La Virgen ya ataviada para el traslado de este viernes. sur

La Esperanza recupera su estética de principios del siglo XX para el traslado de este viernes

La Virgen recreará la estampa que este año protagoniza el cartel de la Semana Santa de Málaga realizado por el archicofrade Fernando Prini

Jueves, 31 de marzo 2022, 10:44

La Virgen de la Esperanza recuperará su estética de principios del siglo XX para su traslado, junto a la imagen del Dulce Nombre de Jesús ... Nazareno del Paso, de este viernes, 1 de abril, a la conclusión de la misa que se oficiará en la basílica a las 20.15 horas.

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Así, la Virgen recreará la imagen que ha protagonizado el cartel anunciador de la Semana Santa de Málaga de 2022 realizado por el diseñador y hermano de la archicofradía Fernando Prini y donde la Dolorosa aparece representada a través de una antigua estampa fotográfica tomada en la década de los años veinte del siglo pasado.

El clásico pecherín de encajes que caracteriza la ornamentación de las vírgenes ha sido sustituido por una pieza de tisú, bordada en oro, realizada por los talleres de Salvador Oliver con confeccionado y patronaje del modisto malagueño Paco Ruiz. Gran parte de las joyas que lucirá la Esperanza en el traslado son las mismas que aparecen en la estampa plasmada en el cartel y que no se perdieron durante los sucesos de los años treinta ya que eran custodiadas por la camarera, quien se encargaba de guardar el tesoro de la Dolorosa entre cada Semana Santa.

La corona también presenta un cambio para recuperar aquellas añejas tradiciones y así ha sido enriquecida con perlas y joyas. «Se trata de una tradición que también estuvo vigente en la hermandad durante aquellos años. Ante la falta de piezas de orfebrería de gran calidad, el albacea general recurría a estos elementos, como collares o alhajas, para dotar a la presea de más valor», según explica la archicofradía. Para este traslado la Virgen de la Esperanza lucirá la corona de Strachan, fechada en 1980.

La Virgen saldrá con el manto denominado de la señora Almendro, ejecutado con piezas de bordado del antiguo manto, y la saya, en tisú bordada en oro, es la pieza que vistió la Virgen hasta 1968 y que ha sido restaurada para la ocasión.

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