
La espectacular cueva con una entrada de más de 50 metros de altura que se pondrá en valor en los próximos días
Situado en Montejaque, este monumento natural de Andalucía, formará parte de un complejo vertiginoso junto al pantano de los Caballeros
Forma parte de uno de los complejos geológicos subterráneos más importantes de Andalucía. Su entrada impresiona por su altura (más de cincuenta metros) y en ... su interior se han encontrado valiosas pinturas rupestres de la Edad del Cobre. La cueva del Hundidero, que está protegida como monumento natural de Andalucía y Bien de Interés Cultural, lo tiene todo para ser considerada como una de las joyas del interior de la provincia de Málaga.
Publicidad
Situada en el término municipal de Montejaque, la geología, la biología y la historia se unen en este enclave, que se antoja algo recóndito para muchos visitantes. De hecho, hay que bajar más de medio millar de escalones para poder acceder a su entrada en la actualidad.
Si vista desde arriba, en una garganta caliza, se antoja espectacular, no lo es menos cuando se anda algunos metros en su interior, justo hasta el cartel que avisa que no está permitido avanzar más hacia dentro. Este privilegio está sólo al alcance de quienes lo hacen a través de los clubes federados en espeleología, como la Sociedad Excursionista de Málaga, que son los únicos que pueden solicitar los permisos a la administración andaluza y están prepadados técnicamente y profesionalmente para esa aventura subterránea.
Hay que tener en cuenta que la cavidad del Hundidero forma parte del complejo espeleológico por el que discurre el río subterráneo Gaduares o Campobuche, que verá la luz en la cueva del Gato, ya en término municipal de Benaoján, justo antes de unirse al Guadiaro. En su recorrido entre ambas grutas este curso fluvial ha dejado a lo largo de milenios numerosas galerías, sifones y lagos subterráneos, que muy pocos pueden presumir de haberlos visto con sus propios ojos.
Publicidad
Eso sí, en la entrada de la cueva del Hundidero, quienes hayan descendido hasta ella no encontrarán las aguas del río. Tan sólo algo de humedad, que entra dentro de lo lógico en este enclave de naturaleza kásrtica. La explicación hay que buscarla en una obra hidráulica que está muy vinculada hoy a esta cavidad. Se trata de la presa de los Caballeros, inaugurada hace justo un siglo, que pudo presumir de ser la primera de España que sustituía la mampostería por un hormigón moderno formado por cemento y áridos de gran calidad.
Sin embargo, tras su finalización en 1924, fallaba lo más importante. El agua embalsada desaparecía en cuestión de horas. Tras una importante inversión económica, los promotores del proyecto no desistieron e intentaron resolver el problema, que no era otro que el suelo sobre el que se intentaba retener el agua. Ahí se detectó que el líquido elemento se filtraba por la cueva del Hundidero, que se tragaba hasta la última gota ante la desazón de quienes idearon esta gran obra hidráulica. Estos porfiaron e intentaron, en vano, remediar el problema entrando en la gruta para intentar sellar este escape natural. De nada sirvieron los trabajos realizados durante más de un lustro.
Publicidad
Eso sí, fue con esta intervención subterránea del hombre como se descubrió la conexión existente entre las cuevas del Hundidero, en Montejaque, y del Gato (Benaoján). Ambas estaban unidas por las aguas del río Gaduares, que, soterrado, llevaba todo lo embalsado temporalmente en la presa de los Caballeros hasta el Guadiaro.
Entre 1929 y el inicio de la Guerra Civil, se intentó impermeabilizar lo que hoy se conoce como el sistema geológico Hundidero-Gato, pero fue en vano. La naturaleza se impuso, a pesar de que se consiguieron sellar algunas galerías subterráneas, con el consiguiente destrozo en las entrañas de esta formación kárstica.
Publicidad
Proyecto vertiginoso
Precisamente la cueva del Hundidero y el mencionado pantano se van a poner más en valor gracias al ambicioso proyecto iniciado por el Ayuntamiento de Montejaque en los últimos años, que no será apto para quienes tengan vértigo, pero sí muy recomendable para los que quieran una buena dosis de adrenalina entre la presa y la gruta. La primera fase ya se terminó hace dos años, pero dentro de pocos días (aún no hay fecha oficial de inauguración) se abrirá al público un recorrido vertiginoso en el que el visitante podrá entender la importancia del binomio hoy inseparable del pantano de los Caballeros y la cueva del Hundidero.
Mientras se hace esa inauguración oficial, se puede hacer el acceso a la gruta a través del mencionado descenso por un camino lleno de escalones, que desciende de forma muy pronunciada, sobre todo en la recta final. Para ayudarse o dar más sensación de seguridad todo este trazado cuenta con balizas de madera y cuerdas donde poder agarrarse tanto al bajar como al subir.
Publicidad
Con mucha cautela y sin prisas, se podrá bajar en apenas diez minutos hasta la entrada de la mencionada cavidad, que sorprende por las dimensiones de su boca. Desde la gruta habrá que emprender el regreso con paciencia y dosificando el esfuerzo, ya que, por el mismo camino usado en la ida, hay más de quinientos escalones de subida.
Para llegar a esta zona por carretera hay que hacerlo a través de la MA-8403 desde Montejaque. A través de una vía tan sinuosa y estrecha como espectacular se llegará tras apenas tres kilómetros hasta una zona acondicionada para aparcar el vehículo. Desde allí se podrá hacer el descenso hasta la cueva del Hundidero y, en pocos días, por el recorrido vertiginoso antes citado cuando éste se inaugure oficialmente.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión