Dennis Moore: «Los DJs somos psicólogos de la pista y tenemos que estar siempre muy atentos»
El malagueño destaca en su profesión por su reconocible estética, además de haber conseguido una gran trayectoria en un corto periodo de tiempo. Durante la Feria de Málaga, cada tarde, anima la caseta La Colega
En pocos años se ha convertido en el DJ más conocido dentro del colectivo LGTBI. En uno de los más solicitados y requeridos de la ... noche... y también de las tardes. Dennis Moore, con su estética personal y su gusto por la música, se ha recorrido la mayoría de España y parte de Europa. Pero no olvida la Feria de Málaga, en la que lleva pinchando tres años consecutivos en la caseta La Colega, donde estará todas las tardes para animar al público que busca un rato de diversión, de 'petardeo' y de pasarlo bien en un ambiente de calidad.
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–¿Se te puede considerar el DJ del colectivo LGTBI de la Feria de Málaga?
–No sé. Soy un poco tímido en ese aspecto. No me gusta decirme cosas tan bonitas o darme tantos méritos. Se puede decir que soy uno de los DJs. Al final estoy todos los días, y este ya es mi tercer año con la caseta La Colega. Estoy muy contento de poder estar allí todos los días y, aunque sea una paliza porque son muchas horas de trabajo, estoy por las tardes que hace bastante calor al principio y estoy bailando todo el rato, me gusta bastante porque es uno de los sitios donde más energía recibo. La gente siempre está dispuesta a darlo todo y me lo paso muy bien.
–¿Es diferente hacer una sesión en la Feria que en otro espacio?
–Sí, es muy diferente. Por las tardes hay un público bastante variado. Por ejemplo, en La Nogalera el público en 90% del público son chicos del colectivo, pero aquí hay mucho público diferente: vienen mujeres, viene gente más joven, gente más mayor. De hecho, el otro día vino mi propia abuela a verme. Y es un público que viene a pasárselo bastante bien, y están dispuestos a todo, a cualquier cosa que les decimos. Por la tarde suelen estar más receptivos que por la noche, por la noche están de fiesta, pero por la tarde están empezando. La Cristano, que es la drag queen del bingo, y yo hacemos lo que queremos con ellos. Interactúan mucho con nosotros y es más animado en ese sentido. Me gusta mucho más porque tengo la opción de tener el micro y estar interactuando directamente, no solo a través de la música, sino a través de momentos de animación.
–Este año estás sólo de tarde.
–Sí, yo siempre digo que el mejor horario es el de tarde. La gente está empezando la fiesta y me hacen caso –ríe–. Luego, a partir de las 12 de la noche, los pobrecitos míos ya están a otra cosa y ya no están tan atentos a lo que se está haciendo en cabina. Por eso siempre prefiero por la tarde. Además que, si algún día quiero quedarme después por allí, también tengo esa opción, hago trampa.
–¿Qué canción no puede faltar en un buen tardeo de Feria?
–Es una pregunta muy complicada. Es como cuando me preguntan por mi canción favorita. Soy tan, tan fan de la música que es que no te podría decir solo una… Aunque creo que este año un clásico de la Feria, y aunque sea un tema que es un poquito así más heterosexual, está siendo 'La Morocha'. Luego, hay temas que no pueden faltar y más en una caseta LGTBI como los de una Lady Gaga, una Beyoncé, una Rihanna. También tenemos los clásicos como 'Dime' de Beth, un 'Yo quiero bailar'... Un poquito de petardero nunca puede faltar. Y una sevillana también, yo siempre pongo la de Omar Montes, porque, aunque soy malagueño, no soy muy flamenco. Sobre todo, dos temas que la gente lo da todo, son 'Será porque te amo' y 'El fin del mundo'. Con ellos la gente se viene muy, muy arriba.
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–¿Hay alguna canción que te encantaría poner pero no lo haces porque consideras que la gente no va a recibirla bien?
