En manos de un profesional menos comprometido con su oficio, es probable que el edificio colindante con el colegio Bergamín hubiese acabado enfrentando un enorme ... paredón blanco a la mirada de los viandantes que se dirigiesen hacia la plaza de Bailén por la avenida de Barcelona. Hay muchos casos en Málaga: la disparidad de alturas de dos edificios contiguos o la vecindad de un patio escolar que descubre un lateral al que no es posible abrir ventanas por ser lindero, como en esta ocasión, propician estas circunstancias para las que la ordenanza parece no tener respuesta. Pero sí la tiene: el arquitecto Enrique García Carrasco, firmante del proyecto junto a sus compañeros José Luis Bustamante y Francisco Estrada, estudió la normativa para dignificar ese plano y convertirlo en una fachada virtual, vibrante y de gran plasticidad, exquisita en el detalle y en el uso de los materiales.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión