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Inés Hernand antes de su ciclo 'El Polvorín' en La Térmica. Migue Fernández
Inés Hernand: «Ahora tengo más tranquilidad económica, más dolor de cabeza y menos pelo»

Inés Hernand: «Ahora tengo más tranquilidad económica, más dolor de cabeza y menos pelo»

La comunicadora e influencer recibe a SIX minutos antes de comenzar su ciclo 'El Polvorín' sobre diversidad y teoría queer en La Térmica

Víctor Rojas

Sábado, 16 de septiembre 2023, 23:52

La punta afilada de los tacones de unas botas resuenan en las paredes de La Térmica. Imponente y empoderada apareció Inés Hernand por los pasillos de este centro cultural. La comunicadora e influencer recibió a SIX minutos antes de empezar su ciclo 'El Polvorín' sobre diversidad y teoría queer. En la conversación habló sobre feminismo, el colectivo LGTBI y Málaga como un enclave diferente a las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. También abordó temas de actualidad como la supuesta agresión sexual a una reportera de Cuatro y el caso Rubiales.

A Hernand aún le quedan dos citas con La Térmica. En esta primera estuvo acompañada por Samantha Hudson y las asociaciones locales Apoyo Positivo y Ojalá. En la siguiente sesión hablarán sobre población migrante y la última estará dedicada a los cambios en el urbanismo y el acceso a la vivienda.

–Inaugura el ciclo 'El Polvorín' hablando de diversidad y teoría queer. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el colectivo LGTBI?

–Son muchos y muy diversos, por eso queríamos poner un enclave como era Málaga para ilustrar las diferencias que tiene con las grandes ciudades. Parece que los problemas de LGTBIfobia se centralizan siempre en Madrid, Barcelona y Valencia. Hay vida mucho más allá de eso. Queríamos poner un enclave muy concreto y circunscrito a Málaga. Y contraponerlo a otras regiones de Andalucía, donde hay mayor represión o menos gente diversa. No es que haya menos, es que no han salido del armario. Por otra parte, se enfrentan a unas desigualdades de punto de partida, que diría la Jurado, que desconocemos las personas que tenemos un privilegio distinto. El enclave de Málaga también añade toda la migración que viene y no puede ser atendida porque no tiene una situación regular en nuestro país. En este sentido, son los tejidos asociativos, la colectividad y los barrios los que están pudiendo ayudar a todas esas gentes. Desde asesoramiento jurídico e información hasta test gratuitos de detección de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) para que puedan vivir la vida que quieran, con su identidad de género u orientación sexual sin ningún tipo de represión. Es muy importante salir de los enclaves que estamos acostumbrados a consumir en los medios generalistas para poder atender a las realidades diversas.

–Hablando de medios generalistas, ahora ha comenzado a colaborar en 'Más vale sábado' con compañeras como la Caneli. ¿Qué supone que un programa de la televisión en abierto incorpore a una drag a su plantilla?

–Desde los medios de comunicación hasta toda la ciencia ficción y toda la visibilidad en las plataformas es importantísima. Hay que representar realidades diversas, cuerpos diversos, razas diversas para ayudar a normalizar otro tipo de realidades. Y, con esto, proteger a las infancias. Si en las infancias estás viendo a una travesti como es la Caneli en televisión en horario familiar, por la tarde, echándose unas risas y hablando de corazón, tú dirás: «¡Ay, qué graciosa, qué bien!» Y si ves a una persona como Boris Izaguirre, con pluma, presentado un programa y eres un niño con pluma dirás: «Sí, efectivamente, soy maricón como el que está presentando este magacín». Como ha ocurrido con las campeonas del mundo: «Sí, efectivamente, juego como una niña como las que acaban de ganar el mundial concretamente». Somos todos responsables de incluir a gente diversa.

–Los siguientes ciclos también abordarán temas sociales. ¿Es fácil ser un rostro tan conocido y estar comprometida con estas causas?

–No –ríe–. Para mí no es que sea fácil o difícil. Depende de para qué. Imagino que hay marcas que directamente no quieren involucrarse conmigo, al igual que habrá medios de comunicación a los que tampoco les interese. Pero no me importa. Creo que hay que posicionarse, sobre todo en estos tiempos. Hace falta consolidarse y ser firme en lo que uno cree. Además, yo personalmente, que estoy en comunicación con la 'Generación Z', me siento muy definida por el movimiento que están causando. Son personitas que están muy vinculadas y sensibilizadas con acciones sociales. Entonces… qué le den por culo al resto, qué te digo.

