El pueblo de Cartajima se reinventa con originales murales

Gracias a esta iniciativa, en un recorrido urbano por Cartajima el visitante se sorprenderá con imágenes que aluden de una forma u otra al pueblo: un castaño con setas -yema de huevo- a sus pies, una prensa de mosto -vino del terreno- o un burro atado a la entrada de una vivienda. Para ello se ha contado con las cuatro jóvenes del pueblo, antes citadas, y la coordinación de la dinamizadora cultural del Ayuntamiento de Cartajima, Yolanda Benítez.

Durante los meses de julio y agosto, las cuatro mujeres, de entre 21 y 38 años, han pintado esta docena de murales tanto en edificios públicos, entre ellos el propio edificio consistorial, como en media decena de viviendas de particulares, que voluntariamente se habían ofrecido previamente. «Fueron cinco propietarios valientes, que no esperaban que quedaran tan bien las fachadas», explica Yolanda Benítez.

Alicia, Alba, Beatriz e Irene, que han estado contratadas con cargo a los fondos incondicionados incluidos en el Plan Provincial de Asistencia y Cooperación 2020 de la Diputación de Málaga, se han enfrentado este verano a todo un reto. Era la primera vez que se encontraban ante un lienzo tan grande y una responsabilidad aún mayor. Hoy, gracias a sus buenas dotes con la pintura y el dibujo, hasta le han salido algunos trabajos en el mismo pueblo.

Subidas en andamios y elevadores, han pintado desde golondrinas hasta flores de gran tamaño con un lema local: 'Cartajima, un estilo de vida'. «También fue especialmente complicado para ellas pintar un castaño en una de las paredes, ya que han tenido que dibujarlo hoja a hoja», comenta la dinamizadora cultural. Y tampoco fácil fue plasmar en un tamaño de grandes dimensiones la prensa del mosto, que es uno de los elementos etnográficos más singulares de Cartajima.

El trabajo realizado por las hermanas Alicia y Alba González, que han sido las que han dibujado sobre todo los bocetos y sus dos auxiliares, Beatriz Benítez e Irene García Puga, se puede ver en una apacible ruta circular a pie por el casco urbano. Según adelantan desde el Ayuntamiento de Cartajima, queda pendiente la incorporación de un código QR junto a cada mural, donde se explique lo que se ha plasmado y la siguiente fachada pintada que pueden ver.

Tras el éxito visual de 'Fachadas creativas', parece que la iniciativa tendrá continuidad el próximo año. De hecho, ya hay más de una docena de vecinos voluntarios que quieren que sus paredes encaladas rompan la monotonía del blanco con estas coloridas pinturas que aluden a las señas de identidad del pueblo.

Desde un punto de vista turístico aún no se le ha sacado partido, ya que hace muy pocos días que se se han terminado de pintar los murales y darle una capa de barniz -para protegerlas de posibles roces-. Eso sí, este pequeño pueblo del Alto Genal, el más elevado de la Serranía de Ronda, confía en que atraiga a muchos visitantes a partir de este otoño.

Este municipio, que comparte con Júzcar, el paraje kárstico de Los Riscos y que está incluido tanto dentro de la Ruta de Fray Leopoldo como del conocido como 'Bosque de Cobre' (el ocaso otoñal de las hojas de los castaños), gana así un atractivo más, que incluso se complementa con el de localidades próximas, como la mencionada Júzcar, Alpandeire -pueblo natal de Fray Leopoldo- o Faraján, la villa a la que el escritor Ernest Hemingway le dedicó unos versos.