–Siempre lo tengo un poco como mantra como DJ, porque al final soy un DJ que vive mucho la música, está todo el rato bailando y necesito sentir esa música para luego expresarlo con el público, entonces no pincho ninguna canción que no me guste. Es cierto que siendo DJ te das cuenta de que no todos los días son iguales y, si pones las mismas canciones dos días, depende de la energía de la gente, del feedback que te dé. A lo mejor el lunes te van a dar todo con esa canción y el martes va a haber un poco de bajón. Si veo que la puedo salvar cojo el micro y empiezo a animar al grupo que no está animado. Al final considero que somos psicólogos de la pista y tenemos que estar siempre muy atentos a ello. Entonces depende mucho de la actitud de la gente si cojo el micro para animarles en esa canción o la mezclo y la cambio rápido.
–¿Tienes algún artista fetiche?
–Mis dos artistas top son Lady Gaga y Pink. Lady Gaga siempre triunfa y Pink no es una artista tan comercial a la hora de pinchar. De hecho, podría decir que solo tengo en mi pendrive dos canciones de ella porque son las que más pueden triunfar, pero hay una que para mí es muy importante porque fue con la que la conocí: 'So What'. La gente siempre lo da todo, es la canción donde siempre suelo tirarme al público, suelo pedir a la gente que me coja en hombros y la gente lo da todo. Es una canción muy guay y me recuerda mucho a mi infancia, a mi Dennis de ocho añitos cuando la descubrió con esa canción en el 'Sing Star' 2009. Ellas son mis dos artistas fetiches y Lady Gaga es de la que más abuso.
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–¿Cómo comenzaste en este trabajo?
–Empezó como hobby. Empezó en la prepandemia en un local muy mítico de Terremoninos que era el antiguo New Morbo's, que en su momento era el Lío Cabaret, y eran sus últimos días. Siempre he sido muy fan del drag y ya no estaban ni contratando DJs y las drags estaban poniendo las canciones la una a la otra, eran Katrina y La Salvaora, y me pidieron el favor de que les psuiera canciones porque querían actuar juntas y me enseñaron el tema de las luces, cómo poner las canciones… Me llamó mucho la atención.
–Y ahí empezó.
–Sí. Ya después de la pandemia me pude comprar mi propia mesa y fíjate que yo estaba estudiando para ser sanitario. De hecho, yo soy sanitario. Estaba para trabajar en el hospital, pero me compré mi mesa por hobby, y empecé a practicar. Empecé con música house, porque era más fácil a la hora de pinchar, era bastante más fácil de hacer oído. A los dos o tres meses empecé a subir vídeos a Instagram, a hacer directos, hasta que en mayo de 2021 me llamó Coca Boom para decirme que necesitaba un DJ para una fiesta en Marbella de tarde. No tenía ni una canción pop. Esa tarde en dos horas me descargué como cien canciones, y para adelante…
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–Y ya empezaste a trabajar más.
–A partir de ahí, la semana siguiente me llamaron de Ritual Copas, actualmente Marta, Cariño, y empecé a pinchar. Estaba con mis prácticas, con mi TFG y, a la par, los fines de semana iba pinchando allí. Hasta que Marta Cariño trae a un DJ de Madrid y fue un poco chasco para mí, ya que había conseguido un huequito… Al final no era lo mío, para mí era un hobby y pensé en empezar a buscar hospitales porque ya me había graduado. Pero me escribieron de Marta, Cariño que ese DJ se iba diez días de vacaciones, y que me necesitaban para cubrirle. Y, al tercer día, me acordaré siempre, me escribió el jefe y me propuso quedarme. Empecé a trabajar con ellos el verano y pude ver que podía ser un trabajo estable, como cualquier otro. Luego, me llevaron a Madrid, empezaron a contactarme de Sevilla, de Jerez… Poco a poco fui abriendo barreras. En febrero de 2022 me fui a Madrid a trabajar en Marta, Cariño y me di cuenta que de eso podía vivir y ser muy feliz. Y hasta día de hoy, que me he recorrido casi toda España, Europa y aquí seguimos.
–Puede haber prejuicios porque es un trabajo nocturno, pero siendo sanitario también lo hubieras tenido.
