DGT: Diez reglas de oro para viajar seguro en transporte público y mantener a raya el coronavirus

Utilizar la mascarilla es obligatorio también cuando usas el transporte público. Debes llevarla en todo momento -bien puesta, obviamente-, tanto en las estaciones, paradas , pasillo como dentro de propio vehículo.

La DGT apunta que, en la medida de lo posible, se debe evitar hablar con otros usuarios o por teléfono «porque cuando hablas, toses o estornudas proyectas pequeñas gotículas que pueden contagiar el virus». Por otro lado, los expertos consideran que es mejor no quitarse la mascarilla en ningún momento y aconsejan «no comer o beber durante el trayecto».

El distanciamiento social debemos ponerlo en práctica en todos los ámbito de nuestra vida para frenar la cadena de contagios, también en los viajes en transporte público. Siempre que las características del transporte lo permitan se debe mantener al menos un metro y medio de distancia con respecto a otros viajeros. Además, si se puede, también habría que dejar una fila de asientos vacíos entre los pasajeros o al menos un asiento de distancia en el caso de ir en taxi.Y ojo con las entradas y salidas: evita colas y deja espacio para entrar o salir del vehículo.

Si es factible llegar un poco antes o algo después a nuestro destino, hagámoslo. Es conveniente evitar el transporte público en las horas de mayor afluencia de viajeros, para no encontrarnos con aglomeraciones donde el peligro de contagio se acrecienta.

La cuarta recomendación pasa por hacer un esfuerzo y no tocar ningún tipo de superficie: ni pasamanos, ni asientos, ni puertas, ni ventanas. Si tocas porque lo necesitas o sin darte cuenta, lávate las manos con agua y jabón lo más rápido posible o, al menos, desinféctalas con gel hidroalcóholico.

Otro consejo a guardar a buen recaudo es el de evitar el contacto con el dinero. Es recomendable no dar ni recibir cambio o tener contacto con las manos del conductor. «El uso de guantes desechables puede ser una buena opción en este caso», mantiene la DGT.

Antes comentábamos la necesidad de lavarnos las manos tras tocar alguna superficie. Pues bien, este hábito debemos interiorizarlo y repetirlo con frecuencia tanto con agua y jabón o, en su defecto, con un desinfectante de manos.

Aunque no lo queramos, a veces es inevitable tocar superficies que no sabemos si pueden estar contaminadas. Por ello, es de vital importancia no tocarnos los ojos, la nariz o la boca con esas manos contaminadas, ya que «puedes transferir el virus de la superficie a tí mismo», recalca Tráfico.

Sí, también se encuentran los ascensores en esta lista ya que son un modo de transporte esencial para las personas que tienen dificultad para subir escaleras. Los ascensores son habitáculos cerrados donde se cruzan infinidad de personas. Por ello es altamente recomendable «que solo viaje una persona cada vez y que quede reservado para aquellos que lo necesiten realmente».

A la hora de toser o estornudar es importante asumir una serie de medidas de higiene para evitar la propagación del virus. Hablamos de cubrirnos la boca y la nariz con el codo o con un pañuelo desechable. Si usamos un pañuelo, debemos tirarlo inmediatamente y lavarnos las manos con agua y jabón o gel a base de alcohol. «Al cubrir la boca y la nariz durante la tos o el estornudo se evita la propagación de gérmenes y virus. Si estornudas o toses cubriéndote con las manos puede contaminar los objetos o las personas a los que toques», recuerda la DGT.

Si tienes fiebre, tos o notas dificultad para respirar no salgas de casa y pide atención médica lo antes posible puesto que estos son los síntomas más habituales de los enfermos de coronavirus. Por supuesto no uses el transporte público con esos síntomas.