Victoria Scholz, cirujana y coordinadora de la unidad de mama de HLA El Ángel
«Está demostrado que la obesidad predispone para sufrir cáncer de mama»·
«En una correcta alimentación lo primero que hay que hacer es eliminar los tóxicos y luego hacer una dieta equilibrada»El cáncer de mama hay que abordarlo en unidades integrales en las que todos los profesionales que intervienen decidan cuál el mejor tratamiento para cada ... caso y acompañen a la paciente en todo el proceso, porque así «el pronóstico de la mujer mejora»,, afirma Victoria Scholz, cirujana coordinadora de la unidad de mamá de HLA El Ángel. En cuanto a la prevención, lo que está demostrado es que la obesidad predispone a padecerlo y también hay otros factores, aunque su influencia no está tan clara.
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-¿A qué edad habría que empezar a hacerse revisiones?
-A partir del año 2015, empezaron a sacar nuevas guías, porque se ha visto que la edad de aparición cada vez es más baja. Se asume que lo más correcto es que se empiece a hacer la primera mamografía a los 40 años. También se plantea si es suficiente hacer solamente una mamografía, porque al ser mujeres más jóvenes las mamas son más densas y esta prueba es menos útil. Hay debate sobre si hay que personalizar cada vez más las revisiones, pero esto es algo muy difícil de hacer en un cribado poblacional. Lo más acertado sería empezar con las mamografías a partir de los 40, con alguna otra técnica, como una ecografía o una resonancia. Y también ampliar la edad hacia atrás, porque las mujeres de 70 o 75 años deben seguir haciéndose revisiones.
-¿Y si hay antecedentes?
-El cáncer de mama es una enfermedad tan frecuente en la mujer que es muy probable que en tu familia haya varias mujeres que lo hayan padecido, pero eso no significa que tú tengas un riesgo genético. Si la madre ha tenido cáncer de mama a la hija hay que hacerle la primera mamografía diez años antes de la edad de la aparición en la madre. No se trata de cuántos antecedente, sino de la calidad del antecedente. No es lo mismo tener una prima, dos primas, cinco primas más una tía paterna y una tía materna, que tener una madre con cáncer de mama, una abuela y una hermana. Y si se tiene una madre o de una abuela que han padecido un cáncer de mama antes de los 35 años, ya se considera un signo de alarma para hacer controles especiales.
-¿Por qué hay cánceres en mujeres cada vez más jóvenes?
-Al principio se pensó que al hacer más pruebas y más sensibles se estaba encontrando mayor número de tumores, pero se han hecho estudios que nos dicen que efectivamente está bajando la edad de aparición, cada vez en mujeres más jóvenes. Las razones no están del todo claras. Cuando una célula empieza a desmadrarse, qué es lo que ocurre realmente, depende de muchos factores que siga adelante. El hecho de empezar con la regla antes y retrasarse la edad a la que las mujeres tienen su primer embarazo influye. También sabemos que los embarazos y la lactancia materna son factores protectores.
-¿Qué prueba se hace cuando hay antecedentes de riesgo?
-Se analiza el árbol genealógico y hay un protocolo que te dice qué criterios tiene que cumplir la persona para que esté indicado hacerle el test genético. Y lo que se estudia es el ADN y se ve si en ese ADN hay una mutación. Se sabe que hay determinadas mutaciones, en los genes BRCA1 y BRCA2, que son las dos más frecuentes que predisponen para el cáncer de mama o cáncer de mama y ovario. Normalmente los requisitos son tener, por ejemplo, un familiar de primer grado, una madre por debajo de los 35 años con cáncer de mama y un familiar más.
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-¿Cómo afectan la obesidad, la inflamación o la exposición a determinados tóxicos?
-Lo que sí está demostrado científicamente es que la obesidad predispone para el cáncer de mama y la paciente. Las mujeres obesas tienen más probabilidad, aunque eso no quiere decir que lo vayan a desarrollar. La exposición a tóxicos no está tan claro. Es que una célula se quiere salir de su sitio está expuesta a muchos factores, a las emociones de la paciente, a los tóxicos que toma, al porcentaje de grasa que tiene su cuerpo y todo eso va sumando. Realmente por sí solo la obesidad, sí. El resto, pues parece que ayudan, pero no hay nada definitivo demostrado en los estudios. Un estado pro inflamatorio parece que favorece que las células se desmadren. Eso lo provoca el sobre todo el estrés, que hace que suba el cortisol y produce una especie de estado inflamatorio crónico que va minando desde tu sistema inmune. La sociedad de hoy día tiene un estado pro inflamatorio bastante generalizado, puesto que ese estrés que tenemos en el ritmo de vida está muy extendido. Si no puedes dormir por las noches, te sangran las encías, tienes problemas intestinales… Todo eso te está diciendo que a tu cuerpo le pasa algo, y que tienes que parar, cambiar tu ritmo de vida, comer mejor, dormir mejor, hacer ejercicio… Es que es la única manera.
- ¿Una correcta nutrición sería otra papeleta más preventiva?
-Una correcta nutrición lo primero que tiene que hacer es eliminar los tóxicos. No tanto de lo bueno que voy a comer, sino de lo malo que voy a dejar de comer. Y luego empezar a hacer una dieta equilibrada, la dieta mediterránea, la ensalada, la legumbre, el control de las grasas, potenciar alimentos como el yogur, el kefir y alimentos fermentados en general, y evitar el azúcar refinado, que para mí es el gran enemigo del organismo, y no consumir conservas ni carnes procesada en exceso, como embutidos.
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-¿Por qué es importante que haya unidades integrales del cáncer de mama?
-Cuando un problema de salud como es el cáncer de mama se trata desde todos los puntos de vista y los profesionales que están implicados en el tratamiento y diagnóstico se ponen de acuerdo el pronóstico de la mujer mejora. A cada mujer hay que darle el mejor tratamiento y más individualizado, y eso se consigue cuando ante cada caso los profesionales decidimos cuál es la mejor terapia para esa persona y, además, la acompañamos en el proceso.
-¿Cuáles son los principales retos a los que nos enfrentamos en el cáncer de mama?
En los últimos años se han alcanzado retos que parecían inalcanzables. Incluso los casos más difíciles se están convirtiendo en pacientes crónicos, pero habrá que dar un paso más hasta la curación. Y luego la prevención, no llegar a que aparezcan las enfermedades. En cuanto a la cirugía, creo que la inteligencia artificial para la detección precoz de las grandes poblaciones de mujeres y la cirugía robótica a la hora de cirugías preventivas van a ser dos de los grandes retos técnicos que serán realidad muy pronto.
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