Así funciona la regla del 10/20, que puede ser clave para salvar vidas

El coordinador del grupo de SEMES Socorrismo, Roberto Barcala, señala que, pese a las creencias, el ahogamiento no es un suceso ruidoso ni visible, sino «un proceso rápido, silencioso y difícil de detectar», que en la mayoría de los casos «transcurre en menos de dos minutos».

Por este motivo, desde el 112 se recuerda la utilidad de la norma del 10/20, especialmente para ayudar a los más pequeños. ¿En qué consiste? En mirar a la piscina (o donde se estén bañando las personas que nos interesan) cada diez segundos como mínimo y situarnos en un sitio en el que no tardemos más de 20 segundos en llegar para prestar auxilio.

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) recuerda que España tiene unas condiciones muy favorables para el ocio acuático, tanto por la climatología como por los 8.000 kms. de costa, con más de 3.000 playas y 172.000 kms. de cauces fluviales, además de pantanos habilitados para el baño.

Sin embargo, asegura que los ahogamientos suponen un «verdadero problema» de salud pública y en España se sitúa entre las tres primeras causas de muerte no intencional y el 80% de los casos de ahogados se concentran de julio a septiembre.

En cuanto a las edades de las víctimas, en la franja etaria infantil, los niños más pequeños (hasta los 4 años) se ahogan frecuentemente en piscinas, principalmente particulares, por falta de supervisión y durante la sobremesa -entre las 15 y 18 horas-; mientras que los jóvenes y adultos suelen ahogarse en entornos naturales (playas, pantanos y ríos).

Entre los principales factores de riesgo identificados por SEMES- Socorrismo, según recoge Europa Press, se encuentran la falta de supervisión directa en menores, especialmente durante las horas de sobremesa, es decir, entre las 15.00 y las 18.00 horas.

Además SEMES avisa de las conductas de riesgo, como el uso de móviles mientras se vigila a los niños, baños con bandera roja, consumo de alcohol, saltos desde alturas, y alquiler de embarcaciones sin formación adecuada. SEMES también resalta la falsa sensación de seguridad proporcionada por flotadores, manguitos o la creencia errónea de que «todo el mundo sabe nadar».

SEMES aconseja vigilar a los niños de cerca, olvidarse del móvil y no fiarse de los manguitos. «La mejor prevención es la supervisión directa», asegura.

Asimismo, recomienda que en cualquier actividad náutica se use el chaleco salvavidas, así como que se busquen playas vigiladas. SEMES subraya que los socorristas ayudarán a prevenir el ahogamiento, al tiempo que se respete las banderas del mar.

«Si ves a alguien que se está ahogando, alerta a los servicios de socorro, y trata de arrojar algún material de flotación para que la víctima se pueda agarrar y mantenerse a flote», finaliza la Sociedad.

Igualmente, SEMES insiste en la aplicación de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) de manera inmediata cuando una persona ahogada no respira. Deben mantenerse hasta la llegada de los servicios de emergencias o hasta que la personas se recupere.