La Virgen de la Esperanza de Málaga estrena una corona inspirada en una de hace un siglo
La pieza, donada por un grupo de devotos, ha sido ejecutada por el taller de Orfebrería Montenegro con diseño de Curro Claros
La Virgen de la Esperanza de Málaga amanece este lunes luciendo una nueva corona que ha sido donada por un grupo de devotos y que ... está inspirada en una presea que ya tuvo la Dolorosa perchelera en las primeras décadas del pasado siglo, y que se perdió en la quema de la iglesia de Santo Domingo en 1931.
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La corona ha sido realizada por el taller de Orfebrería Montenegro, con diseño de Curro Claros. Según ha informado la Archicofradía del Paso y la Esperanza en sus redes sociales, «está confeccionada en plata sobredorada con más de 1.600 gemas, destacando esmeraldas, amatistas, topacios y diamantes».
La presentación de la corona inspirada en la que ejecutaron los talleres de Plata Meneses será este lunes, a las 18.30 horas, en la basílica del Paso y la Esperanza, a cargo del historiador Pedro Alarcón y del orfebre Miguel Ángel Martín, de Montenegro. No obstante, la Virgen luce ya la presea, una pieza donada "por cerca de doscientos devotos", ha revelado a SUR José María Faura, uno de los promotores del encargo y presidente de la Asociación Esperanza Perchelera.
"Los nombres de los donantes se encuentran inscritos dentro del orbe de la corona", ha señalado Faura. "Constituimos una asociación sin ánimo de lucro para poder recibir los donativos de los devotos. Como soy informático, creé una web y a través de este portal, las personas fueron colaborando aportando donativos por Bizum o tarjeta. Incluso se fraccionaron los donativos en 12 meses a razón de 2,50 euros, pero ya el proyecto nació con una importante aportación de mi familia", ha explicado José María Faura, quien reside en Madrid, donde nació, pero con familia paterna malagueña. "Soy hermano de la Esperanza, porque mi padre, malagueño, es de la Esperanza desde hace mucho tiempo. Él fue hombre de trono del Nazareno del Paso", ha recordado.
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¿Cómo surgió el proyecto?
¿Y cómo nació la idea de recuperar esta corona? Según ha indicado Faura, el cartel oficial de la Semana Santa de Málaga de Fernando Prini le dio la clave. "Yo quería regalarle algo a la Virgen de la Esperanza, pero, claro, tiene boches, pendientes, ráfagas... Al ver el cartel de Prini, pensé, ¿por qué no se recupera esa corona? Porque la Virgen tiene la corona de coronación, que es de oro, y la de Villarreal, que es de plata, pero las demás preseas son de orfebrería. Y a raíz de ahí, fui hablando con amigos y devotos, porque un proyecto de esta envergadura no lo puede acometer una persona. También hablé con la archicofradía, por supuesto. Y así surgió todo. La corona es espectacular. Es de plata chapada en oro y tiene más de 1.500 engastes. Contiene esmeraldas, amatistas, diamantes... Como es una corona con muchas joyas, pensé que Curro Claros podía ser el diseñador ideal para este proyecto y luego, viendo el resultado de obras de Orfebrería Montenegro, sobre todo, la corona de coronación de la Divina Pastora, tuve claro que este taller debía ser el que ejecutara la obra", ha relatado. "La corona tiene la forma de la perdida en 1931, pero no es igual en el fondo, ya que está enriquecida. Montenegro ha hecho una magnífica labor", ha acreditado.
Previsiblemente, la corona que este lunes luce la Virgen de la Esperanza en su basílica será expuesta para su contemplación este miércoles, coincidiendo con el 37.º aniversario de la coronación canónica. Se trata de una pieza rica en detalles, caracterizada por su exuberancia decorativa y dinamismo, con fuertes connotaciones simbólicas y un alto valor, tanto estético como litúrgico.
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Sigue un diseño clásico de platería madrileña de la anterior corona desaparecida en 1931, aunque enriquecido. La simetría, la minuciosidad del detalle y la abundancia de ornamentación son instrumentos para ensalzar a la Virgen de la Esperanza. Ejecutada completamente a mano, con trabajo de repujado, cincelado y engastado, el material predominante es la plata de ley de 925 milésimas, bañada en oro de veinticuatro quilates. Esmeraldas, amatistas, diamantes y multitud de gemas son engarzadas con precisión sobre monturas florales y geométricas, destacando un corte sobresaliente. Llama la atención a primera vista los pendientes, suspendidos desde la ráfaga a modo de lágrimas, creando un efecto móvil que atrapa la luz y completa el espacio.
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