El obispo de Málaga pide a la Virgen de la Victoria que interceda durante este tiempo «complejo y oscuro»

Como preámbulo al acto litúrgico, las cuatro instituciones públicas con representación en Málaga, Ayuntamiento, Diputación Provincial, Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y Subdelegación del Gobierno, han entregado unas canastillas de flores a la Patrona, de manos, en este caso, del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, quien ha estado acompañado del hermano mayor de la corporación victoriana, Miguel Orellana; el presidente del ente supramunicipal, Francisco Salado; y Carolina España y Patricia Navarro, en representación del Gobierno andaluz. En cambio, no ha acudido ningún miembro del Estado, por lo que las flores correspondientes a la subdelegación del Gobierno la han acercado al presbiterio de la Catedral dos hermanos de la Real Hermandad de Santa María de la Victoria.

También han asistido a esta cita varios ediles, diputados, autoridades militares, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, y varios hermanos mayores, tanto de corporaciones de gloria como de Semana Santa, así como centenares de fieles que han llenado por completo la basílica catedralicia.

Iniciada la eucaristía, durante la homilía, el prelado ha explicado, en primer lugar, que durante esta jornada se celebra «el nacimiento de Virgen María, bajo la advocación de Santa María de la Victoria, patrona de nuestra diócesis», ha insistido. «Esta festividad mariana es una invitación a la alegría y a la esperanza cristiana, porque el nacimiento de María anunciaba al mundo la salvación inminente», ha indicado el pastor de la Iglesia malagueña, que, además, ha asignado a la Patrona el papel de «esperanza nuestra».

De otra parte, monseñor Catalá ha hecho referencia a la situación actual, calificada de «compleja y oscura», toda vez que vivimos «tiempos recios de crisis económicas, guerras, enfermedades pandémicas, dificultades socio-laborales y manipulaciones políticas, que abruman nuestro corazón y ofuscan nuestra mente. La vida nos impone su dureza, obstaculizando el camino que nos lleva al destino final de nuestras vidas, llamadas a la eternidad», ha señalado Catalá, al tiempo que ha advertido que en estas circunstancias «siempre hay falsos profetas de felicidad y de esperanza terrena, que intentan manejarnos según sus propios intereses». No obstante, ante esta situación, «aparece la luz de quien nos ama verdaderamente y que ofreció su vida por todos nosotros: Cristo Jesús. Y con él se presenta su madre, Santa María de la Victoria como la aurora del día sin ocaso. Ambos nos abren el horizonte de la vida verdadera, llenan nuestra mirada de luz y de alegría, y nos ofrecen la verdadera esperanza, que necesita nuestro corazón», ha subrayado. Sobre este asunto, el obispo ha solicitado a los fieles que acudan «a Cristo y a su madre, María, como los fundamentos fuertes e inconmovibles de vuestra vida. No os apoyéis sobre cimientos arenosos y frágiles, que no soportan el peso de la verdad del ser humano. Pongamos nuestra vida sobre la roca, que nos salva de nuestras intemperies. Estamos llamados a vivir con esperanza de eternidad, para gozar de la Luz divina inmortal», ha afirmado.

Por último, el prelado ha pedido a la Virgen de la Victoria, en su fiesta, «que interceda por todos nosotros, para que sepamos vivir con esperanza en medio de las vicisitudes de la vida y demos testimonio coherente de la fe, del amor de Dios y de la esperanza cristiana», y se ha despedido de los fieles impartiendo la preceptiva bendición papal y con un «viva Santa María de la Victoria», que ha sido correspondido con aplausos de los asistentes.

Durante el acto litúrgico ha intervenido la coral Santa María de la Victoria y al órgano, Adalberto Martínez Solaesa, que han interpretado la Malagueña del maestro Lecuona, a la conclusión de la misa, con una letra dedicada a la Patrona.

Tras la eucaristía se ha celebrado la tradicional ofrenda floral, organizada por la Asociación Pro-Tradiciones Malagueñas La Coracha, en el atrio de la Catedral, donde se ha instalado un plóter de gran formato, en la puerta principal, con el rostro de la Virgen de la Victoria. Para amenizar este momento, ha habido cante y baile por malagueñas, mientras las autoridades y los devotos entregaban sus flores

La festividad de Santa María de la Victoria tendrá como colofón la procesión de alabanza de la Patrona de Málaga y su diócesis, que podrán rumbo a su santuario, desde la Catedral, este jueves a partir de las 19.30 horas. La salida de la imagen, durante su solemnidad, supondrá un momento especial, después de dos años de ausencia, a causa de la pandemia.