¿Existen los alimentos afrodisiacos?

Hay un conjunto de comidas muy recomendables para nuestra salud sexual, ya sea porque están relacionados con alguna acción concreta o con una puesta a punto genérica de cara a una vida sexual satisfactoria

Javier Morallón

Profesor de Biología y experto en Tecnología Alimentaria

Martes, 11 de febrero 2025, 00:17

El deseo sexual es una herramienta biológica para garantizar la reproducción y la continuidad de la especie. Este complejo juego hormonal tiene como objetivo que ... dos individuos de la misma especie se encuentren y vean recompensadas sus aspiraciones con estímulos tan potentes como el orgasmo. Cada especie tiene sus rituales y liturgias especializadas con el tiempo, y los seres humanos no somos ajenos. En nuestro caso, el perfeccionamiento de rituales, deseo y pasiones ha alcanzado cotas equiparables a nuestra capacidad cerebral, pero la química en disputa no difiere demasiado.

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Lo primero que habría que decir es que la reproducción y actividad sexual es considerada una acción de lujo por nuestro cuerpo. Es decir, solo se va a dar si existe una mínima homeostasis asegurada. En consecuencia, la actividad sexual puede ser considerada como un factor importante a tener en cuenta dentro de una valoración global en la salud de una persona. No es de extrañar que la actividad sexual sea de las primeras cosas que se ven resentidas en un proceso de convalecencia por enfermedad física o mental. Pensemos en mujeres que sufren episodios de desnutrición y la desaparición de la regla o amenorrea es de los primeros síntomas en debutar.

Deseo sexual

El ser humano es complejísimo y su comportamiento sexual es fiel reflejo de esta afirmación. La erección masculina y femenina (pene y clítoris respectivamente) depende de la segregación de una sustancia vasodilatadora llamada óxido nítrico en el endotelio vascular, esto a su vez está regulado por un reflejo espinal modulado por diferentes factores como son estímulos tácticos, olfativos, auditivos o mentales. Algo que lo hace individual para cada persona, pero siempre es el sistema nervioso parasimpático el encargado de que dicha erección se pueda dar. Esta es, simplificándolo mucho, la parte de nuestro sistema nervioso que desactiva las señales de alerta y nos relaja. En consecuencia, si nosotros vivimos la experiencia con ansiedad o alerta, tendremos problemas a la hora de afrontar y disfrutar una relación sexual. De ahí que el abordaje de este tipo de problemas deba ser multidisciplinar: ginecólogos, urólogos, cardiólogos, psiquiatras, psicólogos o profesionales de la actividad física.

Afrodisiacos

En los tiempos que corren, la palabra afrodisiaco es casi sinónima de sildenafilo, más conocido por su nombre comercial 'Viagra'. Este medicamento tan efectivo pertenece a un grupo de medicamentos denominados inhibidores de la fosfodiesterasa y actúa dilatando los vasos sanguíneos del pene. Esta vasodilatación produce un aumento del flujo sanguíneo en el pene, restaurando la función eréctil deteriorada, siempre que se produzca la adecuada estimulación sexual. Y esto último es la clave: incluso un medicamento tan potente como el sildenafilo necesita de estimulación, por lo que no podemos esperar que existan alimentos o suplementos que hagan magia. Aclarado este punto, sí podemos revisar, al abrigo de la literatura científica, un conjunto de alimentos muy recomendables para nuestra salud sexual, ya sea porque están relacionados con alguna acción concreta o con una puesta a punto genérica de cara a una vida sexual satisfactoria:

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- Ostras: Este alimento sustenta mucha fábula, pero es cierto que algo de agua lleva el río cuando tanto suena. Concretamente por su contenido en zinc, manganeso y vitamina C, sustancias que se han relacionado con el deseo sexual y la cantidad de espermatozoides... eso sí, siempre que se consuman crudas.

