Rodeados de montañas y de mucha arboleda en el corazón de la provincia de Málaga. Así disfrutan de deportes acuáticos o del baño los cientos de visitantes que acuden a las orillas del embalse del Conde del Guadalhorce, más conocido como El Chorro. Cada verano se convierte en una de las alternativas de agua dulce para muchos malagueños y turistas, que acuden a esta playa de interior a disfrutar de su tranquilidad o a dar paseos en kayak o paddle surf.
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Ni siquiera la actual sequía impedirá que esta temporada se puedan ver piraguas o tablas sobre las aguas de este pantano. La falta de lluvias ha propiciado que la temporada estival haya empezado con niveles que se sitúan en la cuarta parte de la capacidad del embalse (unos 16 hectómetros cúbicos de una capacidad de 66,5).
Es uno de los peores veranos que recuerda Germán López, gerente de Indian Sport, que lleva más de dos décadas apostando por los deportes de aventura en esta zona del territorio de Ardales. Pese a ello, afirma que, de momento, queda un nivel óptimo para disfrutar del kayak o del paddle surf. «No he vivido ninguna situación como ésta (con tan poca agua), pero afortunadamente tenemos lo suficiente para poder seguir trabajando este verano», asegura.
Hasta los primeros días de mayo, había muchas consultas sobre la posibilidad real de poder hacer estas actividades acuáticas en El Chorro, pero, según cuenta Germán López, tras las últimas lluvias, «la preocupación de los clientes ha bajado, ya que dan por hecho que se ha ganado bastante agua». Eso sí, la realidad es bien distinta, ya que los aportes de las lluvias directos o a través del río Turón, lo único que han conseguido de momento es compensar las pérdidas de la evaporación o de las sueltas esporádicas de agua de esta presa situada en Ardales. «Tenemos una lámina importante para navegar», añade Germán.
La bajada considerable del nivel en El Chorro no sólo permite seguir de momento con estos deportes acuáticos sino que ha propiciado una playa más amplia. «Dentro de lo negativo, nos ha quedado una zona más llana y cómoda para los bañistas», apunta el gerente de Indian Sport. Eso sí, este año allí no ondeará la Bandera Azul que ha ostentado durante los dos últimos veranos, ya que el Ayuntamiento de Ardales no la ha solicitado por la situación de sequía. Esto no quiere decir que las aguas y el arenal no sean óptimos para los bañistas.
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Indian Sport se dedica al turismo de aventura desde el año 2000 en El Chorro. En el camping Parque Ardales se pueden alquilar sus piraguas y sus tablas de paddle surf. Las primeras pueden ser individuales o para dos personas y un niño (o incluso un perro en lugar de un menor). Las segundas son sólo para una persona, aunque esta empresa de turismo de aventura cuenta también con una tabla de mayores dimensiones para grupos (con capacidad para hasta ocho personas). El alquiler de todas estas embarcaciones se hace por horas con precios de entre 10 y 15 euros, según el tamaño y la modalidad, salvo para la opción de gran tabla de paddle surf, que cuesta 50 euros.
No son las únicas opciones para disfrutar de la playa de Ardales. La empresa La Isla también ofrece en la misma playa las opciones de alquiler no sólo de kayak y paddle surf sino también de dos tipos de hidropedales con tobogán, con capacidad para cuatro y cinco personas, con precios que rondan los 20 euros la hora. Eso sí, este año no ha podido abrir su instalación hinchable, por la falta de agua, según explica el gerente de esta empresa turística, Antonio González. Desde hace casi 18 años están situados en lo que se conoce como Zona Recreativa La Isla, aunque llevan operando como negocio familiar desde la década de los años ochenta.
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En concreto, fue en 1984 cuando empezaron a navegar sobre las aguas del Chorro los hidropedales, gracias a la iniciativa de Manuel García Calderón, fundador de la empresa. En aquel entonces no sólo fue pionero en Málaga sino en toda España, ya que fueron los primeros hidropedales que se podían ver sobre estas aguas dulces. Hoy sigue siendo uno de los atractivos para muchos visitantes de esta playa de interior, que pese a tener menos agua que años anteriores sigue siendo una apuesta segura para muchos malagueños y una sorpresa para muchos turistas nacionales o extranjeros.
La cercanía del Caminito del Rey, de Bobastro o de la Cueva de Ardales ha servido incluso para que muchos malagueños pongan en el mapa a este enclave, que gracias a su entorno forestal se convierte en un lugar de ensueño para disfrutar de distintas actividades o simplemente tener un día de playa diferente. No en vano, la empresa La Isla también permite alquilar hamacas en el arenal. Además, para los más inquietos, tanto esta empresa como Indian Sport disponen de otras opciones de turismo de aventura para hacer en el entorno.
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