Igualdad

«El feminismo da libertades a todos los planos de la sociedad. A los hombres cis hetero también les da libertades»

Inés Hernand

Comunicadora

–Pero imagino que sí siente responsabilidad al pronunciarse sobre temas en los que muchos la consideran referente como el feminismo o el propio colectivo LGTBI.

–No es que me sienta responsable. Condenas las cosas que tienes que condenar, pero hay que hacerlo de una forma sentida. A mí me llamaron desde La Térmica y me preguntaron qué me apetecía hacer. Era un papel en blanco. En el enclave de Andalucía, en la costa de Málaga y estando cerca de Almería, donde llegan muchas personas migrantes, cómo no vamos a hablar de una realidad tan próxima. A lo mejor en Galicia o en el País Vasco estas realidades les quedan lejanísimas. Hay tantas realidades como comunidades autónomas y enclaves distintos. Por ejemplo, esta mañana hemos ido a Torremolinos a la asociación Apoyo Positivo para hablar de todas estas cosas y conocer su trabajo, me parece guay. No entiendo mi trabajo de una forma distinta. Al que le guste bien y al que no, cariño, esto es gratis, que no lo consuma.

–Hace unos días vimos una agresión sexual en pleno directo a una reportera. ¿Qué valoración hace de esta situación?

–Todo el mundo se está llevando las manos a la cabeza como si esto fuese nuevo. Lo único que ocurre es que está retratándose. El caso Rubiales y el caso de esta reportera es lo mismo. Creo que nos debe enorgullecer que el presentador del programa de Cuatro preguntase si acababa de ocurrir eso, en vez de normalizar la situación. Eso es lo que tenemos que hacer y aspirar todos como sociedad. Esto no es una guerra de sexos. Esto es pararle los pies a la gente que es una sinvergüenza y que es una agresora. Decir que esto no se puede consentir. En el momento que esto se dice en casa y en el colegio queda claro que esto no es un juego, aspiraremos a tener una sociedad mejor. Por cierto, somos vanguardistas en feminismo en muchos aspectos. Debo decir que este verano he viajado al extranjero y cosas que señalan en positivo de nuestra sociedad es que somos muy abiertos de mente y que tenemos unas leyes feministas y un movimiento feminista muy sólido. Ante esto ocurren los movimientos reaccionarios. El feminismo da libertades a todos los planos de la sociedad. A los hombres cis hetero también les da libertades. ¿Por qué vivir peor si podemos vivir mejor? Esa es mi pregunta. Es igual que el caso Rubiales. No se puede ir con esa impunidad aplaudiendo en ruedas de prensa. Me enfada muchísimo. Estoy como toda la sociedad, espero, cabreada e indignada. He de decir que el otro día hice un reportaje en el centro de Madrid sobre cómo haríamos una España mejor y qué le dirías a Pedro Sánchez si lo tuvieses delante y todo el rato decían: «Pues… No sé… Pedro Sánchez, hijo de puta». No saben qué decir, y no es que yo sea sanchista y tenga una chapa de perra sanxe, es que no saben cómo mejorar las cosas. Mejorar las cosas es conciliar, sentarnos a hablar y disentir.

–En esta línea de pronunciamiento público, en el programa que estaban haciendo en directo por el Orgullo hizo un alegato a favor de un gobierno progresista. ¿Qué consecuencias ha tenido este discurso?

–¡Anda! –pronuncia y da una palmada mientras se termina de formular la pregunta–. Para mí ninguna. Soy autónoma. Cuentan conmigo como dejan de contar. Yo no tengo ningún problema con la cadena. Puedo tener una opinión personal sobre que retiraran el programa, pero asumo plenamente la responsabilidad de esas declaraciones porque, efectivamente, eso no estaba en guion. Aunque yo creo que per se ese programa ya tiene una significación en el momento en el que en la Plaza de Callao te presentas con Valeria Vegas, Raúl Avilés, Juan Sanguino, Sharonne… Eso ya es una declaración política, y más una semana después de que hayan puesto un cartel de odio en mi ciudad, que se tardó diez días en retirar. No sé lo que entiende la gente por progreso, yo entiendo que un progreso no tiene que ser un retroceso. Esto es como lo que le decía Francisco de Quevedo a la reina, que le dijo a Góngora que la iba a llamar coja en su cara. Se acercó y le dijo: «Entre flores y rosas, su majestad es coja». «¡Ay, Quevedo, qué cosas me dices tan bonitas!», le respondió. Esto es lo mismo. Parece que con algunos sindicatos no se puede entrar mucho en disentimientos lingüísticos y es lo que hay. Yo estoy muy contenta con el programa que se hizo, de llenar la Plaza de Callao en el Orgullo, de todo lo que se habló y de toda la trayectoria que ha tenido Playz, que ha cerrado una etapa. No por esto en concreto. Pero soy yo la que sigue aquí, soy yo, te lo digo a ti.

