Siete cosas que no hay que perderse durante este verano en una visita al Valle del Guadiaro
Pozas espectaculares idóneass para sofocar el calor estival, cuevas y otras formaciones geológicas e incluso algún misterio sin resolver aguardan en el tramo malagueño del ... Valle del Guadiaro, es decir, entre los pueblos de Benaoján, Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera.
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Cueva del Gato
Un desafiante baño en el Charco Frío
Es un rincón tan idílico como gélidas resultan las aguas de su Charco Frío, la tentadora poza cristalina situada a sus pies. La Cueva del Gato, declarada como monumento natural de Andalucía, es uno de los lugares míticos de la Serranía de Ronda.
Y también es un desafío que no todos consiguen, ya que no resulta fácil adentrarse en estas aguas. Muchos se conforman con meter los pies o simplemente disfrutar de un día en su pequeña playa. Para ello antes tienen que acceder hasta allí por la carretera por la que se llega a Benaoján desde Ronda. Es necesario llevar una moneda de un euro para poder aparcar el coche en el espacio habilitado más cercano.
Cueva de la Pileta
Una catedral de pinturas rupestres en mitad del valle
Esta gruta, situada en el término municipal de Benaoján, atesora en su interior extraordinarias pinturas rupestres del Paleolítico Superior. La cavidad, que actualmente es de titularidad privada, fue descubierta en el año 1905 por un labrador de este pueblo, José Bullón Lobato.
En las excavaciones realizadas se encontraron restos de cerámica de la época, como un colgante que representa a la diosa Venus. Entre sus pinturas sobresalen las de animales, que, en ocasiones, aparecen superpuestos unos sobre otros en distintos colores. La cavidad, que es explotada hoy por los herederos de su descubridor, abre al público todos los días. Es necesario reservar entrada con antelación para poder entrar en ella.
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Buitreras del Guadiaro
El cañón vertiginoso que es monumento natural
Es todo un espectáculo de la geología que está protegido como monumento natural de Andalucía. No resulta fácil llegar hasta allí, pero conviene hacer un esfuerzo por algunas de sus posibles vías de acceso.
Se trata de un insólito desfiladero, fruto de la erosión del propio río, que atraviesa estas angosturas para encaminar sus aguas hacia la provincia de Cádiz. El enclave está situado en un lugar tan espectacular como emblemático, donde confluyen hoy tres municipios de la comarca de la Serranía de Ronda: Benarrabá, Benalauría y Cortes de la Frontera.
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Nadie se queda impasible ante esta formación vertical, que alcanza los cien metros de altitud y apenas cuenta con poco más de un metro de anchura en algunos tramos. Entre otras singularidades, está una de sus paredes verticales tiene su origen en la era jurásica, es decir, hace millones de años.
Piscinas y playas fluviales
Un día refrescante entre pozas de aguas cristalinas
El Guadiaro ofrece en su recorrido por tierras malagueñas varias pozas de aguas cristalinas que sirven hoy como auténticas piscinas o incluso playas fluviales. En algunos casos, hay no sólo arena sino también cierto equipamiento, como sombrillas o piedras que hacen las veces de mesa.
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Entre ellas, sobresalen las dos que hay a la altura de Estación de Jimera, las charcas de la Llana y de la Ermita, que distan entre sí poco más de dos kilómetros. A ellas hay que unir las de Cortes de la Frontera, es decir, la de las Pepas, la de la Zúa y la del Moro.
La Casa de Piedra
La enigmática vivienda excavada en una roca
Un poco de misterio en pleno verano. Es lo que ocurre cuando se visita la Casa de Piedra en Cortes de la Frontera.
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En una gran roca, situada en el camino de Cortes a la aldea de Cañada Real del Tesoro, se excavó en su día lo que bien pudo ser una ermita para el culto cristiano, aunque no está ni mucho menos claro. Hoy, se puede acceder hasta allí a través de la carretera A-373 o a pie por una senda de poco más de un kilómetro desde el pueblo de Cortes.
Entre murales y poesía
Una ruta urbana que sorprende en Cortes de la Frontera
Fue después del primer confinamiento cuando fue tomando forma. En las paredes de sus calles fueron apareciendo poemas y murales hasta tal punto de que la localidad se han convertido en un compendio de la poesía y la pintura.
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Merece la pena dar un paseo por las calles de Cortes de la Frontera para ver y leer sus paredes. Hay una gran variedad de estilos tanto en lo escrito como lo pintado.
Compra de productos artesanales
De los molletes de Máximo a los ibéricos Aro
El tramo malagueño del Valle del Guadiaro es un lugar idóneo para llenar la despensa con productos de calidad. En la trilogía que forman Benaoján, Cortes de la Frontera y Jimera de Líbar abundan los embutidos, con un gran repertorio que va desde zurrapas hasta jamones de la máxima calidad. Ibéricos Aro, El Cerdito Andaluz o Embutidos Medina son algunas de las opciones.
Otros productos que se pueden comprar son los molletes de Máximo, la miel de Líbar o los quesos payoyos de El Alcornocal.
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