Oriol González explica que un audífono puede corregir la mayoría de los defectos auditivos. Pedro J. Quero

Oriol González, audiólogo infantil del centro auditivo OírT

Audífonos para niños
«La adaptación de los audífonos en los niños es más fácil que en los adultos»

«Es fundamental que los profesionales que realicen las pruebas y la adaptación tengan un entrenamiento específico para tratar con niños»

Miércoles, 12 de junio 2024, 00:13

Oír bien en los primeros meses y años de vida es clave para la adquisición del lenguaje. A los recién nacidos les hacen una prueba ... para descartar defectos de audición y luego hay que estar atentos a si presentan retrasos al hablar o si tienen problemas de equilibrio para acudir a un médico que les diagnostique. En caso de que el otorrino prescriba un audífono «la adaptación es incluso más fácil que la de un adulto, siempre que la hagan profesionales especializados en niños», explica Oriol González, audiólogo infantil del centro auditivo OírT.

Publicidad

-¿Qué signos indican que un niño no oye bien?

-A todos los recién nacidos se les hace una prueba en el hospital. Y luego hay que estar atentos a si el niño no reacciona a un sonido fuerte o hasta que ve a la persona que le habla, si no dice las primeras palabras cuando otros niños de su edad o si tiene falta de equilibrio, que a veces va asociado a problemas auditivos.

-Si se detectan alguna de estas cosas, ¿qué hay que hacer ?

-Lo primero es acudir al pediatra o a su médico de referencia, que probablemente les remitirá al otorrino, que es el especialista del oído. En nuestro centro podemos hacer un cribaje y si detectamos algún problema le aconsejamos que vaya a un otorrino. Siempre tiene que hacer el diagnóstico un especialista.

-Una vez diagnosticado, ¿cuál sería el siguiente paso si le prescriben un audífono?

-El otorrino es el profesional que debe prescribirlo y determinar si hay una falta de audición temporal o crónica. Hay niños pequeños que oyen peor por problemas de mucosidades. Es importante detectarlo porque ocurre en la etapa de adquisición lenguaje y al no oír bien tienen retrasos. Entonces, puede ser algo temporal que trate el médico, pero si se alarga es posible plantearse soluciones provisionales a través de un audífono hasta que se solucione el problema.

-¿Cómo son las pruebas?

-Hay pruebas objetivas y subjetivas. Las primeras se hacen con un máquina y no requieren la participación del niño. Y hay otras subjetivas que las tiene que hacer un especialista con preparación específica y acostumbrado a tratar con niños y captar su atención, porque requieren la participación de éstos. Estamos creando un centro auditivo pediátrico, con un equipo multidisciplinar, en el que además de audiólogo habrá pediatra, logopeda, fisioterapeuta, neurólogo y otras especialidades.

Publicidad

-¿Qué tipos de audífonos pediátricos hay y qué defectos de audición pueden corregir?

-Hay audífonos especiales para niños, con sistemas de protección para que el niño no corra peligro, con unas lucecitas especiales para avisar a los padres si algo falla y unos sistemas de amplificación del sonido diferentes que los de los adultos para que sea lo más parecido posible a como la percibirían de forma natural si no lo tuviera problemas de audición.

-¿Un audífono puede corregir cualquier defecto auditivo?

-La mayoría, sí. Luego hay otros casos en los que la pérdida ya es muy grande y para eso están los implantes cocleares, que requieren una intervención quirúrgica. El resto de casos se pueden resolver con un audífono y lo ideal es que sea diagnosticado y tratado cuanto antes para evitar que tenga retrasos en la adquisición del lenguaje. Con el programa de detección precoz de la sordera se ha avanzado mucho y si al niño se le diagnostica, se le trata y se le corrige a tiempo la pérdida de audición, en unos meses el niño estará a la altura de cualquier otro niño.

Publicidad

-¿Cómo es la adaptación al audífono?

- Es más fácil que en los adultos incluso, porque los audífonos han tenido un estigma y los niños no lo tienen, lo tienen los adultos, que van perdiendo audición progresivamente. Un niño no ha aprendido a oír antes y empieza a hacerlo cuando le ponen el audífono, con lo cual no tiene una memoria de la audición de antes . Los niños se dejan hacer casi de todo y es más fácil la adaptación si lo hace un profesional con entrenamiento específico para tratar con ellos.

-¿Dura mucho la adaptación?

-Sí, porque es progresiva, no recibe toda audición de golpe, porque sería un cambio muy, muy brusco. Pero en tres o cuatro semanas la adaptación está hecha. Eso no quiere decir que le pones un audífono a un niño que no ha oído nunca y que en tres semanas hable. Además de adaptar el audífono hace falta, por ejemplo, un logopeda, que le ayude a aprender a hablar. Si la pérdida es muy grande, el niño tampoco oye el lenguaje exactamente igual que nosotros y tiene que aprenderlo como si fuera otro idioma. Y algunos pacientes necesitan una rehabilitación con un fisioterapeuta para aprender a andar porque tienen problemas de equilibrio o porque han nacido con otra patología asociadas a la pérdida de audición.

Publicidad

- ¿El audífono tiene que cambiarse a medida que van creciendo?

-Se compone de dos partes: el adaptador, que es una pieza sencilla y económica a la medida del oído, que sí hay que cambiar al ir creciendo, y el audífono en sí, que como cualquier aparato electrónico tiene un deterioro. Hoy en día son auténticos sistemas informáticos, con una tecnología muy avanzada y, como pasa con los ordenadores y los teléfonos, van evolucionando. En Andalucía hay una serie de ayudas a los padres, que da el Servicio Andaluz de Salud cada cuatro años. Entonces, se cambia cuando tiene unos años, ya no solo por deterioro, sino porque van evolucionando.

-¿Hay limitación a la hora de practicar deporte con un audífono?

-Los audífonos tienen una tecnología muy avanzada y han mejorado en todos los aspectos, incluso en la protección frente a la humedad. Existen audífonos que se pueden meter en una piscina un día y no pasa nada, pero el agua es un gran enemigo. Y eso pasa con los audífonos más avanzados, no con todos, porque hasta hace muy poquito no se podían mojar para nada. Pero el resto de los deportes los pueden hacer exactamente igual, porque van hechos a medida y no se caen. Sí que es importante hacer revisiones, tanto en niños como en adultos, siempre en centros especializados, porque los audífonos tienen que adaptarse en centros auditivos, no en cualquier otro sitio. Cada vez hay una legislación que protege un poquito más esto, pero podemos encontrar unos audífonos en varios sitios y no es lo suyo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad