Ruta de senderismo: Marbella-Ojén

El punto de partida de esta ruta está en la desembocadura del río Guadalpín en Marbella, es decir, junto a la playa de La Fontanilla (COORDENADAS 36.506607, -4.901598). En concreto, en el paseo marítimo se encontrará el primer panel informativo que indica un ascenso hacia el norte para dejar atrás el Mediterráneo y encarar así el ascenso hacia las sierras que cobijan a Marbella.

1. Desde la urbanizada Marbella, esta trigésimo primera etapa de la Gran Senda de Málaga hace la primera incursión en la Sierra de las Nieves por su lado sur, es decir, a través de Ojén. Para ello, junto al arroyo Guadalpín se atraviesa la urbe costasoleña en dirección noroeste hasta el Pinar de Nagüeles. Cabe estar preparados físicamente para las pendientes que aguardan, ya que desde el litoral hasta el pueblo de destino, habrá que afrontar numerosas pendientes. Así, nada más empezar este camino hay que encarar una subida de más de 500 metros de desnivel.

2. Tras superar el pinar de Nagüeles se contacta con la cara más forestal de sierra Blanca, una zona de gran valor ecológico que antaño también tuvo interés geológico. De hecho, se pasa en este recorrido junto a las minas de donde se extraía antaño la magnetita, lo que propició en su momento la instalación del ferrocarril de San Juan Bautista y del muelle de 300 metros en la playa de Marbella para el embarque del mineral.

3. La parte más dura de este recorrido abarca el primer tercio del recorrido, es decir, desde la costa hasta que se superan los siete kilómetros, ya que son de continuo ascenso prácticamente. Así, se llega a pasar por zonas realmente espectaculares que contrasta con los tópicos sobre la ciudad turística de Marbella. Antes de llegar allí, la ruta se cruza con el Guadalpín, cuya desembocadura estaba en el punto de inicio. En concreto, hay que vadear este riachuelo a la altura de la ermita del arroyo de los Monjes.

4. Aunque está en ruinas, esta antigua capilla es, sin duda alguna, uno de los principales hitos históricos de este recorrido. De ella, sólo quedan algunos restos, pero, según ciertos documentos, fue un santuario religioso hasta el siglo XVIII y anteriormente pudo ser incluso parte de un antiguo convento. Fue abandonada en 1768 por sus ermitaños. Hoy es uno de los lugares más curiosos y menos conocidos de Marbella. En ese cruce con el antiguo santuario se conecta con el sendero del arroyo de los Monjes, que llevaría hacia el sur hasta la urbanización Sierra Blanca.

5. A partir de la zona minera el sendero gira hacia el norte, realizando de nuevo numerosas entradas y salidas a los valles de la ladera este de sierra Blanca, ya en Ojén. Así se llega a este encantador pueblo, situado a caballo entre la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves. Su casco urbano, situado en las laderas escarpadas de las sierras Blanca y Alpujata, está lleno de rincones que bien merecen la pena visitar. Allí se conjugan elementos cromáticos como el blanco intenso de las casas escrupulosamente encaladas y las coloridas flores que salpican sus fachadas.

6.La plaza principal es el verdadero corazón del pueblo, ya que, además de la iglesia de la Encarnación, incluye uno de los emblemas del municipio, la Fuente de los Chorros, donde el agua mana para después recorrer acequias de origen árabe que riegan las fértiles tierras de los alrededores. Junto a la fontana un letrero recuerda al visitante que el agua es el símbolo con el que más se identifica el pueblo, gracias a la riqueza hídrica que le proporciona el complejo montañoso que deja a sus espaldas.

En esta ruta, que atraviesa la sierra Blanca de Marbella, existe una espesa arboleda mediterránea que acompaña a la vegetación ribereña y a frondosos bosques de distintas especies vegetales autóctonas. Además de pinares y encinares, sobresalen en las orillas la madreselva y en su entorno impresionantes helechos. En lo que se refiere a fauna, se pueden ver y escuchar algunas aves de pequeño porte propias de ecosistemas ribereños. Igualmente, abundan distintos tipos de reptiles y anfibios junto al arroyo. Entre estos últimos están las ranas, que forman parte de la banda sonora en algunos tramos.

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