este verano decidieron ponerse un reto, un tanto complejo y disparatado, pero útil como cualquier otro para ayudar a los demás: pedalear durante 25 días sin parar para recaudar fondos solidarios.
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Francisco López, conocido como 'Qurro', –o 'Wachi', como lo llaman todos–; y 'Kiko' Navarro salieron hace días de sus casas. El rumbo, al norte. En un alto del camino, tras haber dejado atrás San Sebastián, atienden a SUR por teléfono para explicar los motivos de esta gesta que aspira a superar los 2.200 kilómetros solidarios.
«Nos quedan dos años para jubilarnos», dice Wachi, como si ese concepto por sí mismo sirviese para justificar esta aventura. Kiko lleva años haciendo retos deportivos de este estilo, y quiso que este verano lo acompañase su camarada ante la adversidad –tras toda una vida sirviendo en las operaciones más complejas, ahora trabajan en el aparato logístico del Cuerpo, con las botellas de oxígeno–. «Hablando del tema, nuestros amigos de 'BeermenZ', un grupo de deportistas, nos propusieron darle un giro solidario al reto», explican.
Fueron estos tres corredores quienes pusieron en contacto a Wachi y a Kiko con las asociaciones Pequeños héroes sin capa y Apoyo mutuo, dos colectivos gaditanos que trabajan con niños enfermos de cáncer y otras patologías raras.
Una vez entablados los contactos con sendas asociaciones comenzó el recorrido: los 2.200 kilómetros separan Francia de Málaga. El retorno se efectuará por la cornisa cantábrica y Portugal, todo ello sin superar los 25 días de ruta. Van equipados con «casi todo lo necesario» para ser ciclistas autónomos: casi no han pisado albergues y cargan consigo todo lo necesario para cocinar en los recodos que les va ofreciendo el camino. En total, unos treinta kilos adheridos a la bicicleta para ser independientes, poca cosa si se tiene en cuenta que estos dos especialistas han recorrido los lugares más peligrosos de la ciudad cargados con equipos de respiración y trajes ignífugos.
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Tanto Kiko como Wachi, que han habilitado una cuenta bancaria para la ocasión, están disfrutando de sus pedaladas solidarias, ya que el reto, además de deportivo, ahora tiene un tinte personal que los ayuda a seguir hacia delante. «Los bomberos ayudan a la gente y salvan vidas, así que esto es lo nuestro».
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