La semana santa desconocida

El Rico atesora una Dolorosa del siglo XVIII

PPLL

Lunes, 19 de mayo 2014, 13:31

Las donaciones que reciben las hermandades malagueñas por parte de los hermanos o particulares que se desprenden con el tiempo de piezas valiosas, son tesoros ... ocultos que la mayoría de la gente desconoce al ser algunas obras que no se procesionan. Es el caso de la Cofradía del Rico, que atesora una Dolorosa del siglo XVIII. Según el profesor Juan Antonio Sánchez López, la imagen se le atribuye al escultor malagueño Fernando Ortiz. En la actualidad, esta obra se conserva en la casa hermandad de la cofradía del Miércoles Santo, desde que la familia García García, hermanos de la corporación, la donara para su custodia. Una señora que vivía en una casa muy antigua de la calle Medina Conde, muy cerca de la iglesia de Santiago, era una gran devota de los titulares y quiso entregar la imagen a la corporación. Es una Virgen clásica de las que algunas familias de Málaga han tenido en sus casas como oratorio durante muchos años, que muy probablemente ha pasado de generación en generación, tras ser adquirida en algún anticuario de la ciudad. La imagen, realizada en madera tallada y policromada, se mantiene en muy buen estado, aunque presenta un cierto deterioro en las manos unidas al estar ennegrecidas. Está ataviada al estilo de las Dolorosas de su época con una ráfaga que corona sus sienes.

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Esta pieza protagonizó junto con otras obras una exposición en 2010 en El Corte Inglés sobre los oficios de la Semana Santa de Málaga en la modalidad de escultura. La única vez que la Dolorosa ha sido expuesta, al margen de su ubicación en la sede social de la hermandad.

Recibo del siglo XIX

El único recibo de cuota de hermano con que cuenta la hermandad del siglo XIX se halla en su archivo gracias a la donación del historiador malagueño Alberto Palomo. El documento refleja el pago de una hermana de su «limosna de obligación correspondiente» al mes de marzo de 1839, tres años después de que la cofradía abandonase el monasterio de San Luis el Real para trasladarse a la iglesia de Santiago con motivo de la desamortización eclesiástica del ministro Mendizábal. Sede canónica que aparece reflejada en la papeleta y donde aún hoy sigue incardinada la hermandad desde hace más de siglo y medio.

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