Andrés Mérida: «Con este cartel he querido invitar al recogimiento, a meditar»

–¿Qué supone para usted pintar el cartel de la Semana Santa?

–Para mí ha sido un honor porque es algo bastante importante y está metido en el 'adn' de la ciudad. Mi elección por parte de la Agrupación de Cofradías la he entendido como un premio, un reconocimiento a mi trabajo y un ejercicio de confianza. Me lo tomo como un regalo.

–Cuando le comunicaron que era el elegido para hacer el cartel, ¿tenía claro lo que quería plasmar o le ha costado dar con la idea?

–Estuve unos días donde me desvelaba por las noches dándole vueltas. El tema religioso yo lo había tratado desde un punto de vista personal, no cofrade, y por eso tenía clara la idea. Lo que no sabía era cómo enfocarla y cómo hacerlo para empatizar lo máximo posible con el público cofrade y con la ciudad.

–Este es un año muy singular porque no hay procesiones debido a la pandemia, ¿ha influido esa circunstancia en el enfoque a la hora pintar el cartel?

–No ha influido porque el de la pandemia es un tema que he obviado. Lo he apartado y he concentrado la idea en la Semana Santa.

–¿En qué se ha inspirado para esta obra?

–Yo tengo una trayectoria. Entonces he mirado atrás a mi obra y he intentado ser fiel a lo que es un cartel, a lo que son los cánones de la cartelería. Además, revisando carteles de otros años me ha gustado mucho la cartelería de los años cincuenta, que me parece muy brillante, muy valiente y muy contemporánea. Hay obras de aquella época que hoy día siguen siendo muy modernas. Creo que mi cartel no es muy parecido a las cosas que se han hecho.

–¿Va a sorprender?

–¡Espero! Un cartel tiene que sorprender. Un cartel es un grito en la pared y espero que el mío llame la atención. Un cartel son muchos carteles porque no sólo es mío, sino la interpretación que haga cada uno del cartel.

–¿Qué quiere transmitir con esta obra?

–He querido hacer una obra con mucho respeto y que imponga respeto. Con este cartel he querido invitar al recogimiento, impactar y que la gente cuando lo vea le invite a meditar.

–Los carteles de la Semana Santa siempre suelen provocar opiniones contrapuestas, ¿qué espera de los cofrades cuando vean su obra?

–La Agrupación ha hecho una labor muy importante, también a través de Pedro Ramírez en Estudiantes, abriendo el abanico y el camino y cada vez la gente lo encaja mejor. Yo entiendo que, a lo mejor, al principio es un 'shock' cuando han sido carteles que se han salido de la normalidad; entiendo que a la gente le choca, pero creo la gente se está educando y comprendiendo que hay más lenguajes y más interpretaciones que la usual o tradicional. La Agrupación ha hecho un trabajo importante y está allanando el camino para que haya nuevas ofertas de interpretación.

–¿Es cofrade?

–He sacado tronos como el de la Paloma. La Semana Santa me gusta, pero no estoy metido dentro de ese mundo.

–¿Cómo vive la Semana Santa?

–Desde fuera. Me gusta mucho.

–¿Alguna cita ineludible?

–Estoy teniendo mucho vínculo con Estudiantes, donde tengo muy buenos amigos. Por eso no suelo fallar a la salida de Estudiantes.

–Si la Semana Santa tuviera que resumirse en un color, a su juicio, ¿cuál sería?

–La Semana Santa tiene muchos colores, es muy viva; por ejemplo, un Domingo de Ramos ves muchos colores. Si tuviera que quedarme con un sólo color, lo primero que se me viene a la cabeza es el morado.

–Entiendo que para los artistas, la Semana Santa es una manifestación muy plástica.

–Sí, claro. La Semana Santa tiene muchos matices y muchas interpretaciones. Aunque sea un hecho repetido año tras año si buscas le puedes sacar mucho partido.

–Entiendo que el cartel lo habrá visto muy poca gente...

–Los que tenían que verlo.

–¿Qué le han dicho?

–Parece ser que les ha gustado.

–¿Hay una imagen en concreto o es una reflexión más general?

–Es que no puedo decir nada. Lo que sí puedo decir es que quien la vea la identificará inmediatamente como una obra muy en mi línea. No me he ido a un clasicismo ni por querer ser más moderno a una obra más moderna. He sido fiel a mi estilo y por eso estoy tranquilo y satisfecho.

–¿Qué sensaciones tiene en estos momentos?

–Estoy un poco nervioso para que llegue ya el momento en que se destape la obra y ver ese primer momento del impacto. Son varios meses de secretismo.

–¿El proceso creativo le llevó mucho tiempo?

–Sí, aunque me llevó más tiempo pensar lo que iba a pintar que en ejecutar; aunque en el proceso ejecutivo hice muchos bocetos de prueba y versiones porque tenía dudas. Pintar el cartel de la Semana Santa de Málaga es una responsabilidad y quería hacer una cosa chula, que llame la atención. Estoy muy tranquilo con el resultado y espero que guste. Es una obra que infunde respeto y no he buscado provocar porque no estoy de acuerdo en provocar ni en buscar la polémica, que es un recurso al que algunos artistas recurren, no sólo en la temática religiosa, porque no tienen otro elemento para impactar y contar cosas.