Basura, botellas de alcohol y excrementos: así vivían los tres niños encontrados solos en la calle en Málaga

El hombre les contó que a última hora del domingo 6 de octubre estuvo en la vivienda con la madre de los pequeños y con una amiga de ésta. Como de costumbre -siempre según su versión-, bebieron y esnifaron cocaína. Cuando se les acabó la droga, continuó relatando, las dos mujeres se marcharon del domicilio para ir a comprar más y lo dejaron allí solo con los niños. Serían, dijo, las diez de la noche.

El testigo manifestó espontáneamente a los policías locales que, al verse solo con los menores, y dado que no estaba en condiciones de hacerse cargo de ellos, aprovechaba los momentos en que recuperaba la consciencia para telefonear a la madre y pedirle que volviera a la vivienda. Según sostuvo, ella no respondió a sus llamadas.

El hombre no supo aclarar en qué momento ni a qué hora se marcharon los niños de la casa, ya que la puerta estaba abierta porque la cerradura se encontraba rota. Lo cierto es que una vecina también declaró haberlos visto la noche del domingo al lunes deambulando solos por la calle.

Esa misma mujer fue la que dio la voz de alarma el lunes por la tarde cuando volvió a encontrárselos -de nuevo, solos- alrededor de su colegio en horario lectivo. No habían ido a clase. Su llamada al director del centro educativo desembocó en la intervención policial, que en primera instancia se centró en auxiliar a los niños y localizar a la madre, tal y como ayer adelantó SUR.

Los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local se desplazaron a la vivienda para comprobar si la progenitora estaba dentro. Efectivamente, la puerta estaba abierta. Al entrar, constataron las graves condiciones de insalubridad en la que vivían esos niños, por lo que hicieron un reportaje fotográfico para adjuntarlo a las diligencias que han remitido al juzgado.

Según relataron las fuentes consultadas, en una mesa se hallaron resto de polvo de color blanco junto a unas bolsitas termoselladas vacías, como de haber sido consumidas recientemente. Observaron suciedad por todas partes: restos de comida, botellas de alcohol vacías y hasta excrementos. Tras visitar el inmueble, los policías concluyeron que los niños no podían vivir en un domicilio en ese estado.

Casi tres horas después de la actuación policial, la madre telefoneó a la Jefatura para saber dónde estaban sus hijos. En la conversación con los agentes, la mujer reconoció que la noche anterior había salido de fiesta con la intención de comprar estupefacientes, como había manifestado el testigo, por lo que fue detenida por un presunto delito de abandono.

Los tres niños se encuentran en estos momentos en un centro de protección de menores a cargo de la Junta de Andalucía, que ha asumido provisionalmente su tutela mientras se estudia el caso y busca la mejor solución para ellos. Fuentes de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad indicaron ayer que por el momento no se ha decretado el desamparo.