Volar lejos

VOLTAJE ·

Echo de menos coger un avión, aunque el embarque 'low cost' resulte a veces tan desagradable

A las dos de la mañana ha sonado una masiva estampida de gaviotas. Parece que son las únicas que han salido. El lunes, sin embargo, ... más de uno se lo estaría pasando bien. Ese día registramos la primera víctima de la nueva temporada de 'balconing', un movimiento vertical que por fortuna no se ha puesto de moda entre nosotros, pero cuya influencia ha viajado desde las Islas Baleares hasta la Costa del Sol. Ya en mayo perdimos a una turista que se cayó de una terraza, pero aquello fue muerte por selfi. Este lunes por la tarde, unos jóvenes visitantes celebraron una fiesta 'very British' en un apartamento turístico en San Pedro (Marbella) y decidieron ensalzar la vacuna de Oxford con saltos desde el balcón a la piscina. El resultado es un chico de 31 años ingresado en el hospital, en estado crítico e iba a decir que inconsciente, pero la conciencia ya la había perdido justo antes del salto. Ojalá sobreviva y no tenga secuelas. Pienso que alguien que hace eso, y al que le sale mal, tiene que sentirse un imbécil durante buena parte del resto de su vida. Imagino sin embargo que sobrevivir a un 'balconing' debe de ser una experiencia cercana a la gloria; en caso contrario no se concibe la tontería. La historia tiene tanto valor como el relato, por eso haber estado de viaje y haber vuelto tiene una recompensa extra, que es el poder contarlo. Pues lo mismo con estos saltos. Es razonable pensar que a más de uno le habrá salido bien. Y a más de veinte, claro, pero salir ileso de semejante estupidez ni es noticia ni merece ser comentado en una columna.

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Terminamos el asunto de los viajes con una noticia feliz: Easyjet acaba de inaugurar en el aeropuerto de Málaga una nueva base de operaciones, la tercera en España. Ha llegado un avión al aeropuerto y un montón de autoridades han cortado una cinta en un canónico acto inaugural. Easyjet ya conecta la provincia con una quincena de ciudades. Ahora se incluye Birmingham, y vendrán más. Cuando me entero de noticias como esta no pienso tanto en quién vendrá a visitarnos ni qué vendrán a hacer, si a ir a los museos o a tirarse por los balcones, sino a dónde podré irme de viaje yo. En total, el aeropuerto está conectado con 113 ciudades que corresponden a 32 países. Y eso en vuelo directo. Las posibilidades de trasbordo son infinitas. Echo de menos coger un avión, aunque el embarque 'low cost' resulte a veces tan desagradable. También echo de menos tener ganas de volver a casa. Todo esto era para decir que estoy contando los días que quedan para volar lejos.

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