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La Virgen del Carmen de Huelin, una vez embarcada en 'La San Andrés'. Marilú Báez

El mar abraza a la Virgen del Carmen de Huelin en otra tarde más de terral

La devoción por esta imagen, restaurada por Enrique Salvo, se impuso a las altas temperaturas durante su procesión marítima y terrestre

Domingo, 20 de julio 2025, 23:05

El barrio de Huelin ha despedido este domingo sus fiestas marineras, que este año ha cumplido su 19.º edición, con la procesión terrestre y ... marítima de la Virgen del Carmen, otra de las imágenes carmelitas más rezadas de la ciudad, pese a que su estancia en la zona, a diferencia de la histórica devoción que existe en El Perchel, ni siquiera alcanza una centuria. De hecho, la presencia de esta efigie, regalo de la devota Carmina García Herrera a la parroquia de San Patricio, no consta hasta la década de los 50 del siglo pasado, coincidiendo prácticamente con la consagración del actual templo –el anterior lo construyó la familia de Eduardo Huelin Reissig en 1875 junto a, por entonces, una de sus fábricas de azúcar, hoy entre las calles Garcerán y Las Navas– y no fue hasta 1992 cuando se fundó la hermandad que le rinde culto.

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Aun así, ya son varias las generaciones que han conocido a la 'Estrella de los Mares', que, curiosamente, pasó a ser venerada en la primitiva y pequeñita iglesia de San Patricio, establecida casi a pie de calle, pese a que fue una ofrenda al nuevo templo, y como quiera que el roce hace el cariño, no cabe duda de que esta ocupa un sitio preferencial en un barrio con esencia marinera como es Huelin, frente a las playas de San Andrés, que, en su origen, se diseñó como asentamiento obrero y donde se levantaron las primeras chimeneas industriales de la Málaga decimonónica.

A las puertas de los tres cuartos de siglo de permanencia de la imagen en Huelin y de los 35 años de la creación de la corporación, sus hermanos y vecinos en general celebraban este domingo con júbilo un hecho muy especial, como era ver en la calle a la Virgen del Carmen restaurada, labor que ha acometido el restaurador malagueño Enrique Salvo Rabasco, quien, al margen de intervenir en una primera fase en la estabilización estructural del conjunto escultórico, mediante la realización de una peana, en una segunda actuación ha recuperado la armonía cromática original de la talla y su decoración dorada y estofada.

El loable trabajo de Salvo ya se pudo comprobar durante el rosario callejero del primer sábado de este mes de julio, y en San Patricio, durante la solemne novena que se ha venido celebrando desde el martes 8 de julio hasta el 16, día de su festividad, y ayer sábado, cuando quedó expuesta en besaescapulario. Sin embargo, había ganas de verla de nuevo en la calle, pero ahora en su trono dorado de Rafael Ruiz Liébana, durante más horas, y, cómo no, en la jábega 'La San Andrés', con motivo de su procesión terrestre y marítima por el barrio y el litoral. Así pues, con este pretexto y el que suponía casi despedir el mes del Carmen, cientos de personas se daban cita este domingo a las puertas de la iglesia de San Patricio para presenciar la partida de la Virgen, rumbo directo al paseo marítimo.

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Con un sol de justicia, en otra tarde más de terral, la comitiva marenga, bastante nutrida, empezaba a dar sus primeros pasos a las 18.05 horas. El séquito lo encabezaban la cruz guía, escoltada por dos faroles, y la banda de cornetas y tambores del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga que, pese a que quiere reivindicar el momento dulce en que se encuentra con su emplazamiento detrás de los tronos, como lo hará el próximo Miércoles y Jueves Santo en San Roque y Vélez-Málaga, respectivamente, en este caso, sí accedió a formar parte del cortejo de la Virgen del Carmen de Huelin en el frente de procesión.

Niños vestidos de marengo portando remos, durante la procesión de la Virgen del Carmen de Huelin. Marilú Báez

La comitiva también contaba con muchísimos niños y adolescentes vestidos de marengo con campanillas, remos, canastillas de flores, bastones, estandartes, guiones, y banderas, y hermanos también vestidos de marengo, representaciones de otras hermandades letíficas y de pasión, como la Mediadora con su guion corporativo, así como el concejal del distrito Carretera de Cádiz, Francisco Pomares; el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez; y el portavoz del grupo municipal de Vox, Antonio Alcázar, todos ellos, con ropa de marengo.