- Albahaca: Sabemos que su contenido en flavonoides, vitaminas y minerales aumenta la lívido y el estado de ánimo en general.

- Chocolate: Su contenido en flavonoides y polifenoles contribuye a la correcta producción de óxido nítrico y su acción vasodilatadora. Pero siempre que sean cacaos con altas proporciones y no sucedáneos de apenas un 30% y atiborrados de azúcar.

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- Vainilla: Se ha relacionado con mayor producción de testosterona y estrógenos. Y solo su olor ya ayuda a crear una atmósfera apropiada.

- Café: El café tiene multitud de propiedades (a nivel cardiaco, inmunitario o neurológico). En el caso que nos atañe, también tiene mucho que decir, ya que relaja la musculatura lisa y mejora el flujo sanguíneo.

- Alcohol: Es un vasodilatador, así que a priori podría ayudar, pero también es un tóxico. De forma que más allá de un par de bebidas, no solo no ayuda, sino que se convierte en nuestro principal enemigo.

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- Remolacha y hojas verdes: El zumo de remolacha o alimentos como canónigos, acelga o perejil son muy ricos en nitratos precursores del óxido nítrico.

Aparte del terreno de la alimentación, existe uno en pleno crecimiento que es un paso intermedio entre alimentos y medicamentos. Hablo de los suplementos, un terreno resbaladizo donde abundan los fantasmas y las fichas de parchís, ya que la mayoría presume mucho más de lo que justifican realmente sus hechos. De forma que para navegar por estas aguas conviene ir acompañado de estudios científicos actualizados que nos confirmen que realmente hacen lo que dicen que hacen.

- Tribulus terrestres: es un género de plantas perennes cuyas especies reciben el nombre común de abrojo. Se trata de un arbusto cuyos frutos y partes aéreas contienen resinas, taninos, esteroles, aceites esenciales y saponinas. En particular, contiene protodioscina (PTN), un compuesto que eleva los niveles de la dehidroepiandrosterona, una prohormona clave en lo que a la actividad sexual se refiere y que ha demostrado su eficacia en el trastorno del deseo sexual en mujeres premenopaúsica.

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- Panax ginseng: es una planta que crece en Corea, China y Siberia. Se considera un adaptógeno, que son sustancias naturales que se cree que estimulan la resistencia del cuerpo a los factores estresantes. Contiene muchos productos químicos activos y los más importantes se denominan ginsenósidos. Hay estudios de la variedad fermentada o ginseng rojo sobre la disfunción eréctil y se ve efectividad, ya que mejora la presencia de óxido nítrico en los cuerpos cavernosos del pene.

- Fenogreco: es una planta asiática y africana, de la que se consume tanto las hojas como las semillas. Tradicionalmente se ha relacionado con el aumento de la producción de testosterona, pero parece que no se refleja en los estudios científicos y éstos sí nos hablan de un ligero aumento de la libido.

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- Maca andina: La maca o también conocida como ginseng peruano (aunque nada tiene que ver con el ginseng) es una planta que crece en los Andes centrales del Perú, por encima de los 4.000 metros de altitud. Su forma es pequeña y achatada y su raíz tuberculosa (es la parte comestible) se parece a un rábano. Los estudios nos dicen que tras ocho semanas se detecta un significativo aumento del deseo sexual aunque no altera niveles hormonales.

- Arginina: Aminoácido relacionado con mayor formación de óxido nítrico siendo precursor de la hormona que lo sintetiza. Aparte de en suplementos, aparece de forma natural en alimentos como la avena, las sardinas o los calamares.

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- Citrulina: Es otro aminoácido por lo que apenas aparecen efectos perjudiciales. Ha demostrado ser útil disminuyendo la presión arterial, aumentando el flujo sanguíneo y el óxido nítrico. También se encuentra en diferentes alimentos como pepino, calabaza o garbanzos, pero sobre todo en la sandía, de hecho su nombre científico es Citrullus lanatus y no es casualidad.

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