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Dime qué calzado usas y te diré cómo afecta a tus pies

No solo los tacones de vértigo pueden provocar lesiones. Algunos zapatos aparentemente cómodos también

Raquel Merino

Málaga

Sábado, 3 de marzo 2018, 01:53

«Antes muerta que sencilla» o «la moda que no incomoda» son algunos de los refranes populares con los que se justifica en muchos casos el uso de un calzado inadecuado. Sin duda, el modelo que se lleva las peores críticas son los zapatos de tacón alto, pero no son los únicos que pueden ocasionar lesiones tanto en los pies como en las caderas, la espalda, incluso las cervicales. De hechos, zapatos que a priori están catalogados como cómodos pueden resultar perjudiciales si se usan de manera continuada.

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A continuación, se detallan algunos tipos de calzado y los efectos que pueden tener en nuestros pies.

Zapatos de tacón

Cuando se utilizan tacones altos, se está variando de manera abrupta el apoyo natural de pie. Descalzo, la parte delantera del mismo, el metatarso, soporta el 43% del peso corporal, mientras que la parte trasera, el 57% restante. Estos porcentajes varían conforme se va aumentando el tamaño del tacón. Lo máximo para evitar dolencias sería un tacón de 4 centímetros. En este caso, el peso corporal se reparte en un 57% en la parte delantera del pie y un 43% la trasera. Con seis centímetros, pasa a 75% - 25% y con un tacón de 10 centímetros o más, la parte delantera soporta entre el 90 y el 100% del peso. De hecho, los expertos consideran que los zapatos con tacones por encima de ocho centímetros no son recomendables.

Las consecuencias son múltiples, más aún si el zapato además de tacón alto tienen la puntera estrecha, al estilo de los conocidos como 'stilettos'. La más común es un fuerte dolor conocido como metatarsalgia o neuroma de Morton. Se trata de un atrapamiento del nervio que se encuentra entre el tercer y cuarto dedo, aunque también puede aparecer en los demás, principalmente porque los dedos permanecen comprimidos de manera continuada, lo que provoca una degeneración del nervio.

Los tacones también pueden provocar otras lesiones en los pies como dedos en garra, dedos en martillo, juanetes, además de afectar a los tobillos dado que la mala distribución del peso hace que el riesgo de sufrir un esguince aumente hasta tres veces. Pero sufren igualmente los gemelos ya que para contrarrestar el desplazamiento hacia delante las piernas se contraen de manera automática lo que se traduce en molestias e incluso contracturas en esta zona, al igual que, las rodillas, las caderas y la espalda, ya que el uso del tacón altera la postura corporal y también el modo de caminar: más lento y con pasos más cortos.

Sin dejar de lado cómo afecta al sistema circulatorio de las piernas provocando dolor, hinchazón y propiciando la aparición de varices.

Zapatos planos: tipo manoletinas

Lejos de lo que pudiera parecer, los zapatos totalmente planos, tipo manoletinas o bailarinas tan habituales en la época de entretiempo, no son recomendables. Al tener una suela tan fina no protegen de las imperfecciones del terreno ni amortiguan el paso por lo que el pie absorbe los impactos contra el suelo de manera directa. Suelen causar lesiones como la fascitis plantar o inflamación del ligamento arqueado del pie; dolor en los talones, tobillos y gemelos por la sobrecarga muscular, lo que conlleva calambres, dolores musculares y contracturas y tendinitis del tendón de Aquiles., durezas .

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Lo ideal para evitar estos problemas es que el zapato tenga un tacón de al menos dos centímetros, con un techo de cuatro. Además el contrafuerte debe ser acolchado para evitar roces en el talón.

AFP

Sandalias y chanclas

La función del calzado es proteger y dar estabilidad al pie. Las sandalias y chanclas tan típicas del verano no logran esta función. Las consecuencias que puede tener su uso continuado son similares a los de los zapatos planos, con el añadido de que no suelen respetar la curvatura natural de la planta del pie; protegen menos de posibles cortes, dedos y uñas rotas, incluso quemaduras solares, y tienen una menor sujeción lo que hace que los que las usan tiendan a arrugar y tensar los dedos para agarrar el zapato al suelo, con la consecuente deformación que puede acarrear; por no hablar de las durezas que pueden aparecer en el borde interno del dedo gordo.

Los expertos también advierten de que pueden alterar el modo de caminar por la tendencia anteriormente mencionada de arrugar y tensar los dedos para un mayor agarre y por la posición en la queda el talón, totalmente levantado. La presión de los dedos añade estrés a la zona del tobillo y al pie en general, los pasos se acortan y los talones impactan con el suelo de forma irregular.

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Zapatillas deportivas de lona

En apariencia, resultan cómodas. Se asemejan a las deportivas, pero guardan diferencias con éstas. La más evidente tiene que ver con la suela, que no proporciona una adecuada absorción de impactos ni amortiguación, por lo que pueden causar inflamación, tendinitis y dolor en el talón. Esta última dolencia se debe también a que no suelen tener una plantilla que se adapte al arco natural del pie (son planas), lo que ocasiona dolor, incluso problemas al andar, si se utilizan de manera habitual.

Si se busca comodidad con un estilo casual mejor optar por las deportivas propias para practicar running o las tipo 'skechers', aunque sin abusar.

Sandalias alemanas tipo 'Birkenstock'

A los problemas que puede conllevar el uso de este tipo de calzado por tratarse de una sandalia, se le une que este calzado tipo 'Birkenstock' (marca original alemana) tienen la parte delantera más alta que el resto, por lo que el dolor de talón y la fascitis plantar resultan problables.

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Zuecos tipo 'Crocs'

Son cómodos, pero no para usarlos durante una jornada completa ni de manera continuada. Son apropiados para ir a la playa, la piscina o estar por casa. Lo contrario puede conllevar tendinopatías, juanetes y sobre todo problemas en la postura para caminar. Los motivos: la parte posterior es abierta con lo que reduce la sujeción, son poco flexibles, y sobre todo la amplitud en la horma. Además, hay que añadir que los crocs originales están hechos con resina de célula cerrada, pero los falsificados suelen ser de goma o plástico, por lo que obstaculizan la transpiración.

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