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Como novedad, se estrenaron tres banderines alegóricos con las imágenes de San Patricio, San Andrés y San Simón Stock, este último, bordado por el taller de Juan Rosén, con astas de orfebrería de los talleres Dimalux, y 25 remos de madera para exhibirlos como un elemento más del corpus procesional.

Salida

Todavía con la Virgen del Carmen en el interior de San Patricio, el trono se levantaba y entre mecidas suaves, se preparaba para pisar la calle, mientras la banda de música Nuestra Señora de la Soledad, de la Congregación de Mena, interpretaba la marcha 'La Esperanza de María'. Precisamente, en la iglesia fue donde la imagen recibió los primeros de los muchos vivas de la tarde. Y, seguidamente, a las 18.30 horas, llegaría el momento que todos los vecinos y fieles estaban esperando: la salida de la efigie mariana, que apena había cruzado el dintel de la puerta cuando recibió una lluvia de pétalos, acompañada del sonido de las campanillas, que desató los aplausos. La formación musical de Mena había interpretado, primero, el Himno de Andalucía, y, a continuación, el 'Himno de Coronación de la Esperanza', de Perfecto Artola.

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Pureza absoluta en Huelin. Familias enteras siguiendo la estela de la 'Flor del Carmelo', su guía, y naturalidad sin complejos de un barrio desatado por su referente devocional. «¿Qué se le dice a la Virgen?: ¡guapa!», proclamaban una y otra vez los devotos, toda una declaración de amor sincero. La imagen, portando a Jesús niño, figuraba en su trono, que es un genuino homenaje al mar. En su dorado cajillo se podía apreciar una serie de motivos marineros, entre figuras de pulpos, rayas o jureles, y medallones con pinturas que representan la jábega donde realiza su procesión marítima, la Farola, un almejero y un sardinal, mientras que en las cabezas de varal de la peana móvil, sistema que facilita su embarcación en la jábega, aparecen caballitos de mar. Pero el conjunto no solo presenta elementos marítimos: también cuenta con tres capillas que presiden la patrona de Málaga, la Virgen de la Victoria –frontal–, y San Patricio y San Andrés. Y detrás, en la parte extraíble de la peana, se veía el escudo de Málaga pintado.

Momento de la salida de la Virgen del Carmen desde el interior de San Patricio. Marilú Báez

A medida que iba avanzando la procesión, el perfume del incienso que esparcían los acólitos turiferarios se mezclaba con el olor a mar, el del Mediterráneo, una inigualable y característica fragancia que proporciona la costa malagueña. Este año, el recorrido varió con respecto a 2024 para hacer más trayecto terrestre a la vuelta, si bien se echó en falta su paso por la calle Mendoza, todavía en obras, donde, en ediciones anteriores, el fervor alcanzaba su punto más álgido con los vecinos totalmente entregados.

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Y llegó el momento de acceder a la playa para proceder al embarco de la Virgen en la jábega 'La San Andrés', adornada con flores y luces para la ocasión, acción que se produjo a la altura del Chiringuito Rocamar entre aplausos, gritos de «vivas la Virgen del Carmen» y presentaciones de niños a la efigie mariana. Pero antes de pisar la arena, la banda de música Nuestra Señora de la Soledad ataba con una marcha dedicada 'ex profeso' a esta imagen: 'Escapulario', después de que culminara el paseo marítimo Antonio Machado con 'Málaga, a su Virgen de la Victoria'.

La 'Estrella de los Mares' de Huelin, ya en su embarcación. Marilú Báez

Tras el largo trayecto por el litoral y la bendición de las aguas, la Virgen del Carmen pisaba de nuevo tierra y, una vez colocada en su trono, se reanudaba la procesión terrestre por el paseo marítimo Antonio Machado, Tomás de Echevarría y La Hoz, en dirección a la antigua iglesia, su morada habitual, donde le aguarda una gran pelatada en la calle Garcerán, promovida por el grupo joven de la Cofradía del Prendimiento, antes de llegar a San Patricio para celebrarse el encierro.

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