Barbie, la película sin referencias LGTBI que es un fenómeno para el colectivo: «Era un objeto de deseo para los niños maricas»

Un hecho con el que muchas personas del colectivo LGTBI se sienten reflejados y que, ahora, con la película pueden disfrutar libremente de eso que antes tenían que esconder. «Yo jugaba con las barbies de mis amigas cuando iba a sus casas. Para muchos niños de mi generación eran una especie de objeto de deseo. No porque no las quisieran, sino porque les daba vergüenza pedirlas por reyes. Había que pedir un scalextric», asegura Pink Chadora. Además, Chicle de fresa, como coleccionista de barbies, aporta que todas las personas que también son coleccionistas que conoce son homosexuales. Un mundo rosa de fantasía y libertad, la misma que con la que muchas personas del colectivo soñaban mientras jugaban a escondidas con estas muñecas para evitar insultos y rechazo.

Además, Barbie también tiene relación con el mundo travesti. «Con mi drag siempre reivindico lo mismo: la estética de rubia, ojos claros, tonta…», desvela Pink Chadora, quien utiliza esta fórmula para acercarse al público y luego hacer «de caballo de troya» al sacar sus armas. «La sociedad entiende que cuanto más producida es tu estética, menor es tu capacidad intelectual», considera esta artista. En este sentido, Hornella piensa que muchas drags, entre las que se incluye, cogen todos esos elementos que la sociedad marca como exclusivamente femeninos, representados por Barbie, para usarlos como una herramienta de reivindicación. «Lo femenino no es solo de la mujer, la sociedad marca muchas cosas como femeninas sin serlo. Debajo de mi peluca hay un hombre pero lo que ven es una mujer», comenta. Pink Chadora sabe bien a lo que se refiere su compañera: «Algún chico hetero me ha piropeado y vaya cara se le ha quedado cuando me he girado y ha visto que soy travesti. Ha tenido el deseo hacia un cuerpo que no es el que esperaba», dice.

Para cerrar este tema, Pink Chadora hace un símil entre las drags y Barbie: «Puede ser de todo como nosotras, que somos una fantasía y unas inventadas y podemos hacer lo que queramos. Yo me defino como una Barbie rural». Durante el evento había tanta Barbie y tanta travesti que Chicle de fresa se planteó si estaba en la premiere de la película o en la final de 'Drag Race'.

A pesar de lo que muchos podían esperar: Barbie no es una película para niños. «Además de ser muy bonita, colorida, irónica, divertida, también es política, que me sorprendió muchísimo», cuenta Pink Chadora. La película hace un paralelismo entre el mundo real y el de fantasía de Barbie. Pasa de un universo dominado por ellas: Barbie jueza, Barbie doctora… A otro en el que el poder lo tienen los hombres. «Me parece magistral empezar con una autocrítica muy fuerte en clave de humor. A partir de ahí ya puede meterse con los demás. Hay una crítica muy fuerte a la sociedad. Pensaba que iba a ser una película infantil y para nada», opina Hornella, quien acudió a la premiere sin expectativas y volvió tras encontrarse con una «película interesante». Por su parte, la tiktoker define Barbie como impresionante: «Enseña un mensaje muy chulo. Pensaba que iba a ser para niños, pero es para los niños de los 80 que crecieron con ella». Además, aporta que tiene ese lado irreal de la fantasía pero con un mensaje muy real y profundo en clave de humor. Una película a la que tampoco le faltan las referencias. «Hay muchas referencias solo para las personas que somos fans de Barbie», explica Chicle de fresa. Aunque, como cuenta Pink Chadora, también hay guiños a la cultura popular y pop, otro motivo que atrae al colectivo LGTBI.

Durante la premiere hubo aplausos, sorpresas y hasta lágrimas. «Me emocioné en tres momentos de la película», confiesa la tiktoker. Pero no fue la única, Hornella desvela que vio a otras compañeras con los ojos mojados. «La película tiene partes bastante impactantes. Para nada es infantiloide y superficial, que es la imagen que tenemos de Barbie», argumenta la drag. Mientras unos lloraban, otros aplaudían. Es el caso de Pink Chadora: «Aplaudimos como si fuera una obra de teatro porque hay discursos y speechs muy interesantes».

Sobre el papel de Ken en el largometraje las tres coinciden en definirlo como un accesorio y un complemento de Barbie. «¿Qué profesión le conocemos? El novio de Barbie y punto», subraya Pink Chadora. Mientras que Hornella va un poco más allá: «Nunca me lo había planteado. Actualmente todo el movimiento feminista está enfocándose en incluir a los hombres, hay un espejo dentro de la película bastante interesante para analizar».

Una película que no parece lo que es. En la que los niños pueden disfrutar de la fantasía y el color, pero que está pensada para los adultos. Con críticas y autocríticas. Abierta a todos los públicos.»Me imagino a un padre llevando a sus hijas y, de repente, echándose unas risas y sorprendiéndose por cómo la película trata al hombre y a la masculinidad», concluye Hornella.