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Batalla campal en la cárcel de Alhaurín: un preso se mofó de la muerte de un familiar de otro recluso

Dos grupos de internos del módulo 6 se enzarzaron en una pelea multitudinaria a raíz del incidente y se ha aislado al menos a siete implicados

Juan Cano

Málaga

Viernes, 25 de julio 2025, 14:38

La cárcel de Alhaurín de la Torre ha sido escenario de una batalla campal entre reclusos. Dos grupos de presos se enzarzaron en una pelea ... multitudinaria que ha terminado con al menos siete internos en aislamiento.

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Los hechos han ocurrido sobre las once de la mañana de este viernes 25 de julio en el módulo seis del centro penitenciario malagueño. Los reclusos se encontraban en el patio cuando se originó la reyerta.

Todo comenzó cuando los funcionarios le comunicaron a un interno el fallecimiento de un familiar, al parecer, la madre. Afligido por la noticia, el preso le pidió a otro compañero de módulo que estaba cantando en esos momentos que dejara de hacerlo.

Según fuentes del sindicato penitenciario Acaip-UGT, el interno aludido, en lugar de hacerlo, continuó cantando y al parecer incluso se rio de la situación, lo que el otro recluso interpretó como una falta de respeto.

A partir de ese momento, se originó una riña multitudinaria en la que se vieron implicados dos grupos de internos, familiares o amigos de los primeros. La rápida intervención de los funcionarios, que tuvieron que acudir desde otros módulos ante la violencia de la pelea, consiguió evitar que pasara a mayores, según Acaip-UGT.

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Los trabajadores del centro penitenciario revisaron las cámaras de seguridad para identificar a todos los implicados en la reyerta. Inicialmente, se ha trasladado al módulo de aislamiento a siete presos que participaron en la riña, aunque no se descarta que la cifra pueda aumentar.

Desde Acaip resaltaron la «profesionalidad» del jefe de servicios y de los funcionarios que intervinieron, los cuales consiguieron solventar «un grave problema de seguridad».

También achacaron el clima de violencia en las prisiones españolas a la escasez de personal y la política de «buenísimo» que finalmente desemboca en este tipo de sucesos.

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