–¿Considera que pronunciarse públicamente sobre temas sociales pasa factura o, en cambio, puede beneficiar?

Me da igual. Hay gentes que son oportunistas, como siempre. Y van a decir todo mi apoyo contra las ablaciones y las mutilaciones en Burundi. ¿Y cuándo estás pidiendo o exigiendo que para ser trans haya una mutilación? Lo que quiero decir es que depende de la persona. Pero creo que el posicionamiento público siempre es positivo porque a alguien le empujará aunque sea a mínimos. Yo tampoco tengo el carné del activismo en nada. Si la gente quiere ser feminista o quiere pronunciarse en un momento dado, creo que es positivo.

Inés Hernand en un momento de la entrevista. Migue Fernández

–¿Cómo fue el paso de trabajar en la jurisprudencia y tener un canal de youtube a dar el salto a la fama y ser referente para muchas personas?

Significa tener más tranquilidad económica, más dolor de cabeza y menos pelo. Y ya está. Yo me siento igual, lo digo de corazón, no es por hacerme la humilde. Creo que curro más horas que el sol. Hay muchas cosas que se piensan que se cobran tremendas y están regular pagadas. Tengo el mismo corazón que siempre, pero tengo más tiempo para dedicarle a ciertas cosas. Eso me da mucha felicidad. Ya no estoy en ningún sindicato, que antes sí lo estaba. Antes era asalariada y, ahora, como autónoma no se puede hacer. Para mí, es un momento muy guay. Estoy muy contenta de que haya una audiencia que me esté dando esta oportunidad y sigo siendo yo, creo. Más o menos. Soy un poco borde, a veces. Tengo mis cosas. Bueno, estoy currando para hacer las cosas un poco mejor. Me iría mejor con las cremas, pues sí, también lo digo. Me iría mejor con las cremas, sólo enseñando cómo me pongo morro, pero no. Estamos aquí.

–En su contenido en redes sociales da la sensación de que aún no es consciente de la popularidad que ha adquirido por su sencillez y cercanía. ¿Es así?

–Lo que no soy es boba. Anónima sé que no soy. Hoy justo en la comida lo hemos hablado. Me han preguntado si creo que soy famosa. No lo creo, famosa es Beyoncé. Yo voy a un sitio y nadie me va a decir nada sobre lo que estoy haciendo. Si se me ha ido el eje de la cabeza, nanai, que soy tauro. Estoy con el pie a tierra todo el rato. Tacón a tierra.

Televisión

«En estos mundos de las precariedades una se tiene que reciclar»

Inés Hernad

Comunicadora

–Dos de sus mejores amigos son también muy populares, Andrea Compton y Gonzalo Caps, ¿ha afectado la fama a vuestra relación en algún momento?

–Lo único que siempre afecta son las parejas, entonces mejor no tenerlas. Con Andrea me he ido de viaje ahora, hemos vivido un año juntas. Con Gonzalo cenamos hace tres días. Cambian ciertas cosas porque vas madurando. Pasa como con los hermanos. Vas creciendo y recordando cosas que contabais y, ahora, de adultos podemos pensar otra cosa. Somos gentes de barrios, gentes majas.

–El mundo televisivo y de las redes sociales es muy incierto, al igual que la fama. ¿Tiene pensando que esto sea una etapa o le gustaría que fuera su forma de vida para siempre?

–¿Sabes lo que me pasa? Que lo que se me da bien es el 'picky picky', se me da bien el hablar. Yo no me veo en otro sitio que no sea hablando. Pero si me preguntas si podría ser crupier, pues podría aprenderlo y tirar, obviamente. También en estos mundos de las precariedades una se tiene que reciclar. He sido mucho tiempo hostelera. A lo mejor me abro un puesto vegano y eso haría, ya está.

–¿Cómo afronta esta nueva etapa en 'Más vale sábado'?

–Realmente me han puesto como que soy colaboradora de todos los días, pero yo iré cuando pueda. Las colaboraciones en televisión son así. Y más que van a venir. Pero en La Sexta muy bien. Es un magacín de por la tarde, de estar tranquilitos. Y de comunicarnos divertidos, eso es lo que yo he entendido. A lo mejor son ellos los que no me vuelven a llamar nunca… Es broma.

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