Así trabaja la española Mayte Cruz, la mejor fotógrafa de bebés del mundo

Pero, ¿cuál es el secreto para fotografiar a bebés tan pequeños, casi recién nacidos durante horas y sin que se quejen? La profesional especializada en fotos de niños, familias y comuniones, que tiene su estudio en Castellón, cuenta algunos secretos. «Lo más importante es que el estudio esté súper calentito», dice. «También los olores, para que los bebés estén tranquilitos y confortables», explica. Todo para convertir su estudio en lo más parecido a un vientre materno, para aportarle tranquilidad al pequeño, que llegan a sus estudios a los pocos días de vida. Su trabajo requiere mucha paciencia y que el bebé colabore. Mientras están dormidos, las sesiones pueden durar varias horas. Hasta tiene un aparato que reproduce sonidos blancos, constantes y uniformes, que facilitan que el bebé duerma.

«Me gustan muchísimo los bebés, y creo que se pasa tan rápido que es importantísimo guardar recuerdos», comenta. «Cuando entré en mi perfil y vi ahí la categoría de la mejor fotógrafa de bebés del mundo me quedé un poco abrumada, la verdad», declara. El reconocimiento le servirá para darse a conocer aún más y para recibir a más bebés que inmortalizará con su objetivo.