Benamargosa, un paseo desde 'Gibraltar El Chico' hasta la Ribera Tropical
El Arco de la Huerta, el Puente de los Diez Ojos y el 'baticate' forman parte del rico patrimonio de este pueblo situado en el corazón de la Axarquía
Situado junto al río Benamargosa, en el pueblo del mismo nombre, hay un parque bautizado como 'Gibraltar El Chico'. El origen de esa denominación es ... de sobra conocida por los vecinos del pueblo e incluso por los de los alrededores, pero totalmente sorprendente para quienes lo visitan por primera vez. Es una de tantas curiosidades de esta localidad de la Axarquía, que está situada prácticamente en el corazón de esta comarca oriental.
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Según se cuenta todavía en el pueblo, en un relato donde se mezcla la historia con la leyenda, ése era el apodo con el que llegó a ser conocido en el pueblo a finales del siglo XIX debido a la importancia que tenía el contrabando de productos que procedían de la colonia británica.
Mucho ha pasado desde aquella época. Hoy luce otro lema bien distinto que alude sobre todo a la fertilidad de sus tierras, la Ribera Tropical, ya que hoy es conocido sobre todo por la importancia que tienen cultivos como el aguacate o el mando.
Desde hace siglos la Benamargosa ha estado siempre volcado en la fertilidad de sus tierras. Donde hoy se pueden ver miles de aguacates antes era el campo de cultivo de viñas, olivos, higos, hortalizas y limones. De todos esos productos, todavía hoy se conservan algunos paseros y muchos limonares.
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Sin embargo, la gran industria del pueblo está en la producción de subtropicales, como los citados aguacates y mangos o, en menor medida, las chirimoyas y otras frutas de origen foráneo.
En el pueblo quedan todavía muchos símbolos que lo relacionan con la agricultura de ayer y de hoy, como el Arco de la Huerta, que se conserva en uno de los rincones del pueblo. Esta infraestructura era fundamental para el abastecimiento de agua en las zonas de regadío.
También hay que destacar su Puente de los Diez Ojos, una infraestructura básica para poder cruzar el río Benamargosa con sus habituales crecidas. Gracias a esta obra, los agricultores podían acudir a las zonas de cultivo. Hoy es uno de los emblemas del pueblo. Se puede ver antes de entrar al casco urbano, donde hay una réplica en miniatura que acompaña al lema actual.
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Además de esta infraestructura y del Arco de la Huerta, en Benamargosa también se pueden ver otras construcciones de interés. Entre ellas la más importante es, sin duda alguna, la iglesia de la Encarnación, levantada originalmente en el siglo XVI, que está situada en la zona baja del casco urbano.
De la parroquia sobresale, por un lado, su torre, que no es muy elevada, pero sí de gran tamaño. También cuenta con un camarín octogonal adosado que la hace diferente a muchos otros templos de la comarca. Esta última construcción guarda relación con el cementerio y la cripta que están bajo el suelo de este edificio.
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La iglesia de la Encarnación, las ermitas y sus barrios más antiguos son algunas visitas obligadas
Además de la iglesia, Benamargosa tiene dos ermitas, la de San Sebastián, situada en la parte alta del casco urbano y de construcción relativamente reciente. La otra es la del Cementerio, que como su nombre indica está dentro del camposanto. Fue mandada a construir en el año 1840 por Doña María de Santiago para enterrar en ella a su esposo.
También es recomendable perderse por sus calles, sobre todo las de los barrios más antiguos, como el de Pechuelos o el de la Solana para encontrarse con calles angostas y empinadas u otros hitos históricos de esta villa, como sus fuentes.
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Aunque Benamargosa parece delatar un origen andalusí, la realidad es que hoy no hay restos de aquella épocas que estén visibles. Seguramente, los que haya estarán ocultos bajo tierra, esperando ser descubiertos por azar o por alguna excavación arqueológica.
Mientras tanto, están tan ocultos como la fórmula del 'baticate', la singular bebida elaborada a partir de aguacate que se fraguó en el desaparecido bar Los Pepes. Allí su propietario creó una receta que pronto se dio a conocer en toda la comarca de la Axarquía, en la que había un ingrediente secreto, que no quieren desvelar los pocos que lo conocen. Es otro de los episodios recientes que agrandan la leyenda de este pueblo situado en el corazón axárquico.
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