–Efectivamente. Es como hacer turnos de noche en el hospital. Además, la noche me la tomo muy sana, sólo bebo agua. Eso también ayuda muchísimo. Es cierto que hay aspectos de trabajar en la noche que, si no te cuidas, pueden ser perjudiciales. No deja de ser como un turno de noche en el hospital.
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–Has dicho antes que poco a poco fuiste abriendo barreras, pero en realidad ha sido todo en poco tiempo.
–Muchas veces me pongo a pensar fríamente, y te lo he dicho en la primera pregunta, no me gusta como echarme flores, pero es verdad que me expandí muy rápido. Si que es cierto que, desde el primer momento, me armé una imagen de marca muy potente, y lo tenío muy claro desde que empecé: quiero looks que siempre tengan un símbolo con un rayo, quiero que al final el DJ sea también una atracción… Entonces de ahí también el buscar el tema de los guantes láser, el estar bailando, el poco a poco coger el micro para animar a la gente. Creo que lo que ofrezco a día de hoy es un concierto, pero sin cantar. Si he hecho la vista atrás, estoy muy orgulloso de todo lo que he conseguido: recorrer muchas partes de España en muy poco tiempo, al año ya estaba pinchando por primera vez fuera de España, en Holanda, en Rotterdam… He conseguido estar en cinco ciudades europeas pinchando. Y, ahora en breve, vendrá una cosa muy guay fuera de Europa si sale todo bien. También tengo un show con bailarines, tenemos el fin de gira este sábado en el Pride de Águilas.
–Pero no te gusta echarte flores.
–No me gusta echarme flores, ni considerarme el mejor DJ, ni uno de los DJs, pero sí que estoy contento con mi trayectoria. Lo que más feliz me hace es día a día recibir un montón de mensajes de gente. Tengo uno que creo que es el mensaje más bonito que me han enviado. Eché una lagrimita y todo. Me dijo: 'A veces pasamos por momentos difíciles, y conectar a través de la música nos ayuda a dejar todo atrás, y seguir siendo fuerte, muchas gracias por ese momento, me ayudó muchísimo'. Te prometo que me hizo llegar este mensaje, porque al final yo vivo también muchísimo la música, y el que la gente pueda vivir la música conmigo es increíble. Es lo más importante de todo y lo que me llevaré siempre de ser DJ.
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–¿De dónde viene el nombre Dennis Moore?
–Dennis es mi nombre real. Y Moore, como te comenté antes, soy muy fan de Pink y viene de 2013. Al abrirme Instagram, no quería que la gente me encontrara si quería buscarme. Y, en ese momento, era mi época Pink. Y ella se llama en realidad Alicia Beth Moore, entonces yo dije le voy a robar el apellido a Pink y me lo pongo en Instagram, pero por no poner el apellido real. Y a la hora de ser DJ, la primera vez que iban a ponerme en un cartel me preguntaron qué nombre ponían. Le di mil vueltas al nombre y abrí Instagram y pensé que ya tenía el Instagram hecho con Dennis Moore, suena bien, suena internacional… Como tenía las cosas tan claras cuando empecé a pinchar y siempre he tenido muy claros los objetivos y siempre he tenido en mira el llegar lejos.
–¿Se liga mucho siendo DJ?
–Sí, sí que se liga. Tiene una parte buena y una parte mala. Y una parte intermedia, también está el hecho de disfrutar el momento. Se liga mucho, pero yo soy una persona muy sentimental, y muchas veces se liga por lo que eres y no por quién eres. Hay mucha gente que te presta mucha atención, hay gente que te tira la caña… Pero a mí luego me gusta mucho filtrar quién lo hace realmente porque le he gustado por cómo soy y no por lo que soy o por quién puedo ser. En mis relaciones me gusta mucho separar al Dennis DJ, del Dennis de siempre. Ayer lo hablaba mucho en la feria, un poco de coña, en la feria, por ejemplo, se liga mucho, pero es una putada. Estoy siete horas ahí pinchando y, al final, la gente va rotando de las casetas y, cuando acabo, no veo a ninguno.
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